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Economía con Máximo Kinast

UN DIA COMO OTRO

Escribe Luis Casado – 21/05/2012

 

  

La evolución de la crisis financiera europea se parece cada vez más a una tragedia griega, sin juego de palabras. De haber vivido en nuestra época, Sófocles y Esquilo hubiesen tenido tema. Desde el inicio se recibió el oráculo funesto: el dogma neoliberal lleva a la catástrofe, el dominio incontrolado de los mercados financieros es implosivo, el comportamiento de los rufianes que mangonean en el mundillo de la banca es irresponsable. En vano. Como en la tragedia de Sófocles, los aciagos presagios se harán realidad.

 

Uno tras otros los irresponsables políticos afirmaron que la crisis había terminado, o estaba por terminar. Andrés Velasco llegó a decir “aquí no hay ni habrá ninguna crisis”, antes de cantinflear con metáforas marinas, mareas altas y bajas y tipos que se bañaban empelotas. El destino, empecinado, se ha encargado de mostrar hasta qué punto mentían o hablaban por no callar.

 

Sin embargo, las infaustas señales fueron visibles hace mucho tiempo. Hace algunos años, de paso por España, tomé la precaución de conservar las páginas económicas de la prensa madrileña. Encuentro en mi modesta hemeroteca las del diario “El Mundo”, del día 17 de abril de 2004. Un día como otro.

 

Un título señala que “Greenspan reclama más decisión a la hora de castigar el fraude empresarial”. Alain Greenspan, que fuese durante 18 años presidente de la Reserva Federal, y a ese título uno de los principales responsables de la catástrofe en curso, pedía “decisión y contundencia a la hora de amonestar a todos aquellos responsables de fraudes empresariales porque si no se vulneraría la confianza en los mercados y en el propio sistema”. ¿Nos reímos?

 

Otro título de la misma página nos informa que “Una decena de consejeros del Santander y BBVA son accionistas de su banco rival”. En la época de las guerras de religión se usaba eso de llevar una chaqueta reversible, para poder  exhibir siempre el color de los que iban ganando. En la modernidad actual los ejecutivos financieros apuestan por el competidor. ¿Desconfían de sus propios talentos?

 

Los escasos centímetros cuadrados de la página que menciono nos ofrecen otra nota anunciadora de lo que venía: “Dimite el presidente del Bundesbank por aceptar invitación de un banco”. El presidente del todopoderoso Banco Central alemán dejaba su cargo en razón de un pecadillo que se parece a la corrupción, en el país que se complace dándole lecciones de rigor a medio mundo. Ernst Welteke fue invitado por el Dresdner Bank a las celebraciones de año nuevo en un lujoso hotel berlinés en el que pasó cuatro noches junto a su familia. Interrogado sobre ese menudo detalle, Welteke respondió: “¿No pensarían que lo iba a pagar yo?” Desde luego que no. Cuando no se sabe lo que significa la palabra Ethik, pagan las instituciones que uno está encargado de controlar. La nota periodística precisa: “Que el garante de la política monetaria de la primera economía europea no supiera establecer los límites entre sus deberes públicos y privados no resulta fácil de digerir en el país cuyo banco emisor sirvió de modelo al Banco Central Europeo”. Pero la sanción en que incurrió Welteke fue tan terrible como las “amonestaciones” que aconsejaba Alain Greenspan para los culpables de fraudes empresariales: la jubilación con una pensión millonaria.

 

Es extraordinario lo que se puede meter en apenas dos páginas. Una foto muestra a los máximos ejecutivos de La Caixa celebrando el centenario de la augusta institución financiera en compañía del socialista Pasqual Maragall, -a la sazón presidente de la Generalitat-, del Príncipe Felipe (el hijo del cazador de elefantes) y la Infanta Cristina. El delfín destacó en su discurso el papel de La Caixa “como símbolo y ejemplo de una economía social de mercado”, mientras Maragall señaló que su Gobierno “respetará e impulsará este modelo”. La Infanta no dijo nada, tal vez porque su Urdangarin de marido ya estaba estafando a medio mundo y defraudando los fondos públicos.

 

El hundimiento del sistema financiero basado en las cajas de ahorro españolas, -que el gobierno de Rajoy y Europa se aprestan a rescatar con más de 220 mil millones de euros-, demuestra lo visionario que ya eran en esos años los socialistas españoles y la familia real, para no hablar de los ejecutivos bancarios. Allá por el 17 de abril del 2004. Un día como otro.

Se necesitaría otra Tierra para mantener el consumo actual, alerta WWF

Población mundial consume en un año los recursos que el planeta demora 18 meses en regenerar. En EE.UU. la situación es peor
Martes 15 de mayo de 2012 - 10:35 am

Tierra, Consumo, WWF, Ecosistemas

(AP)
Ginebra (EFE). La Tierra tarda un año y medio en regenerar los recursos que la población mundial consume en doce meses, algo que no es sostenible a largo plazo y que debe ser asumido y modificado por los jefes de Estado que acudirán a la cumbre de desarrollo sostenible Rio+20.
 
Así lo advirtió hoy el Fondo Mundial para la Naturaleza, (World Wide Fund, conocido por sus siglas WWF) al presentar su informe “Planeta Vivo 2012”, en el que hace una evaluación del estado de nuestro mundo, señala las presiones a las que está sometido y detalla soluciones para mejorarlo.
El texto afirma que de 1970 a 2008 la biodiversidad en el mundo se ha reducido un 30 por ciento, y un 60 por ciento de ella se ha perdido en los trópicos, en países muy poco desarrollados.
 
La demanda de recursos naturales se ha duplicado desde 1966, y actualmente el mundo tarda un año y medio en regenerar lo que consumimos en doce meses. De hecho, si todos consumiéramos como un estadounidense medio, necesitaríamos cuatro planetas para soportarlo.
  
USAMOS UN 50% MÁS DE LO QUE TENEMOS

“Vivimos como si tuviéramos otro planeta disponible, estamos usando un 50 por ciento más de recursos de los que el planeta puede ofrecer. Tenemos la capacidad de ofrecer agua, comida y energía a los 9.000-10.000 millones de personas que vivirán en la Tierra en 2050, pero solo si todos, gobiernos, empresas, y ciudadanos modificamos nuestro comportamiento”, advirtió en una rueda de prensa Jim Leape, director general de WWF Internacional.
 
Leape considera que ese cambio puede producirse en la cumbre de la ONU conocida como Rio+20 -que se celebrará dos décadas después de la Cumbre de la Tierra, la primera gran reunión que trató sobre la degradación del planeta y cómo modificar dicha tendencia- aunque es consciente que la tarea no va a ser fácil.
 
“Este desafío es tan trascendental que no podemos dejar el cambio sólo a los individuos, los gobiernos tienen que actuar y el momento es ahora. No estamos donde deberíamos estar en cuanto a la negociación, pero falta aún un mes y debería hacerse todo el esfuerzo necesario para lograrlo”.
  
ECOSISTEMAS Y HUELLA ECOLÓGICA

Para evaluar el estado del planeta se han usado dos herramientas, el Índice Planeta Vivo, que evalúa la salud de los ecosistemas de la Tierra; y la Huella Ecológica, la demanda y uso de recursos por parte de los humanos en comparación con la capacidad de regeneración de los mismos, que se concreta en el área de tierra realmente disponible para producir recursos renovables y absorber las emisiones de CO2.
 
Los diez países con mayor huella ecológica del mundo son Qatar, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Dinamarca, Estados Unidos, Bélgica, Australia, Canadá, Holanda e Irlanda; España se sitúa en el puesto 25.
 
“Puede sorprender ver a países como Dinamarca, conocidos como ecológicos, estar en una posición tan alta, pero es que la huella toma en cuenta las importaciones y su coste, y este puede ser muy alto para el medio ambiente”, explicó Gemma Cranston, de la Red Global de la Huella Ecológica, co-editora del informe.
 
Los países ricos tienen de media cinco veces más impacto que los menos desarrollados, pero el mayor declive en biodiversidad lo padecen las naciones pobres, que según el informe “subsidian el estilo de vida de los países ricos”.
 
Para poder reducir el impacto de nuestro patrón de consumo sobre la Tierra deberíamos reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles y sustituirlos por energías renovables, disminuir y mejorar el consumo de agua, producir más eficientemente, intentar comprar productos que hayan sido fabricados o creados de forma sostenible, y acabar con los subsidios, sugiere WWF.
 Enlace: http://elcomercio.pe/planeta/1414959/noticia-se-necesitaria-otra-tierra-mantener-consumo-actual-alerta-wwf
  
 
COLECTIVO POR LA MADRE TIERRA-COMTERRA

Rififí entre los hombres

Escribe Luis casado – 10/05/2012  

 Si se me ocurrió darle el título de la famosa película de Jules Dassin a esta parida, se debe al tema que abordo: los rufianes de la banca y de la comunidad financiera. En el film, un pequeño grupo de ladrones prepara minuciosamente uno de los más espectaculares robos a un banco que se haya filmado jamás. Realizado con éxito, nadie saca provecho del botín porque la guerra en curso entre diferentes gánsteres echa todo por tierra.

 

 En los tristemente célebres mercados financieros está ocurriendo lo mismo. Si esta crisis se parece a la de 1929, se debe antes que nada a que en ambos casos las más eminentes instituciones financieras estaban, -y están-, en manos de rufianes. Entre los de ahora se cuenta Bernard Madoff, que fue presidente del NASDAQ antes de alzarse con más de 60 mil millones de dólares estafados a la rica clientela de su consultora financiera. Y también Hank Paulson quien, a la cabeza del banco Goldman Sachs, presidió no sólo la falsificación de las cuentas públicas de Grecia, sino también la invención de productos financieros derivados que no valían un cuesco con los cuales contaminó al sistema financiero mundial. Paulson fue uno de los rufianes responsables de la crisis de los créditos basura, -los subprimes-, que tienen pringados hasta ahora a buena parte de los bancos del mundo. En premio a su líerazgo y a su competitiáh George W. Bush le nombró Secretario del Tesoro de los EEUU (ministro de Hacienda) para que se ocupase de la crisis que él mismo había generado estafando a medio mundo. La única solución que se le ocurrió a Paulson fue pasarle 800 mil millones de dólares a los bancos especuladores que él mismo había defraudado. Los resultados de tal remedio están a la vista.

 

 La lista de rufianes no termina allí. Habría que mencionar a los profesores de Harvard que escribieron informes falsos a propósito de la solidez de los bancos de Islandia, a Mario Draghi y a Mario Monti, presidente del Banco Central Europeo y Primer Ministro de Italia respectivamente, ambos ex colaboradores de Goldman Sachs, así como a Lucas Papademos, actual Primer Ministro griego, ex esbirro de Goldman Sachs que en su día, como presidente del Banco Central heleno (1994-2002), miró hacia otro lado mientras se falsificaban las cuentas de su país.

 

 Pero estos parecen niños de pecho al lado de los Directores Generales del FMI. En el año 2004 Rodrigo Rato* asumió la Dirección General del Fondo Monetario Internacional, un premio de consolación después de que Mariano Rajoy le birló la sucesión de José María Aznar a la cabeza del Partido Popular español. Rato no terminó su período al dimitir por “razones personales” en octubre del 2007. Al parecer se traba de un asunto de platas porque poco después integró el servicio internacional del banco Lazard en Londres, con responsabilidades en Europa y América Latina. A principios del 2008 fue nombrado miembro del Consejo Consultativo  Internacional del Banco Santader, para finalmente aterrizar en Caja Madrid, de la cual llegó a ser Presidente. Allí presidió la fusión de Caja Madrid con otras seis Cajas regionales (2010) para formar Bankia, uno de los más importantes bancos españoles.

 

 Rodrigo Rato acaba de dimitir de la presidencia de Bankia en razón de las irregularidades constatadas por un auditor de finanzas. Según este cancerbero, la contabilidad de Bankia presenta una evidente sobrevaloración de activos evaluada en varios miles de millones de euros, para no hablar de 37 mil 500 millones de euros de activos tóxicos convenientemente ocultados hasta ahora. Por su parte el  Banco Financiero y de Ahorro (BFA) contabiliza su participación en Bankia en 12 mil millones, mientras su valor actual en Bolsa es de sólo 2 mil millones y el valor contable apenas de 8.500 millones. Parece evidente que se trata, una vez más, de falsificación de balances. Sin embargo, al dejar su cargo, Rodrigo Rato le pidió tranquilidad a  los clientes porque "Bankia tiene un nivel de solvencia muy alto". No sería tanto, visto que el presidente español Mariano Rajoy, -amigo político de Rodrigo Rato-, se vio obligado a nacionalizar Bankia, poniendo allí los miles de millones de euros que le ha quitado a la salud, a la educación y a los salarios.

 

 Rato fue remplazado en el FMI por el socialista francés Dominique Strauss-Kahn, más conocido como DSK, que arrastraba tras de sí un oscuro pasado. El escándalo de la MNEF (mutual nacional de los estudiantes franceses) le obligó a dimitir de su cargo de ministro de Finanzas de Francia: en el año 1997 había recibido una jugosa remuneración y el juez que estudio la causa le acusó de “falsificación y uso de documentos públicos” porque DSK le presentó una falsa factura para justificar el pago. También fue acusado de haber pagado su secretaria gracias un empleo ficticio en la filial suiza de la empresa francesa ELF. Cuando fue ministro de Economía fue acusado de haberle acordado una “reducción de impuestos” de 160 millones de francos al costurero Karl Lagerfeld a cambio de informaciones confidenciales sobre sus rivales políticos. Un informe del Procurador de la República de París, Jean-Pierre Dintilhac, indicó que había “fuertes presunciones de hechos de corrupción pasiva en contra del ministro”.

 

A los pocos meses de llegar a la Dirección General del FMI, DSK fue acusado de acoso sexual por una colaboradora con la que mantuvo una relación para luego despedirla. Tras reconocer este hecho el DSK pidió perdón por su comportamiento a los funcionarios del FMI. Hasta que en mayo del 2011 fue detenido por la policía de New York, acusado de haber violado a una camarera del hotel en el que se hospedaba. El proceso civil está actualmente en curso. Para completar el cuadro, una joven periodista francesa le acusó tardíamente de tentativa de violación, cargo que ya había prescrito. Actualmente está inculpado por la justicia francesa por “proxenetismo agravado en banda organizada” por su frecuente participación en orgías con prostitutas pagadas por empresas privadas que luego descontaban el gasto de sus impuestos.

Lejos de terminar aquí, la lista de hechos reprensibles cometidos por funcionarios del FMI se alarga hasta la nausea: En su día el  representante del FMI en Dakar, el español Alex Segura, que frecuentemente se entrometía en el debate público senegalés, fue detenido en un aeropuerto europeo con una valija que contenía 100 mil euros en efectivo. Un portavoz del FMI confirmó que su “representante había recibido un regalo de gran valor del gobierno senegalés y que se le había pedido que lo devolviese…”. ¿Por qué razones el gobierno senegalés le ofreció tal suma de dinero? Misterio.

Hank Paulson, Rodrigo Rato, DSK, Alex Segura, Mario Draghi, Mario Monti, Lukas Papademos y otros altos ejecutivos financieros impulsan la privatización de los servicios públicos, la reducción de los salarios para restablecer la “competitividad”, el aumento de la edad de la jubilación y la congelación de las pensiones, la baja de los pocos impuestos que pagan las empresas y el riquerío, la austeridad en el gasto público y la desregulación de los mercados financieros. Mientras se comportan como los truhanes de la película “Rififí entre los hombres”.

 

Louis Casado

Editor de Politika

 

 

* Sobre Rodrigo Rato, ver www.paginadigital.com.ar/articulos/2005/2005terc/cartas4/rostro-del-fmi-061005.asp

YPF Y LAS LLORONAS

Escribe Luis Casado – 21/04/2012

 

   

 

Si hubiese alguna duda con relación a la expropiación de YPF por parte del gobierno argentino, bastaría con leer la prensa adicta a los mercados financieros para disiparla: esa prensa llora, amenaza, augura catástrofes para los argentinos y, como suele hacerlo día a día, miente. Si esa prensa, las multinacionales y los líderes políticos más serviles a los intereses de los mercados financieros se quejan tanto… quiere decir que algo bueno tiene la llamada “nacionalización” de YPF.

 

Todo esto no debe oscurecer nuestro juicio a la hora de analizar la era “K”, ni hacernos confundir, como hace el necio, valor y precio. Más adelante volveré sobre este tema.

 

La cuestión primordial que se plantea en este caso es el de la soberanía de un país que obtuvo su independencia de España hace dos siglos. Y su derecho a definir sus políticas económicas, monetarias, financieras, industriales y sociales, sobre la base de los intereses de su propio pueblo, y en ningún caso a partir de los intereses de los “mercados”, de la “madre patria”, o siguiendo los amables consejos del FMI.

 

Las “lloronas” osan, como el patrón del grupo español REPSOL, insinuar que la expropiación busca ocultar la crisis económica argentina. En castellano castizo eso se llama descaro, desfachatez, desvergüenza. España, conducida durante décadas en función de los intereses de la banca y las grandes empresas como REPSOL, se encuentra sumida en la peor crisis de su historia. ¿Cómo podrían las mismas políticas hacerle algún bien a Argentina?

 

En el concurso de la hipocresía y la caradura, el premio se lo lleva el semanario británico “The Economist” que en su edición de hoy comenta la decisión argentina del modo siguiente:

 

“El costo económico a mediano plazo de esta decisión puede ser nefasto. Ella elimina toda posibilidad de obtener inversión privada para desarrollar los yacimientos de esquistos, que son extremadamente onerosos a explotar. Y conducirá probablemente a un éxodo de los expertos de la industria petrolera, acelerando la disminución de la producción local. Pero visto que la Sra. Fernández y su esposo, muerto en el 2010, ya habían arruinado la reputación de Argentina como un lugar seguro para hacer negocios mucho antes de la nacionalización de YPF, no está claro cuánto daño adicional esta decisión podría causar. Y la economía ha permanecido fuerte durante casi una década a pesar de tales políticas, en razón de los crecientes precios de la soja y el crecimiento económico del vecino Brasil”.

 

Para “The Economist” toda decisión contraria al libre mercado es “nefasta”. No se trata de una previsión sino de un juicio dogmático. Anunciar que Argentina encontrará dificultades para financiar su desarrollo es cosa de chiste. Desde el default de 2001 los mercados financieros son reticentes a facilitarle a Argentina el acceso al crédito. Parafraseando a “The Economist”, ¿cuánto más daño ocasionará la expropiación de YPF? Luego, cuando se constata el “bien” que le han hecho a Grecia los mercados financieros… es como para decir “no me ayude compadre”. La referencia al éxodo de los expertos de la industria petrolera tiene más de mala leche que de realidad en el terreno. Pero… ¿qué importa? Después de todo la reputación de Argentina ya fue “arruinada” hace años. Es como para preguntarse que diablos hacía REPSOL en Argentina durante todo este tiempo. Finalmente, -y esta es la cumbre de la mala fe-, si “la economía ha permanecido fuerte durante casi una década” (¿no era para ocultar una crisis que YPF fue nacionalizada?) se debe “a los crecientes precios de la soja” (lo mismo podría decirse de Chile con el cobre, de Arabia Saudí con el petróleo, de Rusia con el gas…) “y al crecimiento económico del vecino de Brasil”.

 

Mientras tanto Gran Bretaña, que goza de una excelente reputación como guarida de los mercados financieros y ha persistido hasta ahora en una política económica ultra-liberal, se debate en una profunda crisis, exhibe una deuda pública superior al 100% de su PIB, su déficit presupuestario es el peor del G20 (12%), cada hogar británico le debe a los bancos más del 170% de sus ingresos anuales, sus principales bancos no han sobrevivido sino gracias al dinero público, la tasa de desempleo de los jóvenes alcanza un record histórico, la tasa general de desempleo es de 8,4% (la más alta desde 1995). ¿Vale la pena seguir? En cuanto a España, no merece la pena describir una vez más su lamentable situación económica, financiera y social. Los jóvenes españoles e ingleses sí emigran al extranjero para buscar una oportunidad de trabajo. Estos son los países que vienen a darle lecciones de conducción de su economía a Argentina.

 

Abordando otro aspecto de la política económica argentina, “The Economist” acusa al gobierno de Cristina Fernández de usar el Banco Central como una hucha, una alcancía al servicio del gobierno. Sin mencionar que la autonomía del propio banco Central Europeo está siendo cuestionada, “The Economist” dispara con pistolitas de agua:

 

“Durante los últimos 20 años una placa adornaba el vestíbulo del Banco Central de Argentina, proclamando su ‘misión fundamental y primaria, preservar el valor de la moneda nacional’. Esta semana la placa fue removida después que el Parlamento aprobase un proyecto gubernamental que le da al Banco Central un nuevo mandato: ‘promover, en el límite de sus capacidades y en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el crecimiento económico con justicia social’”.

 

En pocas palabras, dice “The Economist”, el Banco Central perdió la última pizca de su independencia, y se transformó en la alcancía del gobierno de Cristina Fernández. Desde luego, al quitarle la sacrosanta autonomía a su Banco Central el gobierno argentino comete un pecado mortal contra los criterios del Consenso de Washington, y atenta gravemente contra el dominio de los mercados financieros y la especulación desenfrenada. Es probable que los consejos de un tal Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía 2001, ex vicepresidente del Banco Mundial y ex Consejero Económico de Bill Clinton en la Casa Blanca, hayan surtido algún efecto. En sus numerosas obras Joseph Stiglitz insiste en que nadie ha probado nunca que un país que tiene un Banco Central autónomo crezca más rápido o presente resultados económicos espectaculares. La prueba de lo contrario la da Europa, que le dio plena independencia a su Banco Central y vive una crisis sin precedentes. Lo mismo puede decirse de Gran Bretaña. ¿Entonces?

 

Por si fuese poco, “The Economist” critica en el nuevo mandato del Banco Central argentino la inclusión de una misión relativa al empleo. Pero “The Economist” olvida mencionar que en la materia Argentina no hace sino copiar a los… EEUU. En efecto, el mandato de la Reserva Federal (FED) no se limita a la estabilidad monetaria y al crecimiento, sino que integra la creación de empleo como un elemento fundamental. ¿Hipocresía?

 

Por otra parte “The Economist” se hace el escandalizado cuando pretende que el gobierno argentino podrá “utilizar las reservas del Banco Central (US$ 47 mil millones) para pagar deuda pública”. Una vez más el semanario británico olvida mencionar que es precisamente lo que hace el gobierno de los EEUU, cuyo principal comprador de bonos (el principal prestamista) es la Reserva Federal, o en otras palabras, la imprenta más rápida del mundo en fabricar moneda sin respaldo ninguno. Lo que es bueno en los EEUU es malo en Argentina. “Haz lo que te ordeno, no lo que hago” parece ser el lema de “The Economist”.

 

Pero dejemos de lado a las “lloronas” para ocuparnos de la historia de YPF y algunos aspectos de la política económica de la era “K” con el propósito de determinar si esta nacionalización puede traducirse en una independencia energética para Argentina, y si obedece a una estrategia coherente.

 

La empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), -de propiedad del Estado argentino-, fue privatizada parcialmente en el año 1992 por el gobierno peronista de Carlos Menem, entregándole el control al grupo español REPSOL. En esa época, un Menem de mocasines blancos y pobladas patillas privatizó gran parte del patrimonio público, de la industria y de los servicios: la energía, el agua, las comunicaciones, el transporte, los casinos e incluso el zoológico. El peronismo, o al menos el peronismo menemista, se convirtió al neoliberalismo. Hay quien afirma que la privatización de YPF, efectuada en dos fases (1992 y 1999), contó con el caluroso apoyo de los Kirchner. Entre otras, la senadora María Eugenia Estenssoro de Coalición Cívica que pone en duda las razones que condujeron a la expropiación del 51% de YPF. En su alocución a la nación Cristina Fernández aseguró que recuperar YPF era el sueño de su difunto esposo. María Eugenia Estenssoro argumenta:

 

“Si su sueño (de Néstor Kirchner) era recuperar YPF, ¿por qué le vendió a Repsol las acciones de YPF que tenía Santa Cruz (provincia cuyo gobernador era Kirchner) y acompañó la desnacionalización total de la petrolera impulsada por Carlos Menem? Si el sueño de Néstor Kirchner era recuperar YPF, ¿por qué en 2007, cuando decidió la “argentinización” de la compañía, eligió a su amigo Enrique Eskenazi, un banquero sin experiencia en petróleo, que no aportó ni capital, ya que compró el 25% de las acciones con un préstamo de la propia Repsol?

 

Y agrega:

 

“Cristina Kirchner tampoco explicó por qué ella y sus ministros aprobaron el acuerdo de accionistas por el cual Repsol y Eskenazi se obligaron a retirar el 90% de las ganancias durante diez años. Si los accionistas retiraban la casi totalidad de las ganancias todos los años, cuando la norma para el sector es el 30%, ¿cómo iba a realizar YPF las inversiones necesarias para ampliar la reservas y la producción que necesitaba el país?”

 

El esquema utilizado por Enrique Eskenazi no es nuevo. En el año 1967, Jean-Jacques Servan-Schreiber, periodista, ensayista y político francés, publicó su famoso libro “El desafío americano” en el que cuenta que en los años de la posguerra las empresas yanquis compraron masivamente las renacientes empresas europeas. Para ello, dice, aportaron no más de un 10% del capital y el resto lo tomaron prestado en Europa: “En pocas palabras les pagamos para que nos compraran”, concluye.

 

Por otra parte, quienquiera esté familiarizado con el derecho comercial sabe que un accionista no puede deberle dinero a la empresa de la cual es dueño. En principio… Cuando estalló la crisis de las llamadas “dot.com” en los EEUU, en los años 2000-2001, y peor aun con la crisis siguiente, la de los productos financieros derivados (subprimes),  quedó en evidencia que el pillaje de las empresas por parte de los ejecutivos estadounidenses que las dirigían alcanzaba proporciones inimaginables. Muchos CEOs utilizaron dinero de la empresa que dirigían para comprar, a título privado, las acciones de la misma empresa. La compra de empresas utilizando el conocido truco llamado LBO (leveraged buy-out) le permitió a muchos especuladores adquirir empresas mediante un crédito que luego pagaron con los beneficios obtenidos por la empresa adquirida. Para acelerar el proceso, la reducción forzada y masiva de personal (reducción de la masa salarial) es un must.

 

Como quiera que sea, el retiro de las ganancias por parte de los accionistas de YPF tuvo que ver con la necesidad de pagar el crédito que Eskenazi obtuvo de REPSOL para comprar acciones de… YPF.

 

Volviendo al tema de la privatización, es necesario precisar que Argentina, contrariamente a Chile, siempre conservó la propiedad de sus recursos básicos, en este caso el petróleo. La privatización concernía los derechos explotación concedidos a diferentes empresas, concesiones que pueden ser revertidas incluso por las diferentes provincias argentinas en las que se encuentran los yacimientos.

 

Ahora, el proyecto de re-estatización enviado el Senado declara de "utilidad pública" y sujeto a expropiación el 51% de las acciones de YPF. Ese 51% se dividirá, a su vez, entre la Nación (51%) y las diez provincias (49%) que integran la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi). Todos los gobernadores apoyaron la medida. De este modo el Estado tendrá el 26,01% del total de acciones de YPF, y las provincias el 24,99%. Se mantendrá intacto el 17% de acciones en manos de inversionistas privados “amigos de los Kirchner” (Eskenazi, dueños del banco de Santa Cruz). Una porción siempre fue de propiedad del Estado argentino. Finalmente, un 6,4% quedará aún en manos de Repsol, que pasaría a ser socio minoritario.

 

YPF explota un tercio del petróleo y el gas argentino. Si se excluye a una empresa menor de propiedad estatal, el resto, o sea en torno al 66% del petróleo, es explotado por privados.

 

En cuanto a las razones objetivas que llevaron el gobierno argentino a expropiar YPF, este alega que REPSOL no cumplió con sus compromisos en materia de inversiones para aumentar la capacidad productiva. “The Economist” defiende a REPSOL argumentando que:

 

“YPF invirtió US$ 11 mil millones en sus operaciones argentinas en los últimos cinco años, y sólo distribuyó US$ 3 mil 500 millones en dividendos, la mayor parte de los cuales fueron a pagar el crédito que Petersen, una empresa argentina (en la cual está involucrado Eskenazi – nota mía), tomó para comprar acciones de la empresa con el apoyo de Néstor Kirchner, el difunto esposo de Cristina Fernández y su predecesor como presidente”.

 

La primera observación que viene in mente tiene que ver con la excepcional rentabilidad de YPF. Una inversión de 11 mil millones de dólares en el curso de cinco años permite distribuir, en el mismo período, “sólo” 3  mil 500 millones de dólares de dividendos. El “sólo” hay que entenderlo como una auto-limitación, signo de la moderación de los empresarios, y no como el techo del lucro. En segundo lugar, este dato viene a confirmar los dichos de la senadora María Eugenia Estenssoro. No hay que ser un lince para imaginar de dónde obtuvo “The Economist” esta información tan embarazosa para Cristina Fernández.

 

Otro argumento esgrimido por REPSOL en su defensa tiene que ver con que la fijación de límites de precio para el petróleo producido por YPF reduce las posibilidades de inversión:

 

“El productor recibe sólo US$ 42 por barril exportado, y alrededor de US$ 70 en el mercado doméstico, cuando el precio del mercado mundial está por encima de los US$ 120”.

 

En efecto, la política del gobierno argentino apunta a “subvencionar” el consumo de combustible en beneficio de la población y de la industria local. Pero la cuestión central no está ahí, sino en el costo de producción y en el derecho soberano de Argentina a fijar el precio del petróleo que producen las empresas concesionarias. Recordemos que Argentina sigue siendo dueña del petróleo, y que la concesión acordada tiene que ver sólo con su extracción.

 

Cuando hace un par de años Irak comenzó a restablecer su capacidad productiva de petróleo, decidió no privatizarlo sino proponer concesiones de extracción a las grandes petroleras mundiales. Para ello organizó una especie de remate público, transmitido por TV, en el que propuso pagar dos dólares (US$ 2,00) por barril extraído. Ninguna de las empresas presentes quiso aceptar ese trato. Sin embargo, dos semanas más tarde, un consorcio chino-británico llegó subrepticiamente a Bagdad para firmar un contrato en esas condiciones. En pocos días todas las petroleras estaban haciendo cola para hacer lo propio.

 

A dos dólares el barril extraer petróleo es un pingüe negocio en Irak… ¡Pero no lo es para REPSOL a US$ 42 dólares (ni a US$ 70) en Argentina!

 

Como puede constatarse, el tema energético no es ni simple ni fácil de abordar. Ni en Argentina, ni en ningún país del mundo. Enormes intereses se esconden detrás de cada movida. Las privatizaciones de Carlos Menem contribuyeron poderosamente a la catástrofe económica del 2001. La actitud despectiva del FMI en esa época llevó al vespertino francés “Le Monde” a publicar un editorial titulado: “Argentina: el alumno castigado por obediente”. Quien pagó la nota en miseria, en desempleo, en precariedad y en sufrimiento, fue el pueblo argentino.

 

Por el contrario, una golondrina no hace verano: no es la nacionalización, o la expropiación, la re-estatización o como quiera llamársele, de YPF, la que determina una política económica favorable a los miserables.

 

Pero como quiera que sea, aun si los procedimientos del ejecutivo argentino no quedan eximidos de sospecha de corrupción, de favoritismo, ni de “cronyism”, el derecho de cada nación soberana a disponer de sus recursos básicos y utilizarlos como le de la gana es inalienable.

 

Los “expertos” que quieren darle consejos a Argentina harían bien de regresar a sus respectivos países, hundidos en un marasmo sin fin gracias a esos mismos “expertos”.

 

 

Louis Casado

Editor de Politika

 

 

HISTERIA ESPAÑOLA

Escribe Luis Casado – 17/04/2012

 

  

Olvida la “furia española”. Lo que está de moda es la Histeria Española. Para verla llegar bastó con que Cristina Fernández expropiase la empresa petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que como su nombre lo indica fue de propiedad del Estado argentino. En algún momento feliz para el Consenso de Washington YPF fue privatizada y fue a parar a manos de la española Repsol, cuyo presidente Antonio Brufau ha perdido la compostura, la cordura y se ha hundido en la locura.

 

La prensa del mundo entero ignora la histeria hispánica. Apenas si el Wall Street Journal hace referencia a la dificultad del gobierno español para colocar deuda soberana a una tasa decente. Pero los medios españoles, en una bella unanimidad, tienen colores de apoplejía: “El País” anuncia que Bruselas suspendió un encuentro con el ejecutivo argentino y señala que “La Comisión Europea advierte que Buenos Aires envía una señal muy negativa a los inversores” (sic). La “buena señal” viene de Europa, que no sabe qué moneda tendrá dentro de tres meses, ¡no te jode!

 

El muy derechista diario “ABC” titula “Expolio”, porque los franquistas irredentos se sienten expoliados, pobres de ellos. El cotidiano “La Razón” le hace poco honor a su nombre, y pone en portada, en grandes caracteres, “La guerra sucia de Kirchner - Argentina expropia YPF y expulsa de la sede petrolera a los directivos españoles”. Las tropas españolas en Afganistán hacen una guerra limpia, ellas. Para no hablar de un Juan Carlos algo gagá que se va a matar elefantes en vías de extinción en África, lo que no tiene mucho ni de sano ni de inmaculado.

 

El diario catalán “La Vanguardia” es un pelín más sobrio cuando titula “Expropiación – Repsol exige 8 mil millones y acusa Argentina de hundir el valor de YPF”. En realidad lo que se hundió fue el valor de Repsol, que según la propia prensa española con YPF “pierde las joyas de la corona”. La prensa financiera es aún más histérica, si cabe. “El Economista”, el mal nombrado, exclama: “Kirchner se burla de España y nacionaliza el 51% de YPF”. ¿Qué os parece tíos? ¡Recuperar lo que te pertenece es una burla a España! ¿Y el peñón de Gibraltar? ¿Acaso España no quiere recuperar el peñón de Gibraltar? Tanta boludez me hace recordar a mis amigos de Canarias que pintan en los muros eso de “Godos… Go home!”.

 

El diario  “Expansión” es aún más aguerrido al titular “Kirchner expropia YPF y reta a España”. Nada menos. Si fuesen algo menos histéricos sabrían que se reta apenas a una multinacional que, como otras empresas españolas pletóricas de yanaconas sudakas, ganan en América del Sur lo que no ganan en ningún sitio del mundo. No obstante, hay que reconocer que la palma de oro se la lleva el diario “Negocio”, publicación que vive de los ídems: “Kirchner desafía a medio mundo tras expropiar YPF”. ¿Qué tal?

 

Intrigado me fui a leer la prensa china, india, francesa, alemana, rusa e incluso la de los Estados Unidos de América, tan celosos de la conservación del imperio: no había ni una sola referencia al caso YPF. De modo que no logré saber a qué mitad del mundo se refiere “Negocio”. Tal vez creen seguir viviendo en la época de Carlos V, en cuyo imperio no se ponía el sol, lo que muestra que su relojito tiene un ligero atraso de cinco siglos. ¡Despierta majo, que la descolonización se puso en marcha en el siglo XIX!

 

Por si fuese poco, el presidente de Repsol, ese que perdió la compostura, la cordura y se ha hundido en la locura, declara que con esta medida Cristina Fernández intenta “tapar la crisis social y económica de la Argentina". ¡Caradura, quién está sumida en una profunda crisis es España! No te jode… Es España la que tiene un 25% de desempleo, y más del 50% entre los jóvenes. Es España la que no logra refinanciar su deuda soberana sino pagando las tasas que le cobran a los atorrantes.

 

Argentina tuvo los cojones de mandar a sus acreedores a paseo, de declarar un default, y de renegociar enseguida la deuda con una quita del 70%. No era el socialdemócrata Zapatero que iba a ser capaz de hacer lo mismo. En cuanto a Rajoy, como dice él mismo, “Si no hago lo que hago, Europa me obligará a hacerlo”. Ya lo dijo Iñaki Gabilondo, que al elegirlo se elegía al siervo del amo. Estos siervos son los que ahora amenazan a Argentina.

 

Insolentes con los que creen débiles, y serviles con los grandes. Felipe Gonzalez, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y ahora este bufón llamado Mariano Rajoy. Todos incluidos en las nóminas de las multinacionales, o a punto de estarlo. Por eso están histéricos: porque los siervos deben mostrar con celo que son los más fieles guardianes del orden impuesto por los amos.

 

Louis Casado

Editor de Politika

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ITALIA: TUTTO A POSTO

 

Escribe Luis Casado – 01/04/2012

 

   

La prensa europea aplaude hasta con las orejas al primer ministro italiano Mario Monti. Tal parece que el sucesor de Berlusconi es una especie de “remedio milagroso” para los males que aquejan a la península. En algo más de cuatro meses la Italia eterna está de regreso, “recuperó su rango en la escena internacional y su credibilidad en los mercados, (…) los inversionistas compran sin temor sus títulos de deuda”. La Unión Europea, los EEUU, China, el Wall Street Journal, el Financial Times y las agencias de calificación de deuda eructan satisfechos. Tutto a posto, dunque. 

 

Pero… ¿Mario Monti es realmente capaz de hacer milagros? ¿Qué es lo que los mercados alaban tanto y con tanto entusiasmo? En la materia, nada nuevo bajo el sol. No es que Italia haya pagado la deuda pública más grande de Europa, que la productividad haya subido como leche al fuego, ni que la evasión fiscal haya sido yugulada, o que la inversión productiva haya crecido, nada de eso.

 

Simplemente Mario Monti, -que le debe su elección como primer ministro a la derecha y a la “izquierda” unidas-, está aplicando con fervor religioso los dogmas del neoliberalismo: una cura de rigor que restringe el gasto público, una reforma de la previsión que prolonga los años de trabajo y baja las pensiones, la eliminación del artículo 18 del Código del Trabajo que impide los despidos abusivos, etc. Eso es lo que aplauden los mercados.

 

En Italia, en donde la alianza del Partido Comunista (1921-1991) y la Democracia Cristiana (1942-1995) tuvo el mérito de hacerlos desaparecer en medio de escándalos de corrupción, Mario Monti ha contado hasta ahora con un apoyo panorámico de las fuerzas políticas presentes en el Parlamento: el Partido Demócrata (fusión de la social-democracia con los social-liberales), el Pueblo de la Libertad (el partido de Berlusconi) y la Unión de Centro (democristianos afiliados al Partido Popular Europeo).

 

Se trata de la más amplia mayoría política jamás alcanzada por un primer ministro. Sólo la Liga del Norte (ex socios de Berlusconi) y la Italia de los Valores del juez anticorrupción Antonio di Pietro están en una oposición abierta, por razones disímiles. Y desde luego los trabajadores organizados que comienzan a levantar la cabeza: la CGIL, la confederazione generale italiana del lavoro, anuncia una huelga general. Los otros sindicatos, más tibios, comienzan a inquietarse.

 

Sintiendo venir vientos de tormenta, Mario Monti amenaza con dimitir si la reforma de la legislación del trabajo no es aprobada. Curiosamente, Monti estima que su alejamiento del poder se traduciría por una pérdida de confianza de los mercados, lo que dificultaría la refinanciación de la gigantesca deuda pública italiana. Esta alcanza la extraordinaria cifra de 1,9 billones de euros (120% del PIB italiano), cuando el total de recursos del MEE (mecanismo europeo de estabilidad) no llega al billón de euros para “ayudar” a Grecia, a España, a Portugal, a Irlanda y los que sigan llegando.

 

Mario Monti inspira “confianza” porque posee un currículo de sueño para los autócratas: en 1995 fue nombrado Comisario europeo del Mercado Interno, y en 1999 Comisario europeo de la Libre Competencia, por… Silvio Berlusconi. Monti abandonó sus altas funciones en el 2005, año en que fue contratado por… Goldman Sachs, el banco que falsificó las cuentas públicas de Grecia (desde sus altos cargos en la Unión Europea Mario Monti no vio nada, o estaba mirando para el otro lado). Del 2009 al 2010 le nombran miembro del Grupo de reflexión sobre Europa presidido por… Felipe González. Finalmente, en noviembre de 2011, ¿pura coincidencia?, el presidente italiano Giorgio Napolitano lo nombró… ¡senador vitalicio!

 

¡Gracias a lo cual llegó a la presidencia del Consejo de Ministros de Italia sin haber ganado jamás una elección!

Entretanto, la tasa de desempleo de los jóvenes es superior al 30%. Poco importa: los apetitos de Mario Monti y las ambiciones de los partidos políticos parasitarios siguen aumentando. ¡Pobre Italia!

 

Louis Casado

Editor de Politika

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TRES FAMILIAS CHILENAS EN FORBES

NO SON SOLO CIFRAS – SON SUFRIMIENTOS Y DOLORES QUE AFECTAN A MILLONES DE CHILENOS. 

PODEROSA RAZON PARA EXIGIR ASAMBLEA CONSTITUYENTE.

12 de Marzo de 2012

¿Por qué hay tres familias chilenas que están entre las 100 mayores fortunas del mundo?

Gonzalo Durán y Marco Kremerman

Economistas de la Fundación SOL

http://www.fundacionsol.cl

Recientemente apareció el ranking Forbes 2012 sobre las principales fortunas a nivel mundial. Tres familias chilenas, Luksic, Matte y Paulmann, aparecen dentro del Top 100, lo que permitió que nuestro país se ubique en el noveno lugar entre las naciones que más multimillonarios tienen en este selecto grupo. Sólo somos superados por Estados Unidos, Rusia, Alemania, Brasil, Francia, Hong Kong, India y México.

Llama la atención que países más grandes en población o que duplican o triplican nuestro PIB per cápita tengan menos multimillonarios que Chile en el Top 100. Tal es el caso de Reino Unido, Canadá, Australia, Japón, Noruega, Dinamarca, Holanda, España, Corea del Sur, China y otros.

También resulta particular que aparezca un presidente de la república como Sebastián Piñera, en el lugar 521° del ranking, ya que no es tan usual encontrar en este listado mandatarios de Estado.

Las cinco familias chilenas que aparecen en el listado completo de Forbes (Luksic, Matte, Paulmann, Piñera y Angelini) acumulan un patrimonio que supera los US$ 40.000 millones, vale decir, cerca de 20% del PIB nacional y todo lo que recaudamos vía impuestos.

Las recientes movilizaciones no responden a meras rabietas, ni indignación adolescente, sino que se trata de un cuestionamiento al modelo económico que Chile ha adoptado en los últimos 30 años y que ha generado un crecimiento de suma cero, donde muy pocos se han enriquecido a costa del trabajo y el sacrificio de muchos. Así, mientras los de abajo avanzan un peldaño, los de arriba avanzan 100 y nos piden que con ello debemos concluir que “todos” hemos mejorado.

Por tanto, surge la siguiente pregunta: ¿Por qué hay tres familias chilenas entre las 100 mayores fortunas del mundo?

Una primera aproximación de carácter general para contestar esta pregunta, tiene que ver con nuestros históricos, graves y vergonzosos niveles de desigualdad. Precisamente países como Noruega, Dinamarca, Japón, Holanda o Canadá se sitúan dentro de los 20 países menos desiguales del mundo en materia de ingresos, de acuerdo al coeficiente de Gini. En cambio, nosotros estamos en la lista de los países con peor distribución del ingreso junto a las naciones africanas y centroamericanas más pobres.

Bueno y entonces ¿por qué somos tan desiguales? Sin duda, la respuesta de esta pregunta forma parte de la razón central detrás del malestar, las actuales movilizaciones y del descrédito que sufre nuestro sistema político.

No se trata de cuestionar la prosperidad y el crecimiento, sino que revelarse ante el hecho de que en un mismo país algunas familias acumulen tanta riqueza, mientras el 80% de los hogares chilenos vive con menos de $820 mil al mes (y más de la mitad con menos de $450.000). Y en Chile, que una familia promedio de cuatro personas viva con menos de $820 mil mensuales, en términos prácticos significa endeudarse, postergarse o simplemente realizar una serie de malabares para “parar la olla”.

¿Y por qué han acumulado tanta riqueza estas familias? Simplemente, porque definieron el nivel de ganancias que querían obtener y el país se estructuró, principalmente bajo la Dictadura Militar y los Gobiernos de la Concertación, para que las leyes e instituciones permitan que ese nivel de ganancias no se vea amenazado a través de los siguientes enclaves:

1)    Un sistema de AFP que con el dinero de todos los trabajadores inyectó recursos frescos para capitalizar sus empresas.

2)    Un sistema Tributario que les permite pagar menos impuestos en términos relativos que trabajadores de clase media, a través de un set de créditos y exenciones.

3)    Un Modelo de Relaciones Laborales hecho a la medida, para que los trabajadores no tengan el poder para disputar el reparto de utilidades, llevando la negociación al espacio de la empresa y contraviniendo las normas internacionales en materia de huelga.

4)    Privatización de los servicios públicos y perdonazos a la Banca.

5)    Privatización de la explotación de recursos naturales como el Cobre (y muy luego el Litio).

6)    Un Sistema Binominal que permite mantener el status quo.

Nuestras 3 familias Top 100 Forbes y otras tantas que constituyen los principales grupos económicos del país, para asegurarse de que su nivel de ganancias sea máximo, fijan los salarios de los gerentes y directores que cuidan y administran sus empresas en valores estratosféricos, pero como necesitan minimizar costos:

  • Pagan bajos salarios a los demás trabajadores, comprometiendo su reproducción y la posibilidad de tener un buen vivir, aprovechando de que tienen nula o escasa fuerza para negociar un salario mayor. (Según encuesta ENETS, 76% trabajadores en Chile gana menos de $350 mil, lo que equivale al salario ético ajustado por IPC propuesto por el Obispo Goic y según datos Dirección del Trabajo menos del 5% negocia colectivamente cada año).
  • Colocan duras condiciones a las miles de pequeñas empresas proveedoras que forman parte de las cadenas de negocios que sus compañías lideran.
  • Amparado por los beneficios y resquicios que les proporciona el Sistema Tributario, pagan un bajo nivel de impuestos y con ello nos han impedido asegurar el derecho universal a una educación y salud gratuita y de calidad.

Esta trenza institucional y cultural es la que tiene tan mal al país. Por lo mismo las recientes movilizaciones no responden a meras rabietas, ni indignación adolescente, sino que se trata de un cuestionamiento al modelo económico que Chile ha adoptado en los últimos 30 años y que ha generado un crecimiento de suma cero, donde muy pocos se han enriquecido a costa del trabajo y el sacrificio de muchos. Así, mientras los de abajo avanzan un peldaño, los de arriba avanzan 100 y nos piden que con ello debemos concluir que “todos” hemos mejorado.

Quizás ahora podemos entender de mejor manera, por qué un país pequeño y de ingresos medios como Chile, tiene tres familias entre las 100 mayores fortunas del mundo.

Quantitative easing and carry trade

Luis Casado – 01/03/2012

 

No. No te voy a dar el coñazo con un idioma que conozco tan mal como cualquier ciudadano de este país  “bilingüe”. Pasa que la actualidad está llena de referencias a la crisis europea que prolonga la crisis yanqui, que sucedió a la crisis japonesa, que no hacía sino extender otras múltiples crisis que lejos de haberse terminado se despiertan cada día vivitas y coleando.

 

Un quantitative easing (QE) es una emisión de dinero sin respaldo por parte de un banco central. En las teorías al pedo que enseñan en las universidades esto es caca. Lo de emitir dinero sin respaldo, digo. Algo así como condenarse al infierno antes de haberla palmado y de haber comparecido en el Juicio Final. Pero, como suele ocurrir, una cosa es lo que te enseñan y otra es lo que hacen. “No fornicar” dice la iglesia…y ya ves. Aquí es más o menos lo mismo.

 

Ben Bernanke, presidente de la FED, el banco central de los EEUU, ya lanzó dos QE por un total en torno a 1,6 billones de dólares. La nada misma. Si la excusa utilizada para justificar esta alforza a la cátedra era la de redinamizar la economía yanqui, en el fondo se trataba de salvar un sistema bancario rufián, especulador e inmoral. Para tales efectos ha sido pasablemente inútil, lo que no le impide a Mario Draghi, presidente del banco central europeo (BCE), utilizar la misma pomada. Hace algunas semanas Draghi le pasó 489 mil millones de euros a la banca privada europea. Y esta semana € 529 mil millones más.

 

Lo curioso es que cuando se trata de la Salud, de la Educación, de las pensiones, de los servicios públicos, de la inversión en infraestructuras o de los salarios, no hay plata. Pero cuando se trata de salvar a los especuladores, como por arte de birlibirloque surgen cientos de miles de millones. Dinero que desde luego no está destinado a la inversión productiva, sino, como queda dicho, al rescate de la banca y los rufianes que la dirigen. No lo digo yo, lo dice un Editorial del diario madrileño “El País”, poco sospechoso de enemistad con el gran capital: “Con el antecedente de la primera subasta puede calcularse que la banca no trasladará la liquidez que ha recibido del BCE a préstamos para empresas y particulares; o, dicho con más precisión, no concederá nuevos créditos para proyectos de inversión y empleo. Una parte del dinero recibido volverá al BCE para cubrir vencimientos; y otra, según las intenciones de Draghi y su staff, podría destinarse a la compra de deuda pública.”

 

Se trata pues de dinero destinado a estabilizar a los bancos, y a permitirles seguir especulando con la deuda soberana: el dinero que el BCE les proporciona con tanta generosidad y a una tasa de interés bajísima (1% anual) los bancos privados se lo prestan a los Estados europeos a tasas que llegan hasta un 15% y aún más, como en el caso griego.

 

O bien, como denuncia Dilma Roussef, lo utilizan para  practicar el muy rentable negociado que llaman carry trade. ¿En qué consiste? Es muy sencillo. La FED en los EEUU, y el BCE en Europa, le pasan cientos de miles de millones a la banca privada a tasas ridículas: 0,25% anual en los EEUU, y un mísero 1% al año en Europa. Los bancos toman ese dinerillo y van a colocarlo en países como Chile o Brasil, en donde la tasa directriz de los respectivos bancos centrales es mucho más alta: un 5% y un 10,50% respectivamente. De ese modo, sin correr ningún riesgo, un banco yanqui paga 0,25% de intereses sobre el dinero que le presta la FED, y obtiene en Chile una remuneración del 5%. Sin poner ni uno, sin producir ni un cuesco, el banco obtiene 20 veces lo que paga en intereses.

 

Admitamos que esos bancos traen a Chile 20 mil millones de dólares: por ese “favor” les pagamos mil millones de dólares de intereses al año. Luego se regresan a los EEUU, le pagan 50 millones de intereses a la FED, y se quedan con la diferencia: US$ 950 millones. Negocio redondo.

 

A Dilma Roussef no le gusta esa estafa y declara: “Estamos preocupados por este tsunami monetario que causan los países desarrollados”. Y acusó a dichos países de mantener tasas de interés muy bajas, debilitando sus monedas, lo que hace que esos capitales vengan a Brasil a aprovecharse de tasas de interés más altas, reforzando artificialmente la moneda local. Esta “guerra cambiaria” encarece los productos brasileños y abarata las importaciones provenientes de los EEUU y Europa, canibalizando así su mercado interno.

 

Guido Mantega, el ministro de Hacienda brasileño, dice que “Brasil no permanecerá impasible frente a esta guerra cambiaria”. “Nos defenderemos”, asegura. En Chile, Felipe Larraín está feliz, él. Y cada vez que baja el dólar, los “enteraos” y los “expertos” nos dicen que es por culpa del aumento del precio del cobre. En realidad intentan ocultar una política monetaria contraria a los intereses nacionales. Cuando era presidente de la SNA, Luis Mayol se quejaba un día sí y el otro también. Luego le nombraron ministro de Agricultura. Desde entonces calla. ¿Por qué será?

 

Louis Casado

Editor de Politika

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