Rififí entre los hombres
Escribe Luis casado – 10/05/2012
Si se me ocurrió darle el título de la famosa película de Jules Dassin a esta parida, se debe al tema que abordo: los rufianes de la banca y de la comunidad financiera. En el film, un pequeño grupo de ladrones prepara minuciosamente uno de los más espectaculares robos a un banco que se haya filmado jamás. Realizado con éxito, nadie saca provecho del botín porque la guerra en curso entre diferentes gánsteres echa todo por tierra.
En los tristemente célebres mercados financieros está ocurriendo lo mismo. Si esta crisis se parece a la de 1929, se debe antes que nada a que en ambos casos las más eminentes instituciones financieras estaban, -y están-, en manos de rufianes. Entre los de ahora se cuenta Bernard Madoff, que fue presidente del NASDAQ antes de alzarse con más de 60 mil millones de dólares estafados a la rica clientela de su consultora financiera. Y también Hank Paulson quien, a la cabeza del banco Goldman Sachs, presidió no sólo la falsificación de las cuentas públicas de Grecia, sino también la invención de productos financieros derivados que no valían un cuesco con los cuales contaminó al sistema financiero mundial. Paulson fue uno de los rufianes responsables de la crisis de los créditos basura, -los subprimes-, que tienen pringados hasta ahora a buena parte de los bancos del mundo. En premio a su líerazgo y a su competitiáh George W. Bush le nombró Secretario del Tesoro de los EEUU (ministro de Hacienda) para que se ocupase de la crisis que él mismo había generado estafando a medio mundo. La única solución que se le ocurrió a Paulson fue pasarle 800 mil millones de dólares a los bancos especuladores que él mismo había defraudado. Los resultados de tal remedio están a la vista.
La lista de rufianes no termina allí. Habría que mencionar a los profesores de Harvard que escribieron informes falsos a propósito de la solidez de los bancos de Islandia, a Mario Draghi y a Mario Monti, presidente del Banco Central Europeo y Primer Ministro de Italia respectivamente, ambos ex colaboradores de Goldman Sachs, así como a Lucas Papademos, actual Primer Ministro griego, ex esbirro de Goldman Sachs que en su día, como presidente del Banco Central heleno (1994-2002), miró hacia otro lado mientras se falsificaban las cuentas de su país.
Pero estos parecen niños de pecho al lado de los Directores Generales del FMI. En el año 2004 Rodrigo Rato* asumió la Dirección General del Fondo Monetario Internacional, un premio de consolación después de que Mariano Rajoy le birló la sucesión de José María Aznar a la cabeza del Partido Popular español. Rato no terminó su período al dimitir por “razones personales” en octubre del 2007. Al parecer se traba de un asunto de platas porque poco después integró el servicio internacional del banco Lazard en Londres, con responsabilidades en Europa y América Latina. A principios del 2008 fue nombrado miembro del Consejo Consultativo Internacional del Banco Santader, para finalmente aterrizar en Caja Madrid, de la cual llegó a ser Presidente. Allí presidió la fusión de Caja Madrid con otras seis Cajas regionales (2010) para formar Bankia, uno de los más importantes bancos españoles.
Rodrigo Rato acaba de dimitir de la presidencia de Bankia en razón de las irregularidades constatadas por un auditor de finanzas. Según este cancerbero, la contabilidad de Bankia presenta una evidente sobrevaloración de activos evaluada en varios miles de millones de euros, para no hablar de 37 mil 500 millones de euros de activos tóxicos convenientemente ocultados hasta ahora. Por su parte el Banco Financiero y de Ahorro (BFA) contabiliza su participación en Bankia en 12 mil millones, mientras su valor actual en Bolsa es de sólo 2 mil millones y el valor contable apenas de 8.500 millones. Parece evidente que se trata, una vez más, de falsificación de balances. Sin embargo, al dejar su cargo, Rodrigo Rato le pidió tranquilidad a los clientes porque "Bankia tiene un nivel de solvencia muy alto". No sería tanto, visto que el presidente español Mariano Rajoy, -amigo político de Rodrigo Rato-, se vio obligado a nacionalizar Bankia, poniendo allí los miles de millones de euros que le ha quitado a la salud, a la educación y a los salarios.
Rato fue remplazado en el FMI por el socialista francés Dominique Strauss-Kahn, más conocido como DSK, que arrastraba tras de sí un oscuro pasado. El escándalo de la MNEF (mutual nacional de los estudiantes franceses) le obligó a dimitir de su cargo de ministro de Finanzas de Francia: en el año 1997 había recibido una jugosa remuneración y el juez que estudio la causa le acusó de “falsificación y uso de documentos públicos” porque DSK le presentó una falsa factura para justificar el pago. También fue acusado de haber pagado su secretaria gracias un empleo ficticio en la filial suiza de la empresa francesa ELF. Cuando fue ministro de Economía fue acusado de haberle acordado una “reducción de impuestos” de 160 millones de francos al costurero Karl Lagerfeld a cambio de informaciones confidenciales sobre sus rivales políticos. Un informe del Procurador de la República de París, Jean-Pierre Dintilhac, indicó que había “fuertes presunciones de hechos de corrupción pasiva en contra del ministro”.
A los pocos meses de llegar a la Dirección General del FMI, DSK fue acusado de acoso sexual por una colaboradora con la que mantuvo una relación para luego despedirla. Tras reconocer este hecho el DSK pidió perdón por su comportamiento a los funcionarios del FMI. Hasta que en mayo del 2011 fue detenido por la policía de New York, acusado de haber violado a una camarera del hotel en el que se hospedaba. El proceso civil está actualmente en curso. Para completar el cuadro, una joven periodista francesa le acusó tardíamente de tentativa de violación, cargo que ya había prescrito. Actualmente está inculpado por la justicia francesa por “proxenetismo agravado en banda organizada” por su frecuente participación en orgías con prostitutas pagadas por empresas privadas que luego descontaban el gasto de sus impuestos.
Lejos de terminar aquí, la lista de hechos reprensibles cometidos por funcionarios del FMI se alarga hasta la nausea: En su día el representante del FMI en Dakar, el español Alex Segura, que frecuentemente se entrometía en el debate público senegalés, fue detenido en un aeropuerto europeo con una valija que contenía 100 mil euros en efectivo. Un portavoz del FMI confirmó que su “representante había recibido un regalo de gran valor del gobierno senegalés y que se le había pedido que lo devolviese…”. ¿Por qué razones el gobierno senegalés le ofreció tal suma de dinero? Misterio.
Hank Paulson, Rodrigo Rato, DSK, Alex Segura, Mario Draghi, Mario Monti, Lukas Papademos y otros altos ejecutivos financieros impulsan la privatización de los servicios públicos, la reducción de los salarios para restablecer la “competitividad”, el aumento de la edad de la jubilación y la congelación de las pensiones, la baja de los pocos impuestos que pagan las empresas y el riquerío, la austeridad en el gasto público y la desregulación de los mercados financieros. Mientras se comportan como los truhanes de la película “Rififí entre los hombres”.
Louis Casado
Editor de Politika
* Sobre Rodrigo Rato, ver www.paginadigital.com.ar/articulos/2005/2005terc/cartas4/rostro-del-fmi-061005.asp
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