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Economía con Máximo Kinast

JEAN ZIEGLER DICE QUE ESPAÑA NO DEBE PAGAR LA DEUDA

El vicepresidente de la Comisión de DDHH de la ONU propone "ocupar y nacionalizar la banca"

Jean Ziegler, vicepresidente del consejo consultivo de la

Comisión de DDHH de la ONU.(Reuters)

Iván Gil - 23/05/2012 - El Confidencial

“Vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg”.

Con esta aplastante contundencia despacha Jean Ziegler, vicepresidente del Consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU, su particular análisis del actual momento histórico.

La dilatada trayectoria diplomática de este profesor emérito en la Universidad de Ginebra y comprometido analista internacional, que fue relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación durante ocho años, impide que le tiemble la voz a la hora de señalar con el dedo inquisidor a los ‘culpables’ de la crisis sistémica. “No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”.

En su último libro Destrucción Masiva. Geopolítica del Hambre (Península), que Ziegler presentó ayer en Madrid, pone sobre la mesa una serie de cuestiones molestas de las que otros diplomáticos ni siquiera se atreven a hablar en los pasillos de la ONU.

Unas críticas irreverentes que ya ventiló en otros trabajos como El hambre en el mundo, Los nuevos amos del mundo y aquellos que se le resisten, El imperio de la vergüenza o El odio a Occidente. “Hay que multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista para derrumbarlo y crear un nuevo orden mundial más justo”.

Su receta para revertir esta situación es, si cabe, tan radical o más que su tesis sobre la generación de las desigualdades: “Ocupar masivamente los bancos, nacionalizarlos y confiscar las arrogantes riquezas robadas por los especuladores financieros”.

Una extremista postura que lo lleva incluso a criticar la incapacidad de movimientos de la sociedad civil como el 15M en España u Occupy Wall Street en Estados Unidos. “Reconozco que son símbolos importantes y que han logrado la simpatía de la sociedad, pero todavía son insuficientes para quebrar la actual relación de fuerzas si no desembocan en una huelga general. Hay que darse cuenta de que en el orden mundial reina una violencia estructural que se debe combatir con una contraviolencia basada en la resistencia pacífica”.

La migración de los grandes fondos especulativos a los mercados de materias primas, principalmente de la agroalimentación, la cual creció exponencialmente en el trienio 2005-2008 como explica Ziegler en su último libro, “es el origen de esta crisis genocida porque han disparado el precio de los alimentos básicos”.

A pesar de la ‘destrucción masiva’ conceptualizada por Ziegler, el diplomático exhibe su característico optimismo de luchador a contracorriente y asegura que esta situación creará la conciencia social necesaria para “multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista, que acabarán derrumbándolo y creando un nuevo orden mundial”.

La insurrección será por el hambre o no será

El primer paso, explica, es darse cuenta de que “los criminales financieros son el enemigo común de los europeos, de los africanos y del resto de la población que sufre de hambre y desempleo en el mundo. Unos oligarcas que monopolizan los beneficios y privatizan los servicios y recursos”. Para Ziegler, esta toma de conciencia será el advenimiento de una nueva forma de solidaridad internacional entre todos los pueblos, que posteriormente se transformará en un “frente de resistencia intercontinental”. La lucha de clases es absolutamente inevitable porque no se puede mantener el sufrimiento de forma permanente.

Un convencimiento “total”, pero que se transforma en duda cuando se le pregunta por los riesgos y los pilares sobre los que se fundará este alzamiento popular. “Es un misterio, no puedo hablar de la revolución porque se trata de la libertad liberada en las personas y los procesos revolucionarios son imposibles de prevenir porque tienen sus propias leyes y no son conocidas”.

Lo que sí tiene claro Ziegler es que la insurrección, como ha ocurrido en la mayoría de estos procesos a lo largo de la historia, se producirá por el hambre. “La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”.

En este contexto, indica, la lucha de clases es “absolutamente inevitable porque las oligarquías capitalistas no serán capaces de reeditar el genocidio americano de los indios, ya que es imposible matar a todo un país como España y hacerle aceptar permanentemente las cadenas”.

“España no debería pagar su deuda porque es delictiva e ilegítima”

Las “cadenas” a las que retóricamente se refiere este diplomático de la ONU estarían impuestas por las políticas económicas de la austeridad, que califica como “absurdas y destructoras”.

Los teóricos del neoliberalismo, añade, “nos han hecho creer que hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase trabajadora y nunca a los banqueros. Estas políticas tienen un límite objetivo y no van a resolver los problemas”. Hollande y Obama deben formar una alianza en favor de las políticas económicas del crecimiento

En contraposición a estas recetas neoliberales, Ziegler defiende unas políticas centradas en el crecimiento. Esta es la única esperanza que deposita en los representantes políticos, aunque matiza que de forma “extremadamente leve”. Sus protagonistas no podrían ser otros que François Hollande y Barack Obama. “Ambos deben formar una alianza por el crecimiento basada en la inversión pública, el incremento del salario mínimo, las prestaciones sociales, la búsqueda del pleno empleo y la lucha contra la desindustrialización”.

Para el vicepresidente del consejo consultivo de Derechos Humanos de la ONU estas políticas no son la solución final si no van acompañadas de un despertar de la sociedad civil y, sobre todo, del impago de la deuda.

“Los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que ha hecho Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse a pagar la deuda, cuya amortización ya es altísima, porque es odiosa e ilegítima. Esto es, se ha creado, en gran parte, por la delincuencia financiera y la corrupción política, sin materializarse en inversiones reales”.

Una perspectiva que lo lleva incluso a cometer el atrevimiento de recomendar a los españoles que objeten en la declaración de la renta al porcentaje del gasto dedicado a la deuda pública.

Una campaña lanzada desde el 15M que califica de “necesaria, inteligente y eficaz”. Todos estos elementos en su conjunto, unidos a la inflación, podrán acabar con las “deudas injustas”.

Refundar la ONU para instaurar un nuevo orden mundial

La Organización de las Naciones Unidas debe tener un papel central en el futuro escenario mundial. Como explica Ziegler, la ONU se fundó con el objetivo principal de defender el interés general de los pueblos y promulgar los principios recogidos en la Carta de los Derechos Humanos.

Sin embargo, “los mercenarios han pervertido su papel y destruido su credibilidad moral”. Entre ellos, no duda en señalar al exsecretario general Ban Ki-Moon o al presidente del consejo de selección de los relatores, el hondureño Roberto Flores, “quien apoyó el golpe de Estado en su país en 2009”.

Los mercenarios han pervertido el papel de la ONU y destruido su credibilidad moral.

Para Ziegler, la refundación de esta organización pasa por imprimirle “mucha más democracia” eliminando el poder de veto de las naciones integrantes del Consejo de Seguridad, limpiándola de “golpistas” y eliminando las prebendas del FMI y el BM.

El neoliberalismo delictivo, concluye el diplomático, debe acabarse ya.

 

Un tsunami de deudas ahoga a la economía mundial

 

 

BBC Mundo

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/negocios/2012/11/02/un-tsunami-de-deudas-ahoga-a-la-economia-mundial/?utm_source=rss&utm_medium=feed&utm_campaign=RSS

La economía mundial navega en un mar de deudas. La suma de la deuda estatal, provincial, municipal, individual, hipotecaria, corporativa, financiera y bancaria sugiere que en cualquier momento la nave puede naufragar o estrellarse contra el témpano de lo impagable.

Un colosal estudio comparativo de la consultora Mc Kinsey Global Institute mostró que en 2009 la deuda total de Japón -la más grande del mundo desarrollado– era de un 471% de su PIB (es decir, de todo lo que produce su economía en un año). Le seguía Reino Unido con un 466%. Estados Unidos “apenas” tenía un 300%.

Muchos economistas opinan que esta gigantesca desproporción entre la riqueza anual que produce un país y lo que adeuda se explica por un mecanismo que en las últimas tres décadas ha cambiado la faz del capitalismo actual: la financialización.

“Es una manera de conceptualizar la creciente importancia de actores e instituciones financieros en la economía y de las finanzas como fuente de ganancias. Esto explica el crecimiento del crédito en la década de 2000 y las causas de la actual crisis”, le explicó a BBC Mundo Adam Leaver, autor de tres libros sobre el tema e investigador y miembro de CRESC (Centro de Investigación del Cambio Socio-Cultural) de Manchester.

En el capitalismo tradicional, los bancos le prestaban a la industria que producía ganancias con el consumo de sus productos, dinero con el que pagaba su crédito, alegraba la vida de sus accionistas y reinvertía para ampliar el proceso productivo.

En el capitalismo de las últimas tres décadas se produce una explosión de lo que en inglés se denomina con la sigla FIRE (Financiamiento, seguro y sector inmobiliario) que ha crecido tanto en proporción al PIB como en detrimento de la economía productiva.

Hagan juego

Las grandes corporaciones tienen ramas financieras que con frecuencia generan más ganancias que lo que las empresas producen y venden. En Estados Unidos la General Motors pasó a ganar más con el otorgamiento de créditos para la adquisición de automóviles que con la misma venta de vehículos.

“Las empresas del sector real, productivo, empiezan a comportarse como empresas financieras. La misma General Motors estuvo en la venta de hipotecas de casas. Uno puede argumentar que prestar plata para que le compren autos entra en la lógica productiva. Pero invertir en el mercado hipotecario es otra cosa. Funciona como sustituto de una inversión productiva para obtener una ganancia a corto plazo. Es una clara señal de cómo la financiarización afecta la inversión y el cambio tecnológico”, indicó a BBC Mundo el profesor de economía comparada de la Universidad de Cambridge Gabriel Palma.

A nivel individual, el símbolo más cotidiano de esta financiarización es la tarjeta de crédito, que antes de los ’80 era tratada con reverencia de club exclusivo y hoy se ha convertido en un medio de pago de la vida diaria.

Pero la explosión del crédito va mucho más allá de la tarjeta. En el estallido financiero de 2008 la gota que desbordó el vaso de una economía endeudada hasta las cejas fue el préstamo hipotecario a hogares sin recursos: las llamadas hipotecas subprime o de alto riesgo.

Los estudios sobre el período del boom muestran que en Estados Unidos los hogares pasaron a gastar en el pago de intereses de tarjetas de crédito y préstamos casi el doble de lo que gastaban en comida y vestimenta.

En Reino Unido la deuda individual o familiar llegó a ser un 165% del ingreso disponible (ingreso que queda luego de pagados los impuestos).

Según Paolo Dos Santos, experto bancario de SOAS, la Escuela de Estudios Africanos y Asiáticos de la Universidad de Londres, este cambio vino de la mano de un repliegue del estado benefactor como garante de salud, educación, vivienda y jubilación que fue funcional para la expansión del sistema financiero.

“En los últimos 30 años, la política social en muchos países desarrollados se ha basado en la transferencia del riesgo y el costo de estos servicios sociales del estado al individuo. Este tiene que recurrir al sistema bancario para poder financiar la educación de su hijo o un seguro médico o su jubilación”, señaló Dos Santos a la BBC.

¿Y en América Latina?

La financiarización es un proceso global, pero en América Latina aparece acentuada por la falta de regulación y competencia.

Si uno toma como ejemplo el reciente balance anual del banco español Santander se ve que Brasil y Chile arrojan ganancias infinitamente superiores a las de países desarrollados.

“Brasil, por ejemplo, tiene el 15% de los activos del Santander, es decir, sus préstamos para consumo, empresas, etc., pero representa el 30% de sus utilidades mundiales. En países como el Reino Unido es a la inversa. La falta de regulación y competencia les permite a los bancos obtener ganancias absurdamente altas”, señaló Palma a BBC Mundo.

Dicho de otra manera, las ganancias no se deben a una meritoria competitividad comparativa de América Latina en términos de calidad, servicio y eficiencia sino a las fallas del sistema regulatorio en que operan.

El Partido de los Trabajadores de Lula ha sido elogiado por los grandes centros financieros mundiales por su política “realista”, pero un informe reciente de la Federación de Comercio de San Pablo muestra que la tasa de interés promedio que pagan los brasileños es del 230% anual.

El cálculo es que el servicio de la deuda individual brasileña será de un 30% del ingreso disponible este año. En Estados Unidos se considera que cuando la deuda alcanza el 14% la situación es de alto riesgo.

Brasil y Chile no son excepciones. En Perú el crédito se cuadruplicó en esos cinco años. En México el nivel de morosidad en el pago de microfinanciamiento del consumo se sitúa entre el 20 y el 30%.

“El crédito aceita la economía, pero un exceso de deuda en el ingreso de los hogares se traduce en un estancamiento del consumo. En América Latina el problema no es el monto de la deuda sino su servicio por las condiciones leoninas que tienen muchos créditos. Esta financiarización tiene un impacto en la inversión. Es más negocio ganar con un producto financiero que invertir en la economía real. Una parte importante de la élite industrial de Sao Paulo abandonó la producción por las finanzas”, indicó a BBC Mundo Palma.


La curva de Kuznets, San Mateo y la parte del león

“…nadie que quiera ser o parecer docto hablará con claridad acerca de asuntos que puedan ser constatables.”

 

Albero Vélez – en “Breve e inocua presentación de Pentimento”.  

 

Tengo por cierto que la pretendida “ciencia económica” inventa leyes y teoremas, calcula índices y construye modelos, no para comprender la realidad como es sino para justificar la puesta en obra de políticas que privilegian a los privilegiados. No para ofrecer un análisis positivo (descripción de lo que es), sino elucubraciones normativas (la economía como desean que funcione) con netas ambiciones de un resultado performativo (la economía funcionando como les place).

 

De vez en cuando tienen que explicar resultados muy contrarios a los que anuncian: de ahí que a las leyes, teoremas, índices y modelos agreguen una que otra paradoja. Para protegerse hablan y escriben en difícil, lo que explica la frase que me sirve de epígrafe: “…nadie que quiera ser o parecer docto hablará con claridad acerca de asuntos que puedan ser constatables.”

 

Un asunto bastante sencillo, como el que unos pocos se enriquezcan más allá de toda decencia mientras millones viven de sobras, ha dado pie a complejas explicaciones que cubren la ignominia con una cortina de humo y la presentan como algo natural y deseable para el futuro de la Humanidad.

 

Algún economista pretendió que es bueno que pocos concentren la torta porque eso les permite emprender y ofrecerle trabajo a los miserables. Desde este punto de vista los atorrantes debiesen no sólo contentarse de su suerte -si puedo llamarla así- sino que debiesen hacerle claque a la acumulación de la riqueza en manos de un puñadito de potentados.

 

El economista yanqui de origen ruso Simon Kuznets, pseudo premio Nobel 1971, inventor del conocido índice PIB, pretendió que la concentración de la riqueza es una fase necesaria en el desarrollo de las sociedades. Que alcanzado un cierto  nivel de riqueza ésta comienza a distribuirse solita para felicidad del personal y gloria de los economistas. Como la especialidad de Kuznets era la disimulación, perdón, la estadística, ni corto ni perezoso construyó la curva que lleva su nombre, que tiene la forma de una U invertida. Su hipótesis pretende que la desigualdad económica aumenta durante el tiempo que un país se desarrolla, para disminuir luego, cuando el país en cuestión se acerca a la OCDE.

 

De esa ramita podrida se agarró Ricardo Lagos cuando afirmó -sin sonrojarse- que si los chilenos protestan es porque su nivel de vida ha progresado mucho. Según Lagos, el personal reclama de puro lleno, tal vez para que se cumpla la curva de Kuznets.

 

Thomas Piketty, profesor de la Escuela de Economía de París y especialista de las desigualdades económicas, sostiene en su obra “Les hauts revenus en France au XXème siècle” que la hipótesis de Kuznets no sólo no se ha verificado, sino que la concentración de la riqueza aumenta y las desigualdades se agudizan. En los EEUU estas últimas alcanzan hoy el nivel que tenían en 1930. La curva de Kuznets simplemente no existe, pero se verifica el sabio adagio popular: “La plata llama a la plata”.

 

En la inopia argumental tan propia de los economistas hubo quién, para justificar los millones de unos y la miseria de otros, inventó el “efecto San Mateo”. De ese modo la injusticia recibe un respaldo bíblico, el sello purificador de los Evangelios. La concentración de la riqueza no es mala visto que en San Mateo 24:29 podemos leer: “Porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene”. Para no dejar la impresión que lo invento, basta con mencionar que Robert C. Merton, pseudo premio Nobel de economía 1997, utilizó en una nota publicada en 1968 las “propiedades incitativas del efecto San Mateo para explicar el conjunto de  ventajas cumulativas que afectan la competición académica”. Con relación a otras muy conocidas estafas de Merton y su compadre Myron Scholes no vale la pena abundar. Regresemos a las Escrituras.

 

Basta leer con un poco de atención para constatar que la Biblia dice todo y su contrario, muy en la onda de la línea argumental de los economistas. Y si se empuja el vicio hasta leer otros Evangelios, se puede eximir a San Mateo de la exclusividad de esta curiosa defensa del riquerío. En la misma Biblia encontramos esta flor: “Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene". San Marcos 4:25. Y para no discriminar, esto otro: “Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene”. San Lucas 19:26

 

Cualquiera sea el sustrato del argumento, pseudo científico o derechamente celestial, el objetivo es el mismo: explicarnos que el león se lleva la parte del león porque es el león. Quienes elaboran estas explicaciones son amigos del león. En fin… amigos, lo que se llama amigos tal vez no. Simplemente dóciles sirvientes de los intereses del rey de la jungla. En donde impera, qué duda cabe, la ley de la jungla.

 

Pero ocurre que no somos animales ni vivimos en la jungla. Y pretendemos que en una República democrática no hay privilegiados de nacimiento. Que la única fuente legítima del poder emana de la libre voluntad de los ciudadanos. Que todos tenemos derechos, particularmente económicos. Pero Chile no es una República, ni es un país democrático.

 

Ahora que la idea de la Asamblea Constituyente cobra fuerza y se transforma en la principal reivindicación de la ciudadanía, hay que recordar la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano redactada en 1793 por Robespierre:

 

El derecho de propiedad está limitado, como todos los demás, por la obligación de respetar los derechos del prójimo.

 

La sociedad está obligada a proveer la subsistencia de todos sus miembros, sea procurándoles trabajo, sea asegurándole los medios de existir a aquellos que no están en estado de trabajar.

 

El socorro necesario a la indigencia es una deuda del rico hacia el pobre; la ley debe determinar la forma en que deber ser satisfecha esta deuda.

 

La sociedad debe favorecer con todo su poder los progresos de la razón pública y poner la instrucción al alcance de todos los ciudadanos.

 

Para que nunca más nos cuenten la parábola de San Mateo,

ni el chiste de la curva de Kuznets.

 

La “sedición monetaria”

Luis Casado – 31/08/2012

 

   

Suelo afirmar que estudiar economía es tan entretenido como una puerta de prisión, y no veo razones de cambiar de opinión. Sin embargo, a ratos es divertido ver cómo los teóricos hacen acrobacias circenses para explicar lo inexplicable -o lo que no entienden-, cayendo las más de las veces sobre su  cabeza. Es el caso de algunos reputados economistas, como André Orléan, que en su obra “El imperio del valor” trata de cuestiones pertinentes sin evitar contradecirse a sí mismo, afirmando todo y su contrario con un entusiasmo digno de mejor causa.

 

Orléan sostiene que “Las funciones monetarias se deducen de la polarización mimética”. En claro, el personal, independientemente de sus preferencias, se inclina a utilizar la moneda adoptada por la mayoría porque eso le facilita su vida de productor-vendedor. De modo que en un entorno dado, tal o cual moneda se impone por un fenómeno de imitación. En jerga de economista Orléan dice: “Como nos lo enseñaron los rendimientos crecientes de adopción, la búsqueda del bien más líquido por todos los actores (económicos) engendra un proceso de retroacciones positivas que polariza acumulativamente las elecciones sobre las liquideces más utilizadas”. Tranquilo. Aquí termino con la jerigonza y paso a escribir en cristiano.

 

Lo curioso es que sólo dos páginas más adelante Orléan dice lo contrario. La preferencia de una moneda, en tanto bien líquido que permite acceder fácilmente a cualquier otro bien, no es el producto de su libre adopción por imitación de lo que hace la mayoría, el famoso “mimetismo”, sino que “procede de una aceptación obligada, es decir de una dominación”. Todo el edificio teórico de Orléan cae, pero él hace como si no se diese cuenta y continúa desenrollando su culebra. No sin antes insistir, para que quede claro, que “desde su origen, la unanimidad monetaria es una unanimidad más impuesta que deseada”.

 

El “libre mercado”, y partiendo, la moneda, no son tan libres. Lo que no deja de provocar tiras y aflojas de aquellos que, por alguna razón, hubiesen preferido otra moneda. Es lo que Orléan llama la “sedición monetaria”. La disidencia monetaria, como otras disidencias, “puede tener éxito si aparece sobre el fondo de una insatisfacción latente y generalizada que encuentra entonces el modo de expresarse”. De esto quería hablarte.

 

Lo esencial en este proceso de sedición monetaria es el cuestionamiento del monopolio de la moneda central mediante la utilización por ciertos grupos de nuevas referencias monetarias “privadas”. Una forma sutil desedición monetaria, dice Orléan, es la indexación de los precios. Con la indexación de los precios se cuestiona la capacidad de la moneda existente para representar adecuadamente el poder adquisitivo. ¿No te recuerda nada? La Unidad de Fomento, nuestra tristemente célebre UF.

 

Una moneda -cualquiera sea su origen y el modo en que llegó a imponerse- tiene una función social, así fuese la de servir como expresión de lo que cada cual está en derecho de exigirle a la sociedad a cambio de su aporte productivo. La apropiación por parte de “privados” de la referencia monetaria es pues una forma de dominación impuesta por muy pocos a la inmensa mayoría.

 

El peso, nuestra moneda nacional, no es de la propiedad de Luksic, Angelini, Matte, Piñera y un par de grupos bancarios, sino una herramienta sobre la cual el pueblo de Chile debe ejercer su Soberanía. Para evitarlo, cumpliendo dócilmente con las instrucciones del llamado Consenso de Washington, se instituyó la “independencia” del Banco Central. El secuestro de la Soberanía política impuesto por la dictadura fue acompañado del secuestro de la Soberanía monetaria. Si el Banco Central de Chile ignora olímpicamente a los chilenos, no es independiente ni del FMI ni de Washington.

 

Pero no les bastó con eso. Nuestra “sedición monetaria” es institucional. Es el propio Estado el que regenta la Unidad de Fomento, esa indexación de los precios destinada a favorecer a los grandes capitales y a pisotear el poder adquisitivo de los consumidores. Si el peso es tan fuerte y estable como pretenden El Mercurio, Andrés Velasco y Felipe Larraín, Alianza y Concertación, ¿a título de qué siguen imponiéndonos precios expresados en UF?

 

La sedición monetaria continúa, en beneficio de unos pocos. No les basta con imponer políticas monetarias contrarias al interés de la inmensa mayoría de los chilenos, políticas que se expresan mayormente en las tasas de cambio, sino que además extraen beneficios suplementarios en el mercado interno gracias a la subversión monetaria.

 

Ahora que la idea de la Asamblea Constituyente ha cobrado fuerza en el país en la perspectiva de devolverle a Chile su carácter de república democrática y a los chilenos su irrenunciable Soberanía, no hay que olvidar este detallito. La moneda es nuestra. No de ellos.

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Ah… los “progresistas”…

Escribe Luis Casado 17/08/2012

 

   

Cada cual celebra los aniversarios que puede, he aquí los alemanes “festejando” los diez años de las leyes Hartz, se ruega no confundir con Herz -que quiere decir corazón- visto que Herr Hartz no tenía mucho.

 

Este DRH como se dice ahora -director de recursos humanos-, de Volkswagen para más señas, le propuso a Gerhard Schröder, el entonces Canciller socialdemócrata, una serie de reformas destinadas a flexibilizar el mercado del trabajo, eminente objetivo que también llaman “cagar a los trabajadores”. Sus proposiciones fueron prestamente adoptadas, provocando la dimisión del ministro de Finanzas Oskar Lafontaine y la división del Sozialdemokrastische Partei Deutschlands.

 

Las leyes Hartz constituyen hoy el aceite de ricino que Alemania quiere hacerle tragar a los países del sur de Europa, -como si estos fuesen objeto de una suerte de Anschluss-, para que recuperen su “competitividad”.

 

Schröder, que llegó al poder en 1998, rompió en 1999 con el proyecto keynesiano del SPD (distribuir la torta) e impuso medidas “liberales” como único camino hacia el nirvana. Junto a Tony Blair, -“mi más grande éxito” decía Margaret Thatcher-, Schröder intentó teorizar esta conversión al neoliberalismo bajo el no muy ocurrente título de “Tercera vía”.

 

De las leyes inspiradas por el DRH de Volkswagen la más famosa es la “Hartz IV” que reformó el seguro de desempleo en detrimento de los asalariados. En múltiples ocasiones he puesto en evidencia que para los neoliberales el estímulo más eficiente para la laboriosidad y la productividad de los currantes es el hambre: henos ahí, de eso va el tema.

 

Liberalizando el mercado del trabajo alemán, Schröder abrió la puerta para que los patrones pagasen salarios de 400 euros mensuales (239 mil pesos), o un euro por día a los cesantes. También se favoreció el trabajo a tiempo parcial y el tiempo de trabajo “flexibilizado”. La ley Hartz IV redujo la indemnización de cesantía a sólo un año, sin tomar en cuenta los años de cotización. Al cabo de un año de paro todos los cesantes entran en la categoría Arbeitlosengeld II (indemnización de cesantía II), en la que reciben 374 euros mensuales (223 mil pesos). De ahí en adelante el cesante Hartz IV se somete a un control permanente sobre su tren de vida y su búsqueda de empleo. Antes de cobrar su indemnización, -para la cual cotizó de su bolsillo-, debe haber gastado  la mayor parte de sus economías. Además debe aceptar cualquier empleo que le proponga la agencia de trabajo, incluso con un salario de un euro la hora, conservando una parte de su pinche indemnización.

 

Como era de esperar, ser “Hartz IV” se transformó en una especie de indigencia con otro nombre. Todos intentaron salir de esa calificación, dinamizando el mercado del trabajo en beneficio del empleo precario que ha crecido fuertemente. Uno de los efectos más notables de las leyes Hartz fue la baja del costo de la mano de obra para las empresas: salario mínimo=lucro máximo, otra forma de ver la mentada “competitividad”.

 

Otra consecuencia tiene que ver con la baja del consumo y por ende el mejoramiento de la balanza comercial alemana, en detrimento de sus socios comerciales de la Unión Europea. Pero hasta los partidarios de las leyes Hartz reconocen que a partir del 2005 fue el crecimiento mundial el que sostuvo la economía alemana. Los productos alemanes mantuvieron precios razonables a costa de apretarles la cintura a los trabajadores. La demanda interna siguió débil hasta el 2011 y todavía no logra sostener el crecimiento de la economía teutona. 

 

Curiosamente, cuando las cuentas alemanas estaban en rojo en el año 2005, Gerhard Schröder negoció con Jacques Chirac la suspensión de las sanciones previstas en el Tratado de Maastricht, esas que hoy Angela Merkel le aplica con tanto rigor a Grecia y a España.

 

Antes dejar la Cancillería alemana Gerhard Schröder cuidó sobre todo de su propio futuro: le facilitó algunos créditos al conglomerado ruso GazProm, que le devolvió la mano nombrándole en una suculenta gerencia. Tony Blair, su amigo de la Tercera vía, “aceptó” una asesoría a bancos yanquis por un millón de dólares al año. Se ve que la socialdemocracia cuida de los trabajadores…

 

Otra consecuencia no despreciable tiene que ver con el rediseño de la estructura política: la izquierda del SPD y un grupo de militantes sindicales se aliaron a los ex comunistas de la RDA, para formar Die Linke. El SPD, enfermo hasta ahora de las leyes Hartz, obtuvo un 23% de los votos en el 2009, -19 puntos menos que en 1998-, la cifra más baja de la post guerra. Los electores de izquierda prefieren Die Linke, o bien los Verdes. Los centristas, ¿movida natural?, apoyan a Merkel, es decir a la derecha. Como dice la prensa europea, Gerhard Schröder habrá sido el sepulturero de las ambiciones del SPD.

 

Entretanto, los efectos de las leyes Hartz permanecen: salarios bajos, pobreza infantil, aumento de las desigualdades. A tal punto que la derecha alemana reconoció hace poco la importancia del salario mínimo para todas las ramas de la industria así como para al trabajo temporal, mientras que la Corte de Karlsruhe obligó al gobierno a reevaluar el monto de las indemnizaciones para los niños.

 

Como nosotros no hemos inventado nada, en Chile las leyes Hartz se llaman “leyes Concertación”. Y Merkel, auf Spanisch, “Piñera”.

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Espantapájaros

Escribe Luis Casado – 04/08/2012

 

  

Como es sabido, un espantapájaros es un dispositivo con forma de figura humana destinado a alejar los pájaros dañinos para los cultivos. Defecto no menor, los espantapájaros son inofensivos: las aves se acostumbran rápidamente a su presencia, e incluso cometen el pecado de lesa majestad de posarse sobre ellos con indisimulada arrogancia mientras sus pares se comen los granos y las semillas. De ahí que la Household Cyclopedia, -que data del año de gracia de 1881-, hiciera la siguiente advertencia: “El métodomás efectivo para  alejar a estos animales, según demuestra la experiencia, es combinar el uso de un espantapájaros con el uso frecuente del mosquete.”

 

Es de lamentar que los economistas sean impermeables a la sabiduría que proviene de la experiencia. Un economista normalmente constituido confía ciegamente en las fumosas teorías que aprendió en la universidad, y llega a afirmar como George Stigler, premio Nobel de economía 1982, que si la teoría no coincide con la realidad es porque “la realidad se equivoca”. Si lo traigo a cuento es porque comienzan a ser legión los economistas que proponen soluciones para salvar el euro. Cada cual con una idea más grotesca que el otro, condición sine-qua-non para ser considerado “experto”. Y no es que falten ideas: los irresponsables que manejan la manija en Europa no dejan de amenazar con tomar brillantes decisiones. “Atájenme, atájenme”, parecen decir, “que si no van a ver lo que van a ver”. Pero lo suyo es actuar como espantapájaros, es decir como inofensivos dispositivos con forma humana, sólo que van vestidos en plan Gucci, Cerruti o Hugo Boss, en vez de harapos.

 

Hace un par de días el International Herald Tribune se rajó con una nota en la que expone las geniales ocurrencias de tres gurús: Markus K. Brunnermeier, Graham Bishop y Daniel Gros. Como queda dicho, cada uno de ellos propone un plan para salvar el euro. No a los europeos, sino la moneda que quisieron única cuando el sentido común tan ajeno a la profesión de economista aconsejaba dotarse de una moneda ídem, comúndigo, la diferencia es notable. 

 

Si difieren en el modo de abordar la cuestión, el objetivo es el mismo: evitarle el precipicio financiero a España y a Italia. Para ello no inventan la rueda, y aún menos el sentarse en las nalgas, lo suyo es de un clasicismo que fuerza la admiración. La idea consiste en encontrar quién compre sus deudas a un costo razonable, para facilitar una recuperación económica a largo plazo. ¿No es genial como idea? Que pague Moya. Los EEUU la encontraron desde el inicio de la crisis en el 2008: el banco central yanqui, la FED, imprime dólares mientras quede tinta verde, y ya. Así de sencillo. Con ese billete la FED compra bonos del Tesoro, o sea el ministerio de Hacienda de Washington, y a su vez el Tesoro paga lo que haya que pagar. De pasadita, como el billete pasa a través de bancos privados, estos cortan un alita, una modesta tasa de interés sobre dinero que no tienen, y todo el mundo tan contento.

 

Brunnermeier sostiene que no son las ideas las que faltan, -lo que prueba que no es tan asopado-, sino los planes realizables. El suyo consiste mayormente en crear los mentados Eurobonos, con respaldo europeo, idea que también vende Bishop. Se supone que tales Eurobonos harían salivar a los inversionistas que, en un gesto honroso, estarían dispuestos a comprarlos a cambio de una tasa de interés menor que las especulativas tasas que hoy pagan Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia. Hacer un pozo común, una especie de “vaca” europea, no es tan innovador como para que Brunnermeier y Bishop entren en el catalogo de “Increíble pero cierto”, lo que no tiene nada de extraño: de Adam Smith, David Ricardo y Karl Marx a nuestros días, es poco lo que se haya inventado o descubierto en economía. Lo sorprendente es que el International Herald Tribune y el New York Times los tomen en serio.

 

Si los “mercados financieros”, desconfiando del respaldo que les aportan países extremadamente endeudados,  no compran los Eurobonos, a Brunnermeier y a Bishop les queda el plan B: pedirle al Banco Central Europeo (BCE) que los compre todos, en una movida similar a la de los EEUU. Lo único que cambia es el color de la tinta de los billetes que habría que imprimir. Se ve que estos tipos son lo que se llama clevers.

 

Por su parte, Daniel Gros me desmiente porque parte haciendo un notable descubrimiento: “En una crisis, lo que cuenta es la liquidez”. ¿Qué tal? Para generar liquidez Daniel Gros sugiere que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES), un fondo de rescate alimentado con un billete que no existe, reciba una licencia bancaria para que se comporte como un banco. Este banco, tan chanta como los otros, compraría los famosos Eurobonos. ¿Con qué dinero? Buena pregunta, se ve que sigues esta nota como si se tratase de un cuento de Agatha Christie. Como decía, el MES no tiene sino el dinero que “ponen” allí países que no tienen dinero. Por el momento 500 mil millones de euros, cantidad ridícula si tomamos en cuenta que sólo España e Italia necesitarán más de 2 billones de aquí al 2015. Pero nuestro amigo Gros, que es otro clever, tiene la solución: usar esos 500 mil millones como “garantía” para pedirle al Banco Central Europeo que le preste cinco veces esa cantidad.

 

Si nos economizamos la jerga pretenciosa y sin sentido de los economistas, las soluciones de los tres genios arriba mencionados se resumen a “que pague mi tía”. O Moya, que viene a ser como lo mismo. El analista yanqui Shah Gilani le ruega a dios que no se termine la crisis porque si se llega a terminar, todo ese billete emitido sin respaldo generaría una inflación tan demencial que lo vivido hasta ahora parecería un chiste.

 

¿Y las autoridades europeas? Bien gracias. Hollande no dice nada, mientras Merkel repite lo mismo, Mariano Rajoy sigue ocupado con su diarrea terminal y Mario Monti, primer ministro italiano, se hace el italiano.

 

Por su parte Mario Draghi, el inenarrable presidente del Banco Central Europeo, hace de espantapájaros. Un tipo que nadie ha elegido, que fue designado a dedo, que no tiene ninguna legitimidad, declara que el BCE “hará lo que haga para preservar el euro”, o sea por el momento nada, y refuerza su labia asegurando  “créanme, con eso será suficiente”. Este Draghi ni siquiera tiene el mérito de la ambigüedad. Dice tonterías comprensibles y cada cual se da cuenta que está pirao. Su homólogo estadounidense Alain Greenspan, que fue durante 18 años el irresponsable presidente de la FED, se enorgullecía de hablar en complicado. “Si me entendieron, aseguraba, debo haberme expresado mal.”

 

Los “mercados financieros”, que en su larga historia han conocido espantapájaros algo más respetables, hacen su agosto. Por eso que decía Quevedo, que si se le pregunta a la sanguijuela esta dirá que hay que seguir chupando la vena. Tú ya sabes, la culpa no es del chancho, sino del que le da el afrecho.

 

Entretanto, mientras los espantapájaros espantapajarean, los cuervos siguen haciendo de las suyas.

 

Por las razones arriba expuestas, ya en el año 1881 la Household Cyclopedia advertía: “El método más efectivo para  alejar a estos animales, según demuestra la experiencia, es combinar el uso de un espantapájaros con el uso frecuente del mosquete.”

 

Mosquete: antigua arma de fuego, más larga y de mayor calibre que un fusil, que se cargaba por la boca y se disparaba apoyando el cañón en una horquilla clavada en la tierra. A buen entendedor…

ESPAÑA: CARTA DE JOSE LUIS SANPEDRO A MARIANO RAJOY


DEL SR. JOSE LUIS SANPEDRO SAEZ, ESCRITOR, HUMANISTA Y ECONOMISTA ESPAÑOL...:

 


  
 

Descripción: Descripción: Descripción: http://1.bp.blogspot.com/-Z82Vsx9H9UQ/TxY0r2a7rnI/AAAAAAAAAaE/GjOr3PhFuFw/s00/Jose+Luis+Sampedro.jpgPor: José Luis Sampedro 

 
Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros.
por José Luis Sanpedro 11.05.12 
  
José Luis Sampedro Sáez (Barcelona, 1 de febrero de 1917) escritor, humanista y economista español que aboga por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». 

En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España por «su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo». 

En 2011 recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas.
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Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros.
 
Se lo digo así, de entrada, porque sé que nunca va a leerme, como nunca lee usted libros, ni nada más que periódicos deportivos como usted mismo ha confirmado, jactándose, como buen español de ser un ignorante. 
No se engañe, por eso lo han votado tanta gente.

Perdonen los demás el exabrupto, pero es que está demostrado que somos lo que nuestros padres nos han educado, y si usted y sus ministros son como son, es porque sus madres muy bien no lo han hecho. A pesar de los colegios de pago, de pertenecer a la oligarquía de épocas dictatoriales, etc. 
  
Verá usted, señor presidente. Lo que más me molesta no es que usted sea un bastardo malnacido, sino un ignorante, y sobre todo un mentiroso.

Se presentó a unas elecciones diciendo que no haría cosas que ahora hace.

Dijo hace tiempo que la posibilidad de una amnistía fiscal le parecía injusta y absurda, y no ha tardado ni tres meses en recurrir a esta medida de forma injusta y absurda, como señala el diputado de IU Alberto Garzón al que usted y sus secuaces ningunean como a cualquier otro que no sea seguidor suyo.

Ésa es la democracia que ustedes entienden, ignorar a los representantes de la ciudadanía que no les afín.

Usted dijo que la Sanidad y la Educación no se tocaban, y la han tocado pero bien. 
A la banca nada, y eso que los grandes expertos en economía señalan que, o le metemos mano a sus amigos de las finanzas, o nos vamos a pique. 
  
Le voy a explicar unas cuantas cosas dado que usted es un ignorante que lee prensa deportiva en lugar de libros de historia, economía o política.

Durante los años 20 hubo gente que tuvo la genial idea de crecer mucho, por encima de sus posibilidades como ahora tienen ustedes tan de moda decirnos.
Tanto que incluso a Churchill, para salir de la situación de postguerra, se le ocurrió revalorizar la libra, lo que trajo bajada de sueldos y aumento de las horas de trabajo.
No sólo no se creció por encima de lo esperado sino que destruyó la posibilidad de crear un modelo sostenible de crecimiento basado en el consumo, lo que permite terciarizar una economía y hacerla verdaderamente competitiva. 
Eso es ser un país desarrollado y no ganar mundiales de fútbol. 
Cuando llegó la crisis del 29 y la posterior recesión mundial en los 30, en un país tan poco sospechoso de socialista, comunista o lo que ustedes quieran, como EEUU, decidieron adoptar una cosa llamada New Deal, que consistió, entre otras cosas, en subir los sueldos y bajar las horas de trabajo.

Como consecuencia, había más puestos de trabajo para cubrir esas horas de menos, y los que salían de su trabajo lo invertían en consumo, lo que reactivó la economía y permitió al país dar un definitivo empujón hacia arriba para salir victorioso de una Guerra Mundial que libró en tres continentes. 
  
Por si usted no lo sabe, las medidas que está ejecutando han conseguido lo contrario. 
Hablo en pasado porque tal vez no lo sepa, pero no hay nada nuevo en los famosos "recortes".

Argentina, Chile, Polonia, Rusia y así hasta un largo etc de países engrosan una horrible lista de fracasos de las políticas neoliberales de Milton Friedman y el Consenso de Washington que desde los 70 llevan intentando hacernos creer que sumergir a un país en el shock económico es una salida a la crisis.

Jamás las medidas de la Escuela de Chicago han funcionado.

Jamás un país ha salido de la crisis de esa forma.

Jamás una sociedad se ha beneficiado de ello.

Por el contrario, ha generado suicidios, deterioro del Estado del Bienestar (que ustedes insisten en decir que se ha terminado mientras vemos cómo crece y se desarrolla en otros países de nuestro entorno) y ha destruido el futuro de numerosas generaciones. 
  
Usted miente, señor Presidente, y es sumamente peligroso. Porque el anterior era un inútil, pero usted es un pirómano en mitad de un incendio.

El otro creía vivir en el País de las Maravillas y usted nos está sumiendo en el País de los Horrores.

Toda política fiscal que no se base en la generación de riqueza, toda medida relativa al empresariado que no atienda prioritariamente a las empresas que cotizan más del 60% de sus ganancias en forma de sueldos e impuestos en España (y no Repsol, que solamente invierte un 20% y ahora la defienden como española; hay empresas extranjeras que reparten más beneficios al conjunto del país).

Todo lo que no sea alumbrar un futuro basado en la investigación y no en el trabajo precario, es destruir el futuro del país.

A usted y sus secuaces se les llena la boca diciendo que hay que fomentar el emprendedorismo y en lugar de ello desarrollan un plan basándose en los ideales especulativos de los dirigentes de la CEOE cuyo historial de empresas arruinadas por la especulación de la que ellos salen indemnes mientras el Estado se hace cargo de los parados que dejan es absolutamente bochornosa.

Eliminan de todo plan de emprendedores la posibilidad del emprendedor social y generan únicamente una nueva casta de tiburones amparados en una reforma laboral neofeudal. 
  
Ustedes se olvidan que los países desarrollados como EEUU, Alemania, Francia, etc., invierten entre el 2'6 y el 3'4% del PIB en I+D+I.

España no sólo necesita un esfuerzo superior (en torno al 6%) para ponerse a su altura sino que ustedes nos bajan la inversión del 1'3% al 0'9%.

Para entendernos, usted que sólo lee sobre deportes, es la diferencia entre inventar un coche, y fabricarlo.

Quien lo inventa tiene los beneficios de todos y cada uno de los coches que se venden.

Quien lo fabrica sólo de las unidades que salen de su fabrica.

¿Dónde se inventan los coches? En Alemania, por citar un caso. 
¿Dónde se fabrican? En España, Polonia o Rumania. 
Es evidente de quiénes estamos más cerca, pues.

Al darle el hachazo que usted le ha dado a la investigación nos condena a ser un país de camareros, portaequipajes, y por supuesto de trabajadores poco o nada cualificados que trabajemos para empresas extranjeras a sueldos miserables mientras tenemos la moneda de los países con mejor calidad de vida.

Si seguimos en el euro es para vivir como ellos, no para que ustedes nos hagan vivir como en Botsuana con precios de París. 
  
Usted nos está suicidando económicamente. 
Tal vez no sepa quién es Paul Kruggman, pero es Premio Nobel de Economía.

Para él es evidente que usted nos miente o no quiere darse cuenta de que no estamos ni siquiera en recesión, sino en fase de depresión, y sus medidas nos hunden cada vez más.

Ha aceptado ser el banco de pruebas del FMI, cuyas medidas ya arruinaron a varios países, pregunte si no por Grecia o Italia donde están fracasando estrepitosamente.

Usted no le dice a la gente que estamos metidos en una III Guerra Mundial cuyas armas no son de fuego, sino que tienen a forma de experimentos socio-económicos, donde los tanques son agencias de calificación de la deuda, donde los países utilizan a los ciudadanos para intereses ajenos a estos, y donde, al final, la gente está muriendo y sufriendo, como en cualquier guerra.

Usted nos dice que es bueno meter a cuarenta alumnos por clase, que es bueno que haya menos profesores, menos médicos, menos atención sanitaria, y a veces pienso que simplemente usted es gilipollas, que no puede ser que actúe con maldad.

Y créame, lo sigo pensando.

Los malos seguramente son otros, usted no tiene la inteligencia suficiente para darse cuenta de todo eso.

Sí la tiene, en cambio, para saber que todo esto puede traer revueltas sociales, agitación en la calle.

Por eso va a aprobar una medida por la cual será terrorismo y condena criminal resistirse a la voluntad del Gobierno expresada en sus brazos de coerción, es decir, al policía.

Como yo le estoy diciendo esto, seguramente me acusará de terrorismo por incitar a la gente a decirle a usted las verdades a la cara. 
  
Señor Presidente, usted no quiere decirlo porque la Führer Merkel le amenaza desde el IV Reich que se ha instalado.

No es una exageración, oiga, que lo dice hasta el Financial Times que como todo el mundo sabe es muy de izquierdas sin duda.

Estamos metidos en mitad de una III Guerra Mundial, vuelvo a repetírselo, y no es una idea únicamente mía, sino de gente de esa que ha estudiado, tiene doctorados, ha dado clase en varias universidades, ha viajado por el mundo, ha leído mucho, mucho, habla varios idiomas, ha vivido diferentes procesos de crisis y recuperación, y a algunos también les gustan los deportes.

Pero también ven que ustedes nos metieron una primera fase de Movimientos Financieros que ahogaron nuestra economía y ahora nos meten en una fase de Posiciones para hundirnos en el shock, en el miedo, en la angustia.
  
Solo le deseo que si algún día la sociedad se rebela, salimos a la calle, tomamos los poderes públicos, proclamamos una Asamblea Constituyente, convocamos un referéndum sobre la forma de Estado, disolvemos los partidos actuales y los obligamos a refundarse en partidos que atiendan a las ideologías políticas y no a las económicas, establecemos un sistema de elecciones realmente democráticas, nos salimos de la moneda alemana (llamada también euro) y establecemos pactos bilaterales con los países importantes, invertimos en educación e investigación.

Si todo eso pasa y empieza con una mecha que la sociedad enciende.
Si pasa y asaltamos su palacete en la Moncloa, ojalá usted esté ya camino del exilio en Berlín. 
  
O lo va a pasar mal. Muy mal. 
  
"Los recortes se aceptan por una de las fuerzas mas importantes de la humanidad, el miedo."

"Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres" 
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José Luis Sampedro, para quien no lo sepa, tiene 94 años. una persona,  capaz de seguir desarrollando sus ideas, publicando novelas, escribiendo artículos, etc. 
Y ya no sólo eso, sino hacerlo con ese entusiasmo, seguridad y el toque revolucionario, de cambio, que tienen muchas de sus frases y pensamiento.

RUFIANES

Escribe Luis Casado – 03/07/2012

 

  

No pretendo ser el primero que se refirió a los banqueros con este calificativo necesario y suficiente. Me parece recordar que John Kenneth Galbraith también les llamó algo parecido en su libro “The Great Crash” en el que relata el desastre de 1929 y la Gran Depresión. En todo caso Galbraith cuenta que los más encumbrados banqueros terminaron en chirona, mientras los “expertos” de Harvard hacían el ridículo más patético. Rasgo común con la interminable crisis que se inició en el segundo semestre de 2007: los rufianes coparon las gerencias de los bancos privados, de las agencias de calificación, de más de algún banco central (y no de los menores), de los organismos que supuestamente están allí para ejercer algún control, e incluso, -la comunidad financiera no tiene ninguna estanqueidad-, algunos gobiernos.

 

Bernard Madoff fue presidente del NASDAQ en la Bolsa de New York antes de probar su extraordinaria productividad: con su propia firma de consultoría financiera, creada en el año 1960 con un capital de 5 mil dólares, estafó la coqueta suma de US$ 60 mil millones. Rodrigo Rato fue Director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de hacerse cargo de Bankia, dejar un agujero de 40 mil millones de euros, de manipular los balances y asegurar que el tercer banco español era “una institución sólida y confiable”. Su sucesor en el FMI, Dominique Strauss-Kahn, ya había estafado a la Unión Nacional de Estudiantes Franceses (UNEF) antes de hacerse cargo de tan altas funciones. Como es sabido, terminó detenido en New York por presunta violación, y actualmente es procesado por proxenetismo agravado en banda organizada, violación en grupo y otros detallitos menores. La actual Directora gerente del FMI tiene sus propios dolorcitos de cabeza: antes de ir a Washington, y en su calidad de Ministro de Finanzas de Sarkozy, se las arregló -pasando por encima de la ley- para “indemnizar” con 310 millones de euros a Bernard Tapie, otro rufián que ya había estado en prisión por corrupción. Se trataba de pagarle el “favor” de haber apoyado a Sarkozy en la elección presidencial del 2007. La justicia gala, que no apreció ni la premura ni el ilegal procedimiento, investiga los hechos.  Por otra parte ya he contado que Mario Draghi, presidente del banco central europeo (BCE), así como Mario Monti, primer ministro de Italia y Lukas Papademos, primer ministro griego hasta hace algunas semanas, fueron todos colaboradores del banco estadounidense Goldman Sachs, ese que falsificó las cuentas públicas griegas. No sólo eso: Goldman Sachs ganó cifras estratosféricas vendiendo productos financieros tóxicos contaminando el sistema financiero mundial. En premio, el presidente del Goldman Sachs, Henry “Hank” Paulson, fue nombrado Secretario del Tesoro de los EEUU para hacerle frente a las consecuencias de la peor estafa de la historia, la que había hecho él mismo. La lista de los rufianes y sus fechorías es demasiado larga como para resumirla en una parida. Sin embargo, merece la pena contar la última hazaña del mundillo de las finanzas, ese que hoy en día impone sus reglas y obliga a la omertà a los gobiernos planetarios.

 

Robert Diamond, Gerente de Barclays, -una de las joyas del mundo de las finanzas-, acaba de dimitir de su puesto. No por haberse pagado a sí mismo salarios escandalosos, lo que desde luego hizo (en abril de este año un 27% de los accionistas votó en contra de la política de remuneración de los ejecutivos al saber que Diamond había recibido 25 millones de libras esterlinas en el 2011), sino por estar implicado en una vasta manipulación de las tasas de interés, y en particular de dos muy conocidas: el Libor (London Interbank Offered Rate) y el Euribor. Como sus nombres lo indican, son las tasas de interés que se cobran los bancos para prestarse plata unos a otros en el llamado mercado interbancario (ver mi nota “¿Quién se lo banca?”), y que  determinan indirectamente las tasas de interés que pagan los hogares y las empresas.

 

La prensa europea dice que “Hace año y medio que las autoridades británicas sospechaban que la banca no jugaba limpio, pero querían reunir pruebas fehacientes. Ahora las tienen contra Barclays y se apunta a un banco suizo, dos grandes norteamericanos y otro gigante británico como los siguientes en la lista”.

 

¿En qué consistió la estafa? Muy sencillo: Barclays y otros bancos rufianes manipulaban artificialmente a la baja las tasas de interés del mercado interbancario, -el Libor y el Euribor-, para obtener dinero más barato. La prensa europea señala que “los más perjudicados han sido los que prestan a las entidades de la City”, antes de precisar que “Los que más han podido perder son los exportadores de ahorro: la banca japonesa y alemana, principalmente. También las grandes instituciones de inversión colectiva, entre ellos los fondos de pensiones y de inversión norteamericanos…”. Un “experto” español, -no se puede negar que en materia de estafas los banqueros españoles saben mucho-, estima que las repercusiones del timo son planetarias “porque este índice afecta a gran parte de las operaciones bancarias hechas en cualquier divisa menos el euro. Es decir, a las libras esterlinas, dólares, yenes, francos suizos, dólares australianos y canadienses”.

 

Antes de presidir Barclays, “Bob” Diamond fue profesor universitario… se ve que la calidad de la educación mejora. Su confesión de  Diamond trajo consigo la del presidente del Directorio de Barclays, el eminente Marcus Agius, el bien nombrado. En el Directorio que Agius presidió hasta ahora estaba Mike Rake, presidente de British Telecom y de EasyJet, Sir John Sunderland, miembro del equipo de polo del príncipe Charles y ex presidente de la CBI (Confederación Industrial Británica), así como Andrew Likierman, presidente del National Audit Office (¿porqué te ríes?) y rector de la London School of Economics.

 

Desde luego ninguno de estos próceres vio nada. Se enteraron de lo que hacía el banco que dirigían por la prensa y, como era de esperar, no logran ocultar su indignación indignada. Lo que trae algún consuelo es que gracias a la formación dispensada por Likierman y Diamond a los economistas de Inglaterra y los EEUU el brillante futuro de la comunidad financiera está asegurado.