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Economía con Máximo Kinast

TIPO DE CAMBIO

 

Escribe Luis CASADO – 29/03/2008

Un poquillo tarde, pero tal vez a tiempo, los patriotas que manejan la manija se despiertan. Entre ellos el flamante nuevo presidente del Senado don Adolfo Zaldívar quién se rajó con una nota a propósito del “tipo de cambio” peso-dólar, relación que como va quedando en evidencia rompió el “blindaje” de Andrés Velasco con la facilidad con la que una erección priápica da cuenta de la castidad de una doncella.

El senador Zaldívar escribe: “Existe prácticamente un consenso entre los economistas, tanto de la Concertación como de la Alianza, que el actual tipo de cambio se encuentra por debajo del tipo de cambio de largo plazo, no habiendo acuerdo sólo en qué porcentaje por debajo se encuentra”.

Visto el interés que genera tan buena iniciativa, ¿podría el senador Zaldívar explicar qué es un “tipo de cambio de largo plazo”? ¿Se trata de un dólar a 750 pesos, a 650, a 500 o bien a 430? Porque en el largo plazo esos son los tipos de cambio constatados en la plaza de Santiago de Nueva Extremadura.

Don Adolfo nos explica que “También existe consenso entre los economistas que ante esta situación las autoridades económicas (Gobierno y Banco Central), deben actuar. Sin embargo, no existe un acuerdo respecto de qué tipo de instrumentos son los óptimos para esta intervención”.

De modo que, según Zaldívar, aun estando de acuerdo en lo esencial hay dos elementos que no concitan la unanimidad de los “economistas”: de cuanto el dólar está por debajo de una línea de flotación que nadie es capaz de situar, y qué deben hacer el gobierno y el Banco Central al respecto.

Que el gobierno no sepa qué hacer, o no haya definido ninguna línea directriz en su seno con relación a políticas monetarias no debe sorprender: hace ya muchos años esa responsabilidad le fue entregada a un Banco Central “independiente”, irresponsable en el sentido que no le rinde cuentas a nadie.

Que el BC no logre estructurar una política monetaria coherente ya es curioso visto que según su estatuto y su mandato el Banco tiene “por objeto velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos”. En otras palabras el BC está para eso. Que los “expertos” del BC, situados frente a los problemas de su competencia (inflación, problemas monetarios), no sepan que hacer es, como queda dicho, curioso.

El senador Zaldívar afirma, seguramente con razón, que “La intervención es necesaria, ya que si existe consenso en que el actual tipo de cambio está por debajo del de equilibrio, la intervención adelanta en el tiempo el retorno al tipo de cambio de equilibrio, reduciendo costos innecesarios a los agentes económicos”.

Y volvemos a las nociones y conceptos desprovistos de sentido; ¿Qué es un “tipo de cambio de equilibrio”? La cuestión no es ociosa, sobretodo en un período en el que la “volatilidad” de los mercados financieros hizo saltar la noción de “equilibrio” que es tan esencial para la teoría económica estándar como es inexistente e inalcanzable en la economía real.

Como indica Zaldívar, existen múltiples instrumentos de intervención “que pueden ser utilizados por el Ministerio de Hacienda y el Banco Central (encaje a la entrada de capitales de corto plazo o capitales golondrina, intervención masiva mediante compra de dólares, emisión de bonos o pagarés, etc.)”.

Dejando de lado que se trata, una vez más, de torcerle la nariz al sacrosanto mercado que no se comporta como les gusta a los que les gusta el mercado, alguno de los citados “instrumentos” destruiría lo que en su día hizo el gobierno de Ricardo Lagos, es decir dejarle chipe libre a los capitales especulativos.

Volver a los controles de los movimientos de capitales es lo que están considerando, o derechamente haciendo, muchos países que no desean verse afectados por la “volatilidad” financiera inducida por la mega crisis financiera generada en los EEUU por los mismos que abogan por la desregulación de los mercados financieros.

Veremos si el gobierno tendrá las agallas para llegar a eso. La inconsistencia de las políticas seguidas hasta ahora permite albergar serias dudas al respecto. Por otra parte, una intervención masiva de compra de dólares sería como intentar llenar el tonel de las Danaides visto que la FED y la Secretaría del Tesoro son los fabricantes de dólares más rápidos de todo el oeste y no pararán de fabricar dólares hasta que estimen haber salvado a los especuladores del imperio.

 

NOTA DE MAXIMO KINAST: Los hermanos Zaldivar son unos políticos trogloditas, que viven y lucran de la política. Ambos son democristianos. El partido que traicionó a Salvador Allende a través de su Líder, el inverecundo Patricio Alwyn. En casa de uno de los Zaldivar, en Alta Costanera, se reunían los militares para preparar el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Uno de esos hermanitos, conocido como el Enano Maldito hizo el discurso más aterrador y desestabilizador de la Historia de Chile, cuando era Ministro de Economía (siempre han sabido ubicarse) del asesinado ex Presidente Eduardo Frei Montalva, con el único objetivo de evitar que Salvador Allende, elegido democráticamente pudiera asumir el cargo de Presidente de la República. Desde esa época, estos sinvergüenzas vienen vendiendo Chile. Por supuesto que es un ignorante en cuestiones económicas.

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