LA PROPUESTA BOLSA DE PETRÓLEO IRANI (3º)
por Krassimir Petrov
Fuente:
www.masternewmedia.org/es/2006/01/23/mercado_del_petroleo_propuesta_Irán.htm
3) La desaparición del dólar
El colapso del dólar acelerará dramáticamente la inflación de Estados Unidos y presionará hacia arriba las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos.En este punto, la Fed se encontrará a sí misma entre Escila y Caribdis - entre la deflación y la hiperinflación – se verá forzada a tomar su “clásica medicina” mediante la deflación, levantando las tasas de interés, por lo tanto induciendo a una mayor depresión económica, un colapso en bienes raíces y a una implosión en bonos, stocks y mercados derivativos, con un colapso financiero total, o alternativamente, tomar la salida de Weimar inflando, mediante la estabilización de los bonos a largo plazo, elevando los helicópteros y ahogando al sistema financiero en liquidez, achicando numerosos LTCM e híperinflando la economía.
La Teoría Austríaca del Ciclo Económico nos enseña que no hay un punto medio entre Escila y Caribdis. Tarde o temprano, el sistema monetario debe cambiar a un lado o al otro, forzando a la Feda a que haga su elección.No hay duda, el Comandante en Jefe Ben Bernanke, un renombrado catedrático de la Gran Depresión y un piloto adepto a los helicópteros Halcón Negro, elegirá la inflación. Helicóptero Ben obviando la Gran Depresión Americana de Rothbard , sin embargo ha aprendido las lecciones de la Gran Depresión y el aniquilador poder de la deflación. El Maestro le enseñó la panacea de cualquier simple problema financiero - inflar, sin importar las consecuencias. Incluso el le enseñó a los japoneses sus propias formas ingeniosas no convencionales para luchar contra la trampa de la liquidez deflacionaria. Como su mentor, el soñó luchar un Invierno Kondratieff .
Para evitar la deflación, el va a recurrir a las imprentas; va a llamar a todos los helicópteros de las 800 bases militares de Estados Unidos en el extranjero; y, si es necesario, va a monetizar todo lo que tenga a mano. Su último logro será la destrucción hiperinflacionaria de la moneda norteamericana y de sus cenizas surgirá la próxima moneda de reserva del mundo- esa que los bárbaros llamaban oro.
Las hiperinflaciones, sin embargo, no suceden en un instante. Generalmente lleva años antes del colapso final. La hiperinflación de Weimar comenzó alrededor de 1920 y terminó en 1923 con la destrucción total de la moneda. Similar fue el destino de algunos países post-comunistas: a Rusia y a Bulgaria le tomó 7-8 años híperinflar sus monedas antes de que la destruyeran.
Sin embargo, dado que el dólar es la moneda de reserva del mundo, hiperinflar el dólar será en dos maneras, fundamentalmente diferente de todas las hiperinflaciones de la historia. Por un lado, hay decenas de miles de millones de deuda contraída en dólares 15 centenares de miles de millones de dólares en instrumentos financieros. Dado que el radio de moneda a deuda instrumentos es pequeño, la hiperinflación que se avecina será necesariamente de proporciones épicas.Por otro lado, los bancos centrales de todo el mundo lucharán con dientes y uñas para sostener el dólar, para que el sistema financiero mundial no colapse sus y que sus reservas no se evaporen en la nada. Muchos bancos centrales elegirán indiscriminadamente apoyar el dólar inflando sus propias monedas. Entonces, estas dos poderosas fuerzas conducirán al dólar en direcciones opuestas. Su inevitable final será veloz y repentino, o puede ser prolongado y doloroso.
Cualquiera sea la velocidad de la hiperinflación, los norteamericanos comunes tendrán pocas opciones para protegerse – durante las crisis, el primer instinto de la gente es protegerse con monedas fiduciarias “estables” de países vecinos como el dólar canadiense y el peso mexicano, pero su disponibilidad será limitada y complicada ya que tendrán que vérselas con los controles de capital impuestos por el gobierno.
Luego, la gente de manera instintiva convertirá las monedas hiperinfladas en activos tangibles como tierras y bienes raíces, pero los vendedores se negaran a aceptar la moneda hiperinflada y rápidamente desaparecerán del mercado. Habiendo agotado opciones significativas para protegerse, la gente común tendrá poca elección, y convertirá su dólares a monedas duras como el oro y la plata, por lo tanto empujando sus precios mucho más arriba.
Por otro lado, los bancos centrales no tendrán otra opción más que el oro. Primero, en tiempos de crisis, los bancos centrales temen el riesgo inherente de toda moneda sin respaldo. Más aún, ni siquiera las grandes monedas fiduciarias acomodarán sus necesidades para convertir sus reservas. También, no es práctico para los bancos centrales tener bienes raíces y tierras. Por lo tanto, a los bancos centrales no tendrán otra alternativa que apurarse a convertir sus reservas en la única moneda dura conocida por el hombre - el oro.
Históricamente, en tiempos de crisis, el oro ha sido siempre el último bastión seguro. Cuando la gente y los bancos centrales corren en estampida hacia el oro, su valor siempre se ha ido por las nubes. Esta vez, no será diferente.
Acerca del autor Krassimir Petrov es un Macro Economista/Estratega de Inversion Austríaco el cual ha recibido su título de Doctor en economía de la Ohio State University y actualmente enseña Macroeconomics, International Finance y Econometrics en la American University en Bulgaria.
También por este autor “China’s Great Depression” “Masters of Austrian Investment Analysis” “Austrian Analysis of U.S. Inflation” “Oil Performance in a Worldwide Depression”Artículo original titulado: "The Proposed Iránian Oil Bourse" y publicado el 16 de enero 2006 en LeMetropole Cafe http://www.lemetropolecafe.com/ (necesita registrarse - y el artículo actualmente está inaccesible) comisionado por: J. Douglas Bowey and Associates
J. DOUGLAS BOWEY eso un Private Merchant Banker que vive en Los Angeles, California. Ha viajado extensivamente y vivió en el mundo islámico. La especialidad de. Bowey, la alianza financiera estratégica.
ANTAL E. FEKETE es Professor Emeritus (Mathematics), Memorial University of Newfoundland, St. John’s, Newfoundland, Canada. Él es un economista de clase mundial especializado en ciencia monetaria e historia. Vive entre St. John’s, Newfoundland, Canada, y Budapest, Hungría. Es un escritor prolífico. Parte de sus escritos pueden ser vistos en el sitio web www.goldisfreedom.com
J. DOUGLAS BOWEY y ANTAL E. FEKETE recientemente han unido fuerzas para crear una oportunidad. Juntos ellos ofrecen una oportunidad/metodología la cual le permite a los Bancos Centrales/Gobiernos aumentar continuamente sus reservas de oro y plata, con mínimo riesgo, sin el uso de “ingeniería financiera” y manteniendo el total control físico de esas reservas.
BOWEY y/o FEKETE pueden ser contactados a través de:J. Douglas Bowey and AssociatesBeverly Hills, CA Email: jdbanda[at]aol.com Telephone: 310/820-0444
NOTA de Máximo Kinast. Mi artículo, ‘La Caída del Imperio’ fue publicado bastantes años antes.
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