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Economía con Máximo Kinast

EL MUNDO HA CAMBIADO*

por: Hugo Fazio (CENDA, CHILE)
Fuente: Política Cono Sur Nº 1754

El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, junto con informar que las reuniones de la Ronda de Doha se reanudaron en el nivel técnico y que existe "una ventana" para alcanzar un acuerdo hacia fines de 2007, constató que la diferencia fundamental con las ocho rondas anteriores de liberalización comercial desde finales de la Segunda Guerra Mundial proviene de que "el mundo ha cambiado". "Antes -explicitó Lamy- una vez que Europa y EEUU se ponían de acuerdo, ya sólo quedaba arreglar los detalles". Ahora aparecen nuevos actores que pesan en la economía mundial, entre los cuales figuran gigantescos países, los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y China), varios de ellos con altos ritmos de crecimientos. En los últimos cinco años, este grupo de
países efectuó un aporte al crecimiento mundial cercano a un 30%, al finalizar 2006 su participación en el producto global es de un 11,6%. "Con los datos disponibles -editorializó el diario español "El País"- la contribución de esos cuatro países al crecimiento mundial en los dos próximos años será superior al de EEUU Eso apareja -concluyó- inevitables recomposiciones en los contrapesos internacionales" (04/12/06). "Los países en desarrollo que hace dos décadas suministraban el 14% de importaciones de manufacturas de los países ricos -constató el Banco Mundial-, ahora proveen el 40%, y en 2030 probablemente suministren más del 65%" (19/12/06).

Al mismo tiempo, los BRIC aumentan su participación en la compra de activos a nivel global, ya sea recursos naturales o adquisiciones industriales. En 2006, por primera vez Brasil envió al exterior más inversión extranjera directa que la recibida. En enero-octubre, en términos netos, salieron U$S 9.200 millones. La sobrevaluación del real ha influido en este resultado, ya que estimula colocar recursos fuera del país y, en cambio, desincentiva los ingresos de recursos foráneos. Brasil es la excepción al interior del BRIC por su tasa de crecimiento de 2,3% en 2005 y 3,5% en 2006, de acuerdo a las estimaciones del Banco Mundial. En este menor crecimiento fueron determinantes las políticas macroeconómicas seguidas por el gobierno de Lula, absolutamente similares a las recomendaciones clásicas del FMI.

BRIC:    Tasas de crecimiento 2004 - 2007

País     2004      2005      2006(e)      2007(p)

China  10.1       10.2        10.4             9.6
India     8.5         8.5          8.7             7.7
Rusia    7.2         6.4          6.8             6.0
Brasil    4.9         2.3          3.5             3.4

(e) = estimación; (p) = proyección

En 2006 los niveles elevados de crecimiento alcanzaron a un alto número de países emergentes. De acuerdo al informe del Banco Mundial titulado Perspectivas Económicas Globales, en 2006 crecieron en un 7%, mientras el mundo desarrollado en promedio lo hacía en 3,1%. El estudio estimó que las economías en desarrollo "triplicarán su aporte al PIB mundial entre el 2005 y 2030"  (24/12/06).

Paralelamente, tienen una incidencia mayor -lo cual es muy evidente en América Latina- grandes masas de la población hasta no hace mucho excluidas de las decisiones públicas, pero que ahora son decisivas en las elecciones de gobiernos, en duras confrontaciones con sectores numéricamente minoritarios que se resisten a perder sus privilegios, como muestran los conflictos existentes en Bolivia.

El país altiplánico constituye un ejemplo de las modificaciones registradas a nivel mundial. Evo Morales lo percibe claramente. Consultado sobre por cuánto tiempo, su país requerirá la ayuda económica de EEUU contestó "en principio no la necesita. La ATPDEA (Acuerdo de Preferencias Arancelarias con EEUU) -ejemplificó- significa como máximo U$S 50 millones. Nosotros, poco a poco -agregó-, vamos a prevenir los problemas económicos. Tenemos (como socios) a Argentina, Brasil, Venezuela y Cuba. Y quién sabe si Chile si mejoramos las relaciones. Por tanto -concluyó-, no necesitamos a Estados Unidos" (24/12/06). Esta frase es expresión de los cambios producidos a nivel mundial y que alcanzan a América Latina. En el nuevo contexto, la acción conjunta de países de la región permiten superar no pocos problemas en naciones determinadas o en el plano latinoamericano.

China constituye una de las expresiones más elocuentes de los cambios producidos. "Nunca antes un país con tantos habitantes -constató The Wall Street Journal- había crecido tan rápido como China, donde la economía se ha expandido a un ritmo promedio de 10% anual desde fines de los años setenta. El proceso de modernización de China es el doble de rápido que el de Estados Unidos o Japón, donde llevó medio siglo más" (28/12/06). Basta observar las cifras de comercio global para ratificarlo. Beijing se transformó en 2006 en la tercera economía de mayor intercambio comercial de la tierra, detrás de EEUU y Alemania. Sus exportaciones pasaron a representar el 7,3% de las ventas mundiales y sus importaciones el 6,1%, en un rápido proceso de incremento. Al cumplirse el 11 de diciembre cinco años desde su ingreso a la OMC su volumen total de intercambios como porcentaje del producto -medida utilizada para medir el grado de apertura de una economía- pasó de un 44% a un 72%. En EEUU es de 21%, es claro con un producto muy superior, y en Chile de aproximadamente un 66%.

Su superávit comercial constituye, a la vez uno de los grandes desequilibrios económicos globales que tiene como otra de sus caras el elevado déficit estadounidense, que a finales de 2006 comenzó a reducirse por la desaceleración de su economía, la devaluación del dólar en los mercados mundiales y la caída experimentada en la cotización del petróleo. El comercio mundial es de suma cero, es decir los superávit en unos países son posibles por los déficit en otros. Al mismo tiempo, el rápido crecimiento chino es fuente de agravamiento de problemas medioambientales y de presión sobre la disponibilidad de materias primas, en especial fuentes energéticas. Esta mayor demanda se encuentra en plena expansión. Mientras un norteamericano promedio consume por año una ocho
toneladas de petróleo o su equivalente en otros combustibles, y el japonés típico lo hace más o menos en la mitad de esa cifra, en China el consumo de energía per cápita se encontraba al finalizar 2006 en sólo 1,2 toneladas métricas. En 2005 el 69,8% del consumo chino de combustibles fue carbón y un 21,9% petróleo.

El saldo negativo norteamericano se produce a pesar del agudo proceso de devaluación experimentado por el dólar, que mejora la competitividad internacional de sus exportaciones hacia aquellas regiones del mundo en que sus monedas se han revaluado, y encarece los productos importados desde esos países. Constituye, en la práctica, un mecanismo proteccionista, en contradicción con los constantes alegatos de la Casa Blanca en pro de la "libertad comercial".

El curso de la Ronda de Doha se encuentra muy presionado porque a mediados de 2007 en Estados Unidos vence la autorización concedida al presidente Bush para que pueda negociar acuerdos comerciales con otros países, que el Congreso sólo puede aprobar o rechazar, sin introducir modificaciones. Se parte de la base que la nueva mayoría parlamentaria no volvería a dar las mismas atribuciones, al igual como actuaron los republicanos con la administración Clinton.

La Ronda de Doha busca recomponerse después de varios años infructuosos, desde 2001, en que las diferencias -sin ser las únicas- se concentraron en el sector agrícola por las mecanismos de protección utilizados por los países de mayor desarrollo económico. La agricultura, constató Pascal Lamy, es donde se expresan las mayores desigualdades en los intercambios comerciales internacionales, afectando agudamente a países en desarrollo. Los intentos de salir adelante se producen cuando la constatación del fracaso de las políticas económicas del gobierno de Bush son pregonadas por sectores cada vez más amplios.

El último Premio Nobel de Economía, el estadounidense Edmund Phelps -muy cercano en su pensamiento al recientemente fallecido Milton Friedman-, en la víspera de la tradicional ceremonia efectuada en Estocolmo de premiación, calificó la conducción del gobierno Bush -desde la óptica neoliberal- de "irresponsable", por su elevado déficit fiscal potenciado por la guerra en Irak, cuyos costos -manifestó a la televisión sueca- "habrá que pagar aún mucho después de que el conflicto haya terminado. Ha sido -agregó-, una historia muy cara…" (09/12/06). A lo cual se suma la "reducción de impuestos sin financiamiento" efectuado, es necesario recordarlo, en beneficio de sectores minoritarios en función de cuyos intereses Bush gobierna. "Considero -resumió Phelps- que la política económica del Gobierno (Bush) ha sido muy mala".

La política de la Casa Blanca intensificó la concentración del ingreso y de la riqueza entendiendo por el primer concepto -como señala The Economist- "el flujo de dinero que recibe un país u hogar durante un año" y por el segundo" el stock de activos acumulados a lo largo de una vida, menos las deudas" (10/12/06). Un estudio efectuado por el Instituto Mundial para el Desarrollo de la Investigación Económica de Helsinki sobre la concentración de la riqueza en el mundo, incluyendo activos financieros, inmobiliarios, bienes de consumo durable e incluso ganado, utilizando información del año 2000, o sea con datos de los inicios de la administración Bush, lo confirma. En el ranking, más de la mitad de la riqueza global está en manos de un 2% de la población de la tierra, fundamentalmente norteamericana, europea y japonesa. "La riqueza -expresó la investigación- esta fuertemente concentrada en América del Norte, Europa y en países de altos ingresos del Asia Pacífico. Colectivamente -cifró- la gente de estos países tienen casi el 90% de la riqueza total del mundo. En el mundo de diez personas, uno posee U$S1.000 y los otros nueve tienen U$S1 cada uno, según la distribución de la riqueza…". A su vez, al interior de ese 10% privilegiado hay fuertes diferenciaciones.

Los estudios por países sobre la concentración de la riqueza son todavía muy insuficientes. Al conocerse antecedentes, los datos resultan impresionantes. En Suiza, un listado elaborado por la revista Bilan constata que 118 personas suman una riqueza similar a todo el producto del país. El listado fue confeccionado basándose en ciudadanos suizos o residentes permanentes en el país, que constituyen 30% del total, con una fortuna superior a los 100 millones de francos suizos. El atractivo para radicarse en su territorio es una disposición fiscal que permite "negociar" con las autoridades el monto de los impuestos a cancelar anualmente, siempre y cuando no se realicen actividades lucrativas en Suiza. El impuesto no se basa en su fortuna global, por lo general depositada en los
bancos, sino "en el tren de vida y en el nivel de gastos", ya que no generan ganancias en el país salvo lo percibido por concepto de intereses.

La riqueza tiene una contraparte. Los porcentajes mayoritarios de la población que viven en situación de pobreza o con lo imprescindible para subsistir en las condiciones del mundo de hoy. Un acontecimiento político nuevo se produce al ponerse en movimiento o expresarse estas mayorías excluidas del festín de la riqueza. Los cambios en el protagonismo social tiene como uno de sus ejemplos América del Sur con la incidencia electoral de las "masas pobres" en las elecciones presidenciales de Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador. "En Latinoamérica -expresó Evo Morales poco antes de iniciarse en Cochabamba la Cumbre Sudamericana de Naciones- estamos en un tiempo de cambio. No hay dictadores. Se acaban las democracias serviles al imperio. Son tiempos de resolver -agregó- los problemas económicos y sociales con recursos naturales". (09/12/06). Es el gran desafío planteado.

Lamentablemente, los procesos de integración sudamericanos marcan el paso. En la Cumbre de Cochabamba no se produjeron avances. Las fisuras creadas por EEUU con sus TLC bilaterales (Chile, Perú y Colombia) dificultan progresar. La declaración de Cochabamba -que según El Mercurio "recogió el planteamiento chileno" (16/12/06)- es una suma de frases generales en vez de diseñar formas concretas de construir los procesos de integración.

 

* NOTA DE MÁXIMO KINAST: La caída del Imperio es inexorable. Dos grandes síntomas son claros: La absoluta carencia de valor del dólar (que sigue en caída libre) y la crísis del sistema neoliberal. En ambas ha sido un actor decisivo George W. Bush, con sus políticas estúpidas y criminales que ha implantado para beneficio de unas pocas empresas a las que esta vinculada su familia... y la de Bin Laden.

 

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