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Economía con Máximo Kinast

¿ES GRAVE, DOCTOR?

¿ES GRAVE, DOCTOR?

Escribe Luis CASADO – 18/03/2008


Grave”, “gravísimo” responden. ¡Por fin! se atreven a responder algunos economistas. Durante algunos meses las conocidas monsergas acerca de las “turbulencias”, las “tempestades”, los “barcos bien estibados”, la “economía blindada” y otras majaderías hicieron ilusión. Ya no. La cara deshecha de W. Bush, intentando explicar que hará lo que haga falta para sostener el sistema financiero yanqui, no convence a nadie. Si la palabra clave es, como siempre, la “confianza”, hay que reconocer que de eso no queda mucho. Y no es la compra en plan salvataje de Bearn Stern en 326 pijoteros millones de dólares lo que va a tranquilizar a nadie. Comprar por un puñado de dólares un banco que tenía dos o tres veces los activos de todos los bancos chilenos reunidos no habla muy bien de la credibilidad de las cuentas bancarias. Comprar el quinto banco estadounidense a un precio igual al 6% de su valor en la bolsa… quiere decir que los valores bursátiles no representan nada digno de confianza.

Como las notaciones de las agencias que se dedican a distribuir puntos malos y puntos buenos, -que dicen determinar los índices de “riesgo”, país u otra vaina ¡que más da!-, agencias que no vieron venir este desastre, no se enteraron de que desde hace más de diez años los bancos especuladores han jugado al casino con plata que no tienen y que hoy corre apresurada a poner la FED para evitar el descalabro total. 

¿Es grave, Doctor? Grave, gravísimo. A tal punto que hasta el patrón de un organismo tan inútil y tan impotente como el FMI salta a la palestra para explicar que no solo es grave sino que además va a durar lo suyo, y que el temblequeo no hace sino comenzar. Y que se extenderá a Europa y al resto del mundo, incluyendo desde luego a los países “emergentes” que algún economista de bolsillo pretendía inmunes a la crisis en razón de una confusa teoría del “desacoplamiento” que pretende que la globalización funciona como el resto de las teorías económicas: según la cara del cliente. A veces si, a veces no, y a veces también.

Y los infelices que en la copia feliz del edén se precipitaron a comprar dólares porque “a 500 $ está muy bueno y hay que aprovechar”, deben estar haciendo cola para comprarlos a 430 $ antes de que bajen a 380$. ¿El dólar, divisa de reserva planetaria? Si hasta los directores de nuestro propio Banco Central osaron afirmar que no suben las tasas solo para estabilizar el dólar…

Cuando uno termine de cagarse de la risa podría recordarles que la FED, ella, de aquí a mañana bajará las suyas sin importarle un cuesco los efectos colaterales para la economía “blindada” por Velasco. ¿Qué hacer? ¿Darle una cura de caballo al borracho, quitarle el trago, verlo tiritar durante la recesión inducida por una disminución del consumo, el aumento de la tasa de ahorro y un alza de las tasas de interés, o abrirle otra botella para que no tirite,  alimentarle el vicio con el riesgo de gatillarle un delirium tremens?

Cualquiera sea el tratamiento elegido las consecuencias que vienen las van a pagar los de siempre. Los que manejan la manija ya están anunciando una significativa reducción del crecimiento, un  aumento notorio del desempleo, un incremento de la inflación, nuevos desequilibrios financieros, en fin, un marasmo que hace preguntarse porqué los acuerdos de Bretton Woods no han sido enviados al tacho de la basura y en particular el rol de valor de reserva mundial que se adjudicó al dólar.  W. Bush reúne a sus consejeros económicos, -lo que no es frecuente habida cuenta de su nulidad en la materia-, y por otra parte se alzan voces que exigen una reunión de los ministros de finanzas del G7.

Lo malo es que todos juntos poco o nada pueden, al menos en el corto plazo. Y sobretodo cuando la tan cacareada transparencia de los mercados desapareció en combate. Nadie sabe nada, y los que sabe aun se callan. ¿Es grave, Doctor? Grave, Gravísimo.

NOTA DE MÁXIMO KINAST: Mi hermano, amigo, compañero Luis Casado es un genio. le admiro y me agrada como escribe... pero lo que no me gusta de él, es que siempre es, ha sido y será un optimista incorregible.  

 

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