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Economía con Máximo Kinast

JACQUES ATTALI, FIGURA PROA DEL PENSAMIENTO ÚNICO


Escribe Christian Jacquiau, économiste, traducción del francés de Luis Casado.

«Mis 316 proposiciones no le costarán ni un centavo al Estado francés», promete Jacques Attali. Jurado cachitos p’al cielo. Se dice que el eminente economista estaría dispuesto a gravarlo en mármol de Carrara, el mismo con el que antaño hizo adornar -en la era de esplendor miterrandista- el hall de entrada de la BERD (Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo) que dirigió de 1991 a 1993, antes de tener que pirar bajo la presión de la opinión pública internacional (y de los jueces…).

¿Habrá olvidado Nicolas Sarkozy -que le firmó un cheque en blanco el 30 de agosto de 2007 («lo que Ud propondrá, es lo que haremos»)- los problemillas de su compañero de la liberalización? (juego de palabras con “compañero de la liberación” como se autodenominan los gaullistas. N. del tr.)

¿Seguirá el presidente las preconizaciones de este experto en experticias, obligado a huir de la BERD por una puerta escondida, sin siquiera esperar la nominación de su sucesor?

Este catálogo de la derrota merecería por lo menos un examen atento y contradictorio. Pero el pensador neo-eliseano ya previno: ¡Hay que tomar sus sugerencias en bloque y sin discutirlas! Desde la escena del teatro de la Rotonda de los Campos Elíseos (eso no se inventa…) donde presentó sus “300 proposiciones para cambiar Francia”, Jacques Attali les señaló con arrogancia a nuestros parlamentarios toda su inutilidad política: “¡El informe para la liberación del crecimiento francés no tiene porqué ser estudiado porque ya fue estudiado!”

Sus preconizaciones son indiscutibles. Aun menos cuestionables. En algunos meses Jacques Attali volverá a la escena del teatro de sus declaraciones históricas pero será, esta vez, para trabajar como actor. Mientras tanto, con toda la modestia que le conocemos, Attali nos la juega “Tina” (There Is No Alternative) como le gustaba a Margaret Thatcher.

La reforma (…) solo puede tener éxito si el presidente de la República y el Primer ministro aprueban plenamente las conclusiones de este informe, lo apoyan públicamente desde ahora, personalmente y durablemente, asignándole a cada ministro misiones muy precisas”, afirma Jacques.

¡Fuera de las preconizaciones de este nuevo “maître à penser” no hay reforma posible! Y su eminencia agrega: “Lo esencial de estas reformas deben ser iniciadas, según el calendario propuesto al final del informe, entre abril de 2008 y junio de 2009. Ellas deben ser impulsadas con tenacidad durante varios mandatos (presidenciales) cualquiera que sea el color político mayoritario”.

El pensamiento attaliano, figura de proa del nuevo pensamiento único, fue elaborado para trascender todas las diferencias políticas, por los siglos de los siglos. ¿Qué otra cosa se podía esperar de un ex consejero de Dios? (Mitterrand fue apodado “Dios” durante su mandato. N. del tr.)

Viernes 25 de enero de 2008

NOTA DE LUIS CASADO: Suelo decir que los economistas no arrepentidos están todos tontos del culo o completamente piraos lo que es lo mismo.

He aquí un ejemplo que reconforta.

 

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