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Economía con Máximo Kinast

Modus Operandi

Como robaron los bancos en el 2008

Documental sobre las causas y los responsables de la crisis económica mundial de 2008, que para millones de personas significó la pérdida de sus hogares y empleos y que puso en peligro la estabilidad económica de casi todos los países desarrollados.

http://asambleademajaras.com/videos/detalle_video.php?idvideo=565

A través de una extensa investigación y entrevistas a fuentes financieras, políticos y periodistas, se muestra el auge de empresarios sin escrúpulos y la degradación de la política y la educación. ’INSIDE JOB’ claramente presenta la indignante historia de un ’gobierno de Wall Street’ y explica cómo esta reciente crisis financiera ha sido efectivamente un ’inside job’ o delito interno colectivo ejecutado por banqueros, políticos, agencias calificadoras, burócratas y profesores universitarios, quienes utilizaron la desregulación para crear y promover complejos instrumentos financieros derivados y titulizados –conocidos por algunos como ’armas de destrucción masiva’– para beneficiar sus propias cuentas bancarias, mientras hacían la vista gorda cuando el mercado subprime de hipotecas se desplomó, arrasando con los ahorros de toda una vida de muchas personas comunes y corrientes.

Se recomienda ver tambien el documental Ladrones del sueño americano (2012)

Fuente o/y enlaces relacionados:

Bizzentte

Ver la película Malas Noticias - Too big to fail

Ver Los últimos días de Lehman Brothers

Ver la serie documental de la BBC El Poder del Dinero - Muy recomendado

Ver documental Subprime, la crisis de la economia basura 

Debtocracy 

CATASTROIKA - Subtitulos en Español 

Ver 1929 (La gran depresion) (William Karel)

Nota de Máximo Kinast:

Cuando en abril del 2008 escribí 'Los Bancos no Roban' me quedé corto. Usando la ironía y de una manera muy simple pretendí explicar como hacen los bancos para quedarse con nuestro dinero. Lo que cuento ahí tiene el mérito de ser al inicio de la crisis mundial del 2008, pero es 'pecata minuta' ante lo que ahora se sabe y lo que muestra este video que gentilmente (y muy indginada, con justa razon) me envía Marzha.

Ya se, amable lectora o amable lector, que no tienes tiempo. (Tambien te lo han robado) Pero haz un esfuerzo y dedicale una hora y media a este documental, que lo amerita... y difundelo. Que todo el mundo sepa como nos robaron y nos timaron. Y los peor, es que siguen engañandonos y nosotros, claro, no tenemos tiempo para informarnos de la verdad.

Por qué la Reserva Federal manipula el mercado del oro?

 
Portada :: EE.UU.
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf23-05-2013

Washington muestra una profunda preocupación por el dólar


Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

En el último mes ha ocurrido una coincidencia estadísticamente improbable de eventos que solo se pueden explicar como una conspiración para proteger al dólar frente a la política de Flexibilización Cuantitativa (FC).

 

Flexibilización Cuantitativa es el término dado a la política de la Reserva Federal de imprimir 1 billón de dólares anualmente a fin de financiar el déficit presupuestario de EE.UU. mediante la compra de bonos del Tesoro de EE.UU. y mantener altos los precios de derivados relacionados con la deuda en los balances de los bancos “bancos demasiado grandes para quebrar" (BDGF) mediante la compra de derivados respaldados con hipotecas. Sin FC, las tasas de interés serían mucho más elevadas y los valores en los balances de los bancos serían mucho más bajos.

 

La Flexibilización Cuantitativa se utiliza desde diciembre de 2008. Durante estos 54 meses, la Reserva Federal ha imprimido varios billones [millones de millones] de dólares con los cuales la Fed ha monetizado la misma cantidad de deuda.

 

Un resultado de esta política es que la mayoría de las tasas de interés reales de EE.UU. son negativas. Otro resultado es que el suministro de dólares ha superado la demanda de dólares del mundo.

 

Estas consecuencias son el motivo por el cual la política de la Reserva Federal de imprimir dinero para comprar bonos del Tesoro y derivados respaldados por hipotecas amenaza el valor de cambio del dólar y, por lo tanto, el papel del dólar como moneda de reserva mundial.

 

El hecho de ser la moneda de reserva mundial significa que el dólar se puede utilizar para pagar las cuentas de petróleo de cualquier país, y su déficit comercial. El dólar es la divisa de pago internacional.

 

Esto es muy útil para EE.UU. y la mayor fuente del poder estadounidense. Como el dólar es la moneda de reserva, EE.UU. puede cubrir sus costes de importación y pagar por su coste de operación, simplemente mediante la creación de su propio papel moneda.

 

Si el dólar no fuera la moneda de reserva, Washington no podría financiar sus guerras o seguir manteniendo grandes déficits comerciales y presupuestarios. Por ello, la protección del valor de cambio del dólar es la preocupación primordial de Washington si quiere seguir siendo una superpotencia.

 

Las amenazas del dólar son las monedas alternativas, divisas que no se crean enormes cantidades, el oro y la plata, y los bitcoins, una divisa digital.

 

La amenaza de los bitcoins se eliminó el 17 de mayo cuando el Departamento Gestapo de Seguridad Interior confiscó las cuentas de Bitcoin. La excusa fue que Bitcoin no se había registrado según las leyes contra el lavado de dinero del Tesoro de EE.UU.

 

Washington ha reprimido la amenaza de otras monedas convenciendo a otras grandes divisas de que impriman aún más que el dólar. Japón ha cumplido y el Banco Central Europeo, aunque algo limitado por Alemania, ha comenzado a imprimir a fin de rescatar a los bancos privados en peligro por la “crisis de la deuda soberana”.

 

Eso deja el oro y la plata. El enorme aumento de los precios del oro y de la plata en la última década convenció a Washington de que existen numerosos bribones que no confían en el dólar y que no se debe permitir que su número aumente.

 

El precio del oro aumentó de 272 dólares por onza en diciembre de 2000 a 1.917,50 dólares el 23 de agosto de 2011. Los gángsteres financieros que poseen y dirigen EE.UU. se dejaron llevar por el pánico. Con el colapso del precio del dólar en relación con la verdadera moneda histórica, ¿cómo podía ser válida la tasa de cambio del dólar en relación con otras monedas? Si la tasa de cambio del dólar fuera atacada, la Reserva Federal tendría que dejar de imprimir y perdería el control sobre las tasas de interés.

 

Las burbujas de los mercados de renta fija y de renta variable estallarían y los pagos de interés de la deuda federal explotarían, dejando a Washington aún más endeudado e incapaz de financiar sus guerras, su Estado policial y los rescates de los bánksteres.

 

Había que hacer algo respecto al creciente precio del oro y la plata.

 

Hay dos mercados del oro en lingotes. Uno es un mercado de papel en Nueva York, Comex, donde se comercializan los derechos de propiedad en papel del oro. El otro es el mercado físico donde se toma posesión personal en los negocios de monedas de metal, negociantes de lingotes,y joyerías.

 

El modo en que han establecido los bánksteres el precio del lingote no se fija en los mercados en los cuales la gente entra en posesión real de los metales. El precio se fija en el mercado de papel en el que operan los especuladores.

 

Este mercado bifurcado dio a la Reserva Federal la posibilidad de proteger el dólar de sus máquinas impresoras.

 

El viernes 12 de abril de 2013, las ventas en descubierto de oro impactaron el mercado en Nueva York en una cantidad estimada en entre 124 y 400 toneladas. Esta enorme venta sin precedentes implica una conspiración ilegal de vendedores que se proponen manipular el mercado o una acción de la Reserva Federal a través de sus agentes, los BDGF que son los bancos de negociación de oro y plata en lingotes.

 

Las enormes ventas en descubierto redujeron el precio del oro, provocando pedidos de stop-loss y ajustes de márgenes. El ataque continuó el lunes 15 de abril y sigue desde entonces.

Antes de seguir adelante, notad que hay límites de posición impuestos a la cantidad de contratos que los comerciantes pueden vender de una vez. La cifra de 124 toneladas hubiera requerido que 14 comerciantes sin interés abierto en el mercado vendieran todos juntos en unos pocos minutos 40.000 contratos de futuros. La probabilidad de que tantos comerciantes decidan vender en descubierto simultáneamente el máximo permitido no es verosímil. Se trató de un ataque ordenado por la Reserva Federal, por lo cual no hubo una investigación de su ilegalidad.

 

Notad asimismo que ningún vendedor que quisiera salir de un pedido se propondría un precio bajo al vender de una vez una cantidad enorme a menos que el objetivo no sea un beneficio sino aplastar el precio del oro en lingotes.

 

Desde el ataque del 12-15 de abril al precio del oro, ha habido ataques subsiguientes a las 2 p.m.hora de Hong Kong y 2 a.m. hora de Nueva York. A esas horas la actividad es ligera, a la espera de que Londres inicie las operaciones. Como ha señalado William S. Kaye ninguna entidad preocupada por los beneficios elegiría esas horas para vender entre 20.000 y 30.000 contratos de futuros, pero es lo que ha estado ocurriendo.

 

¿A quién no le preocuparía perder dinero de esa manera? Solo a un banco central que puede imprimirlo.

 

Ahora llegamos al mercado físico en el cual la gente toma posesión de lingotes en lugar de apostar a instrumentos de papel. Lo muestra este gráfico de ZeroHedge .

 

La demanda de compra física es elevada, a pesar del ataque al oro que comenzó en 2011, pero como el precio se fija en el mercado irreal de papel, las ventas orquestadas a futuros, como en el actual trimestre de 2013, pueden hacer bajar el precio sin que importe el hecho de que la verdadera demanda de oro y plata no puede satisfacerse.

 

Mientras la corrupta prensa financiera occidental insta a la gente a abandonar el oro en lingotes, todos tratan de comprar más, y las primas sobre el precio al contado han aumentado. En todo el mundo hay una escasez de oro y plata en formas, como las monedas de una onza y las barras de diez onzas que piden los individuos.

 

El hecho de que la caída en los precios del oro y la plata es algo orquestado es evidente porque la demanda de lingotes en el mercado físico ha aumentado mientras las ventas en descubierto en el mercado de papel implican una huída de los lingotes.

 

¿Qué nos dice esta manipulación ilegal de los mercados por parfte de la Reserva Federal? Nos dice que la Reserva Federal no ve una salida a la impresión de dinero a fin de apoyar el déficit federal y los bancos insolventes. Si se atacase al dólar y la Reserva Federal tuviera que dejar de imprimir dólares, las tasas de interés aumentarían. Los mercados de renta fija y de renta variable colapsarían. El dólar se abandonaría como moneda de reserva. Washington ya no podría pagar sus cuentas y perdería su hegemonía. El mundo del arrogante Washington colapsaría.

 

Queda por ver si Washington puede prevalecer sobre la demanda mundial de oro y plata. ¿Puede mantenerse supremo el dólar cuando la Reserva Federal crea 1.000 millones de millones cada año, mientras los BRICS, China y Japón, China y Australia, y China y Rusia hacen acuerdos para liquidar sus balanzas comerciales sin utilizar el dólar?

 

Si la economía basada en el consumo de EE.UU., privada de ingresos de los consumidores por la deslocalización de puestos de trabajo, vuelve a caer en el tercer o cuarto trimestre –una caída que no se puede ocultar mediante engañosas publicaciones estadísticas– el déficit federal aumentará. ¿Cuál será el efecto en el dólar si la Reserva Federal tiene que aumentar su Flexibilización Cuantitativa?

 

Se ha preparado una tormenta perfecta para EE.UU. Las verdaderas tasas de interés son negativas, pero se están creando deudas y dinero de forma alarmante. La caída del dólar espera la decisión del mundo respecto a una solución. La Reserva Federal puede imprimir dólares para mantener elevados los mercados de renta fija y de renta variable, pero la Reserva Federal no puede imprimir divisas extranjeras para mantener a flote el dólar.

 

Si cae el dólar, el poder de Washington se cae, y por eso se manipula el mercado del oro en lingotes. Proteger el poder. Esa es la agenda. ¿Se trata de otra ambición exagerada de Washington?

 

Nota sobre Bitcoin: El 16 de mayo, PCWorld informó: “la confiscación de fondos del mayor mercado de Bitcoin, Mt. Gox, fue provocada porque supuestamente la compañía no cumplió las regulaciones financieras de EE.UU., según un documento de un tribunal federal. La Corte del Distrito de EE.UU. de Maryland ordenó el martes la confiscación de los fondos de Mt. Gox, que estaban en una cuenta con Dwolla, una compañía de pagos que transfería dinero de ciudadanos estadounidenses a Mt. Gox para comprar y vender la moneda virtual bitcoin”.

 

Informes posteriores a mi artículo sugieren que en lugar de confiscar los fondos se clausuró un mecanismo de transferencia de dinero. Cualquier cosa que haya pasado, el gobierno ha demostrado que puede deshabilitar o destruir Bitcoin a su voluntad. Bitcoin podría tolerarse si no se utiliza ampliamente. Si el gobierno considera Bitcoin como un refugio del dólar, puede simplemente hacer que sus agentes compren bitcoins, haciendo que el precio suba desorbitantemente, y luego vender las compras todas a la vez, tal como toneladas de ventas al descubierto de oro se lanzaron al mercado del oro.

 

Bitcoin mostró su vulnerabilidad en abril cuando, según informes noticiosos, alguien cedió 13.617 dólares de bitcoins y los valores se derrumbaron de 265 a 105 dólares. Alguna gente que observa el mercado concluyó que la operación fue una prueba de esfuerzo encubierta del banco central.

 

El hecho de que informé sobre Bitcoin no significa que me oponga a él. Lo que quiero en mi artículo es demostrar que el gobierno tomará todos los pasos que considere necesarios para proteger el dólar ante la Flexibilización Cuantitativa.

 

Paul Craig Roberts fue editor de The Wall Street Journal y secretario asistente del Secretario del Tesoro estadounidense. Es autor de HOW THE ECONOMY WAS LOST , publicado por CounterPunch/AK Press. Su libro Economies in Collapse: The Failure of Globalism, fue publicado en Europa en junio de 2012. Su último libro es The Failure of Laissez-Faire Capitalism.

 

Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/05/20/washington-signals-dollar-deep-concerns/

rCR

DINERO REAL v/s DINERO VIRTUAL


http://www.crisiseconomica2010.com/Inicio/tabid/36/articleType/ArticleView/articleId/429/Dinero-real-versus-dinero-virtual.aspx
Crisis económica, una oportunidad para el cambio

Dinero real versus dinero virtual

Esther Ibañez 
Mayo 05, 2010 05:00




Siempre había existido una correlación entre el dinero circulante y la riqueza real que se media con el patrón oro. Cuando ésta se rompió permitió que se entrara en el terreno especulativo con el propio dinero, terreno muy peligroso, ya que si en 1929, fue la especulación de la bolsa, la que acabó hundiendo el sistema económico, en el 2010 es la especulación con el propio dinero. Se empezó a crear dinero virtual a partir de la emisión de deuda. En el caso de los estados era deuda que tenía que ser comprada por estados o entidades financieras. El Estado obtenía dinero real a cambio de emitir deuda que debía ser comprada por otro.

Respecto al endeudamiento privado ha ocurrido lo mismo, fundamentado principalmente en la especulación del suelo, la gente compraba inmuebles a precios virtuales, endeudándose bajo la premisa de que podría pagar su cuota durante 25 o 30 años, porque cobraría el mismo sueldo o más durante todo ese periodo. Esa premisa se fundamentaba en la confianza de que existiría el pleno empleo durante 30 años, que a su vez se había conseguido de una manera ficticia, bajo la influencia del hiperconsumo y el hiperendeudamiento para consumir. 

En fin, se produce un círculo vicioso que se retroalimenta, en donde solo existe una cantidad real “X” de dinero real circulante y una cantidad “Y” muy superior de dinero virtual, que en realidad es deuda. No hay dinero, solo ilusión de dinero. En algún momento ese círculo vicioso tenía que romperse porque era insostenible, ya que en algún momento la deuda llega a incrementar tanto que empieza a  no poderse pagar, entonces el círculo vicioso empieza a girar al revés. No se paga deuda, los bancos tienen falta de dinero real (continúan teniendo mucho dinero virtual ya que son acreedores de muchas deudas), los bancos dejan de prestar dinero, las personas dejan de comprar inmuebles y de consumir (ya que estaba basado en endeudamiento y el banco ya no les permite endeudarse más), las empresas tienen un excedente de producción que no pueden vender, los bancos no prestan a estas empresas, las empresas cierran, generan desempleo, el desempleado no consume, el PIB disminuye, el estado necesita emitir mas deuda, nadie se la quiere comprar, y el mercado le aplica un tipo más elevado de interés. El país no puede pagar esa deuda porque su PIB no crece. Todos los países están endeudados. 

Conclusión: bancarrota de estados y bancos. ¿Por qué? Porque la deuda es insostenible, hay poco dinero real y mucho virtual en forma de deuda, pero ese dinero no existe, existirá cuando la deuda consiga pagarse al cabo de los años. Ese dinero virtual, en forma de deuda es como el dinero que quema las manos, cuanto menos tiempo lo tengas en tu poder mejor, lo importante es que circule y que no lo tengas tú, que vaya circulando sin parar de mano en mano. La fiesta se acaba cuando uno dice, yo no quiero este dinero virtual en forma de deuda, porque ya no tengo claro que se pueda pagar. Entonces, cuando todo para de girar, lo importante será quien tiene el dinero real porque todo lo demás será deuda por pagar.

Es como el juego de la sillita, aquel que en un momento para la música y como hay una silla menos alguien no puede sentarse. En este caso, es como si hubiese 5 sillas y 5000 personas dando vueltas al compás de la música. Cuando la música pare, solo 5 podrán sentarse y estos cinco son los que sabían de qué iba el juego y han ido aproximándose a las sillas mientras los otros 4995 giraban alegremente alrededor, confiando en que todo el mundo iba a poder sentarse. Las sillas representan el dinero real.

No sé si he conseguido expresar mi idea, pero lo que quería decir es que la bancarrota de bancos y estados parece inevitable, la pregunta es: ¿Cuándo se va a producir? Y lo más importante: ¿Qué consecuencias tendrá para todo el conjunto de la sociedad?

Publicado en: La crisisEconomía

Email del autor: 26390eir@comb.es



Chipre: con premeditación y alevosía, sobre seguro y en despoblado…

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Escribe Luis Casado – 31/03/2013

El dogma neoliberal no se detendrá ante nada. Lo prueba el último capítulo de la crisis del euro. Cuando las medidas adoptadas por la Troika para “rescatar” a Grecia hundieron los bancos chipriotas, se hizo necesario salvar a Chipre.

Entretanto los remedios suministrados hundieron a Grecia. “Rescatar”, “salvar”, entre el significante y el significado hay un abismo. Todo consiste en proteger un sistema financiero rufián, que ha visto aumentar desmesuradamente la parte que se adjudica del lucro generado por toda la actividad económica: en los EEUU, si en diciembre de 1947 el sector financiero obtenía el 8% del total de beneficios corporativos, en diciembre de 2001 había alcanzado una parte inimaginablemente alta: ¡un 45,80%!

Ahora, el monto total del “rescate” de los bancos chipriotas, 17 mil millones de euros, equivale al PIB anual de Chipre… ¿Cómo lo hacen para perder tanto dinero? Y por otra parte… ¿Quién lo gana?

Para reunir ese monto, la Troika despoja los depósitos superiores a 100 mil euros de un 37,5%, y bloquea lo que queda just-in-case. Para justificar lo que no deja de ser un pillaje legal realizado con premeditación y alevosía, sobre seguro y en despoblado, la Troika arguye que “quienes participaron del desastre tienen que contribuir a pagarlo”. Dicho así parece sensato. Lo malo es que quienes tienen la obligación de velar por el sistema bancario europeo se quedaron callados ante la borrachera especulativa, comenzando por el Banco Central Europeo (BCE).

El presidente del BCE, banquero de oficio y ex colaborador de Goldman Sachs – falsificador de las cuentas públicas griegas y uno de los inventores de la estafa de los subprimes – no podía ignorar que los bancos chipriotas se libraron durante años a una desenfrenada especulación sobre la deuda griega.

Otro argumento tiene que ver con que Chipre es un paraíso fiscal. Pero Chipre siempre ha sido un paraíso fiscal, de esos que el G20 prometió eliminar hace años… sólo de la boca para afuera. Y no es el único: hasta hace muy poco el presidente del Eurogroup (los países que adoptaron el euro como moneda única) era Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, otro paraíso fiscal. Mónaco, San Marino y el Vaticano, célebres paraísos fiscales por donde circula el dinero de las mafias, del narcotráfico, de la trata de blancas, del tráfico de armas, de la pornografía y otras actividades tan edificantes como las que te cuento, tienen acuerdos con la Unión Europea para usar oficialmente el euro, y acuñan su propia moneda.

La historia no es reciente: el autoritario líder serbio Slobodan Milosevic transfirió miles de millones de dólares a Chipre para comprar armas y eludir el embargo de la ONU. Armas que compraba… en Rusia. A su vez, los magnates rusos usaban los bancos chipriotas para lavar el dinero proveniente de actividades tan claras como las malversaciones al Estado ruso, el tráfico de armas y otros pecadillos.

La Troika siempre lo supo, y se acomodó muy bien de todo aquello, como se acomoda de los paraísos fiscales extremadamente oficiales que posee Gran Bretaña en las islas europeas de su dominio, o de propiedad de su no muy graciosa reina Isabel II.

¿Tengo que mencionar un delito de información privilegiada – Sebastián Piñera sabe de qué se trata – que le permitió a empresarios y políticos chipriotas transferir sus fondos a otros paraísos fiscales antes de que la Troika y el gobierno chipriota impusieran el “corralito”?

De la noche a la mañana hay dos Eurozonas: una “libre”, en la que los capitales circulan alegremente, y otra, Chipre, en la que los capitales están sometidos a un estricto control destinado a hacerlos desaparecer en el “rescate”.

Es lo que llaman la eficiencia del libre mercado, lograda gracias a una mano no muy invisible. La misma mano que mueve, desde las bambalinas, los hilos de un puñado de marionetas que pasan por ser los presidentes o los primeros ministros del burdel en que se está convirtiendo Europa.

 

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UN MÉTODO INFALIBLE PARA LA LABORIOSIDAD

Escribe: Luis Casado

 

Del curioso nacimiento, desarrollo y pertinacia de las teorías que pretenden que el mejor método para aumentar la productividad de los trabajadores consiste en hambrearles, y del papel que jugó en ello la Isla de Más a Tierra en el archipiélago de Juan Fernández

 

 

Un método infalible para la laboriosidad…

 

Dios dijo: “Hay que compartir: los ricos tendrán la comida, los pobres el apetito.” Coluche (1980)

 

La historia de la isla Más a Tierra merece ser conocida, pero no por la estadía de Alexander Selkirk

 

Laboriosidad, así llamaban en el siglo XVII lo que hoy conocemos como productividad, esa terrible inquietud que corroe a los empresarios y a los economistas que ofician de bufones de su corte.

 

Como es sabido, se trata de la intensidad, la aplicación y el entusiasmo con el que un asalariado cualquiera se empeña en trabajar para generar el máximo de riqueza durante las horas que su empleador lo tiene a su disposición a cambio de un salario.

 

El humor negro pretende que los salarios aumentan en proporción directa no a la productividad, sino “al incremento de productividad” que logra alcanzar la mano de obra. De ahí que el milimétrico estudio de las variaciones de productividad ocupe buena parte del tiempo de quienes practican la econometría con una dedicación que hace sospechar que – como todo evangelista de buena madera – predican con el ejemplo.

 

Dejaremos de lado en esta ocasión la muy moderna costumbre que consiste en utilizar a su propia guisa las horas de un trabajador, no a cambio de un salario sino de la posibilidad eventual de un salario, así como el hábito aún más innovador que lleva al empresario a exigirle al trabajador que pague por trabajar.

 

En Chile, el comercio detallista que opera bajo las enseñas Jumbo, Líder, Easy y aún otras, practica este método con entusiasmo: para permitirle – sin contrato alguno – a jóvenes trabajadores – en realidad niños – embalar y poner las compras de los clientes en bolsas y transportar la carga hasta sus respectivos automóviles a cambio de una propina, les cobran parte de la propina, y les venden, muy cara, la pechera que enarbola orgullosamente su logo. No hay lucro pequeño.

 

Abordaremos pues el caso general del trabajador asalariado, sin ocuparnos de la naturaleza del contrato – si es que existe – que le liga directamente o indirectamente a su empleador.

 

Como queda dicho, la cuestión de la laboriosidad de esos trabajadores inquieta a las almas sensibles desde tiempos inmemoriales. Baste con decir que en el desorden de descabelladas teorías elaboradas por los economistas para explicar el nivel de salarios y el desempleo – teorías en las cuales el ser humano no tiene otro horizonte, ni otra dimensión, ni otras relaciones que las estrictamente ligadas a la producción y al comercio de lo producido – los trabajadores son descritos como seres cuya principal motivación es el ocio.

 

Ese curioso tropismo, el ocio, es designado en la jerga de los expertos como utilidad. El trabajador, que en este caso sería más oportuno designar bajo la denominación de ocioso, busca maximizar su utilidad, o sea reposarse la mayor parte posible del día.

Trabajar pues, es desútil, a menos que intervenga alguna razón, una motivación, una coacción, una coerción o una obligación de abandonar su ocupación preferida que es el ocio.

 

La cuestión esencial de cara a la mano de obra reside pues, primeramente, en cómo hacerles trabajar, y luego en cómo sacar de ellos el máximo provecho aumentando hasta dónde sea posible su laboriosidad.

 

Al respecto, muy desafortunadamente, la historia de Chile ha olvidado algunos meritorios episodios que ejercieron una influencia notable en el pensamiento y en la práctica política y social de los países del llamado Primer Mundo, y por vía de consecuencia en el nuestro.

 

Uno de ellos, que parece haber tenido una influencia decisiva en la reflexión de los expertos que me propongo citar en estas líneas, tuvo lugar en el archipiélago de Juan Fernández, más precisamente en la isla de Más a Tierra, rebautizada en el año 1966 como isla de Robinson Crusoe por el presidente Eduardo Frei Montalva en tributo al personaje de la novela de Daniel Defoe, escritor inglés que vivió entre los siglos XVII y XVIII.

 

Chile, país que le regatea homenajes a sus hijos más ilustres – del Rucio, dirigente sindical de los obreros masacrados en la Escuela Santa María de Iquique (1907), a Gabriela Mistral, de Luis Emilio Recabarren a Violeta Parra, de Clotario Blest a Pablo Neruda – fue generoso con Daniel Defoe, un tipo que escribió una obra titulada “Dar Limosna no es Caridad, y Emplear a los Pobres es hacerle Daño a la Nación” (Daniel Defoe. “Giving Alms No Charity, and Employing the Poor a Grievance to the Nation”. 1704).

 

Iniciando – seguramente sin prever las consecuencias – una bio-invasión que ha terminado por destruir el eco sistema de la isla, Juan Fernández desembarcó ganado caprino en Más a Tierra, ganado que se reprodujo a tal punto que constituyó una fuente de alimento para los corsarios ingleses que dañaban el tráfico español.

 

Ya en aquella época el “dulce comercio” cuyo efecto natural según Montesquieu (De l’Esprit des Lois. 1748) es el de aportar la paz, generaba guerra, piratería, pillaje, esclavismo, genocidios y otras consecuencias cuya pertinacia dura hasta nuestros días

Para destruir las cabras y eliminar esa fuente de alimentos para los odiados ingleses, se cuenta que los españoles habrían desembarcado una pareja de perros que, multiplicándose, redujeron la población caprina. Este hecho no está autentificado por ninguna investigación efectuada en el lugar. Sin embargo, Joseph Towsend, médico y clérigo británico, dedujo de este ejemplo algunas ideas que aplicó a las leyes que protegían a los pobres en los albores de la Revolución Industrial inglesa.

 

En la Inglaterra de esa época se llamaba “pobre” a quién no fuese suficientemente rico para vivir sin trabajar, o sea al pueblo, y en particular a los desempleados y a los discapacitados.

 

En su Disertación sobre las Leyes de los Pobres, Joseph Towsend escribió:

 

“El hambre domará a los animales más feroces, le enseñará la decencia y la civilidad, la obediencia y la sujeción a los más perversos. En general solo el hambre puede espolear y picanear a los pobres para hacerlos trabajar; y no obstante nuestras leyes dicen que hay que protegerles del hambre. Las leyes, lo confieso, también dicen que hay que forzarles a trabajar. Pero la obligación legal trae desordenes, violencia y ruido; engendra la mala voluntad y no puede producir un servicio bueno y aceptable, mientras que el hambre no es solo un medio de presión pacífico, silencioso y constante, sino que como es el móvil más natural para la laboriosidad y el trabajo, suscita el esfuerzo más potente” (Joseph Towsend. “Dissertation on the Poor Laws”. 1786).

 

El texto de este bondadoso clérigo no tenía por objeto la simple especulación filosófica, sino ponerle término a las leyes establecidas por la corona británica en beneficio de los miserables.

 

De ahí que haya enviado su ensayo al Parlamento, rogando tal vez que con la ayuda de Dios y la Divina Providencia, sus argumentos fuesen escuchados. Tal parece que fue el caso, visto que años más tarde (1834) el Parlamento del Reino Unido aprobó la Poor Law Amendment Act (PLAA), ley basada en el principio que toda ayuda a los pobres es perniciosa.

 

En todo caso quién le escuchó muy atentamente fue el conocido economista Thomas Robert Malthus, de quién volveremos a hablar.

 

André Pichot, investigador contemporáneo del Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS), sostiene que Joseph Towsend también tuvo una gran influencia sobre el célebre naturalista Charles Darwin.

 

Según Pichot, fue un fragmento de la Dissertation on the Poor Laws la que le sugirió a Darwin el mecanismo de la selección natural. Helo aquí:

 

“En los mares del sur hay una isla, llamada con el nombre de su descubridor, “Juan Fernández”. En ese lugar aislado, Juan Fernández instaló una colonia de cabras, compuesta de un macho asistido por su hembra. Esta feliz pareja, habiendo encontrado pasto en abundancia, pudo obedecer con solicitud al primer mandamiento de crecer y multiplicarse, hasta que, al cabo de un cierto tiempo, abarrotó esta pequeña isla. Durante todo ese período, esos animales no conocieron ni la miseria ni la carencia, y parecían glorificarse de su cantidad. Pero, a partir de un desdichado momento, comenzaron a sufrir hambre. Sin embargo, continuaron a aumentar su número durante algún tiempo y, si hubiesen estado dotados de razón, hubiesen debido temer el llegar a la hambruna. En esta situación, los más débiles sucumbieron primero, y la abundancia fue restaurada. De ese modo, esos animales fluctuaron entre la felicidad y la miseria, ya sufriendo de la carencia, ya alegrándose de la abundancia, según que su número aumentaba o disminuía, nunca estable, pero siguiendo siempre de cerca la cantidad de alimento. (…) Cuando los españoles se dieron cuenta de que los armadores ingleses utilizaban esta isla para abastecerse, decidieron exterminar totalmente las cabras, y para ello desembarcaron en la playa un perro y una perra. Estos, a su vez, crecieron y se multiplicaron, en proporción a la cantidad de alimento que encontraron; y, por consiguiente, como habían previsto los españoles, las cabras que les servían de alimento disminuyeron. Si hubiesen desaparecido totalmente, los perros también hubiesen muerto. Pero como muchas cabras se retiraban a escarpados roqueríos dónde los perros no podían seguirlas, y bajaban a los valles sólo durante cortos intervalos para alimentarse con temor y compostura, sólo las negligentes e irreflexivas fueron presa de los perros; y sólo los perros más atentos, más fuertes y más activos pudieron encontrar alimento suficiente. Así se estableció una nueva suerte de equilibrio. Los más débiles de las dos especies fueron los primeros en pagarle su deuda a la naturaleza; los más activos y vigorosos preservaron su vida”.

 

Si uno acepta una interpretación extremadamente simplificada, o vulgar, de las teorías de Darwin, también puede aceptar un parecido con el mecanismo de la selección natural elaborado más tarde por el científico inglés (Charles Darwin. “On The Origin of Species, by Means of Natural Selection”. 1859).

 

Lo claro es que Towsend utiliza este ejemplo para argumentar que las “leyes de la naturaleza”, o las relaciones “naturales” entre diferentes poblaciones o clases sociales, bastan para crear espontáneamente un equilibrio en el que cada cual encuentra satisfacción.

 

Como quiera que sea, Joseph Towsend encuentra en este tipo de reflexión los argumentos que le llevan a afirmar que el hambre es el mejor estímulo a la laboriosidad de los trabajadores:

 

“…el hambre no es solo un medio de presión pacífico, silencioso y constante, sino que como es el móvil más natural para la laboriosidad y el trabajo, suscita el esfuerzo más potente”.

 

De ahí en adelante, los economistas y otros hombres de bien afirmaron, y afirman hasta el día de hoy, que es el auxilio a los pobres lo que crea la pobreza, que son las ayudas a los desempleados lo que crea el desempleo, que no hay peor mal que el que consiste en darle de comer al hambriento, que darle trabajo al cesante – como parte de las misiones del Estado – contribuye a la ruina de la sociedad, concluyendo – como Joseph Towsend – que no hay mejor estímulo para la productividad de los miserables que el hambre.

 

Donde se constata que del Pacífico Sur a la City hay sólo un paso

 

En los albores de la industrialización, en el siglo XVIII, cuando el capitalismo nacía chorreando sangre y lodo por todos sus poros, millones de campesinos y labriegos ingleses fueron expulsados de sus tierras y viviendas, y fueron obligados a migrar a las ciudades en donde se hacinaron en una miseria tan indescriptible que se aprobaron algunas leyes para protegerles, las llamadas Poor Laws de las que hablamos más arriba, y que fueron el objeto de la Disertación de Towsend.

 

A propósito de las leyes sobre los pobres, Towsend escribía en el año 1786:

 

“Esas Leyes, tan hermosas en teoría, promueven los males que entienden remediar, y agravan las aflicciones que pretenden aliviar”.

 

En opinión de Towsend la ayuda a los pobres no hacía sino aumentar el precio del trabajo y, con una lógica muy propia de quienes no viven con el salario mínimo, afirmaba:

 

“Allí donde el precio del trabajo es más alto y el precio de los alimentos es más barato, allí es donde la tasa de pobreza es más exorbitante”.

 

Towsend agregaba que la tendencia natural de las Leyes que ayudan a los miserables es:

 

“incrementar el número de pobres, y ampliar grandemente los límites de la miseria humana”, “…porque, ¿qué estímulo tienen los pobres para ser industriosos y frugales, (…) o qué temor van a tener cuando están seguros de que si su indolencia y su extravagancia, su alcoholismo y sus vicios les reducen a la miseria, serán abundantemente provistos no solo con comida y ropas sino también con sus lujos habituales con cargo al prójimo?”

 

Es un razonamiento que escuchamos frecuentemente en la boca de los economistas, de algunos políticos contemporáneos, de los expertos y otros irresponsables: la reducción de las prestaciones sociales, especialmente de las que están ligadas al seguro de desempleo que pagan los propios trabajadores, tiene que ver con esto.

 

Un asalariado que dispone de algunos recursos no está suficientemente incentivado para buscar trabajo. Hay que privarlo pues de todo ingreso para obligarle a buscarlo, como si el hecho de buscar empleo lo crease. Poco importa que si la tasa de desempleo ha aumentado a niveles raramente vistos es precisamente porque hay una masa gigantesca de trabajadores buscando empleo.

 

Claudia Serrano, ministro del Trabajo (2008-2010) de la presidente Michelle Bachelet, pareció haberlo entendido a cabalidad: como las cifras del paro fueron catastróficas en el trimestre febrero-abril de 2009 le pidió publicamente a los trabajadores chilenos no salir a buscar empleo. ¿Para evitar empeorar las estadísticas del desempleo? Sus declaraciones merecen figurar en una antología:

 

"…a quienes no están apremiados, o cuyos cónyuges e hijos tienen tranquilidad en materia de empleo, que no presionen el mercado laboral saliendo a buscar nuevos empleos porque eso hace más difíciles las cosas"… "Si no es estrictamente necesario, no es la recomendación de partir por primera vez y activarse a buscar empleo en un momento en que no se está generando mucho nuevo empleo en el sector trabajo…(sic)." (Agencia UPI – Santiago, 28 de mayo de 2009).

 

Volviendo a los edificantes textos que sentaron las bases de las teorías actualmente dominantes, es útil citar a Sir Frederick Morton Eden (1766-1809), escritor inglés e investigador social calificado como el más grande experto de su época sobre la legislación que protegía a los pobres.

 

Refiriéndose a un supuesto derecho a obtener un empleo o una ayuda de subsistencia cuando no se es apto al trabajo, puntualizaba:

 

“…se puede dudar si cualquier derecho, cuya satisfacción parece impracticable, pueda en verdad existir”

.

Y agregaba:

 

“En líneas generales parece haber fundadas razones para concluir que el bien que se puede esperar de la asistencia a los pobres será aniquilado por los males que inevitablemente eso va a crear”.

 

Good old Joseph Towsend!

 

Sus ideas –declaradamente destinadas al bienestar de Inglaterra– se esparcieron y prosperaron profusamente entre las gentes de bien.

 

Algo más tarde, uno de sus seguidores, el conocido economista Thomas Robert Malthus decía a propósito de la ayuda a los pobres:

 

“Se puede decir que la ayuda a los pobres crea los pobres que ayuda”.

 

(Thomas Robert Malthus. “Ensayo sobre los principios de la población”. Libro III, capítulo VI).

 

Todo esto entre los siglos XVII y XVIII, gracias a nuestro amigo Juan Fernández y la isla de Más a Tierra.

 

Donde aprendemos que es mejor que los pobres sean ignorantes… y los ignorantes sean pobres

 

Se ve que la brillante idea de eliminar – o de reducir significativamente – la enseñanza de la Historia en nuestro sistema educativo está asentada en poderosas razones: ¿cómo si no interpretar la proposición – en el curso del segundo semestre de 2010 – del Ministerio de Educación, de reducir significativamente las horas de Historia en la enseñanza Básica y Media?

 

Si Joseph Towsend tuvo precursores y seguidores entre los cuales se cuentan Daniel Defoe y Thomas Robert Malthus, no faltaron los que tuvieron el coraje, la lucidez, o bien ambos, para estimar que los “pobres” jugaban un papel muy diferente al que le adjudicaron estos benefactores de la Humanidad que formaban parte de la auto llamada “sociedad”.

 

Entre ellos John Bellers, cuáquero inglés (1654-1725), que en 1696 escribía:

 

“Si alguien tuviese mil fanegas de tierra, y otras tantas libras de dinero, y de ganado, ¿qué sería este hombre rico sin el trabajador sino un simple trabajador? Y habida cuenta que son los trabajadores los que hacen los ricos, mientras más hay de los primeros, más habrá de los otros… el trabajo del pobre es la mina del rico.” (John Bellers. “Proposals for Raising a College of Industry of All Useful Trades and Husbandry” - 1695. Citado por Karl Marx en El Capital, Libro I, séptima sección, Capítulo XXV).

 

Desde luego no todos hacían gala de tanta generosidad. Otros autores se solazaban en una suerte de cinismo arrogante, o de altiva franqueza.

 

Karl Marx cita a Bernard de Mandeville, filósofo, médico, economista político y satírico (Países Bajos 1670 - Inglaterra 1733), autor de la célebre “Fábula de las Abejas o los Bribones devenidos Gentes Honestas”.

 

En ese conocido texto, Mandeville afirma lo que sigue:

 

“Allí dónde la propiedad está suficientemente protegida, sería más fácil vivir sin dinero que sin pobres, porque ¿quién haría el trabajo?... Si no hay que hambrear a los trabajadores, tampoco hay que darles tanto que valiese la pena tesorizar. Si aquí o allí, apretándose el cinturón y a fuerza de una aplicación extraordinaria algún individuo de la clase ínfima se eleva por encima de su condición, nadie debe impedírselo. Por el contrario, no podríamos negar que llevar una vida frugal sea la conducta más sabia para cada particular, para cada familia tomada separadamente, pero no es el menor interés de las naciones ricas el que la gran mayoría de los pobres nunca esté inactiva y gaste siempre sus haberes… Aquellos que ganan su vida con su labor cotidiana no tienen otro incentivo para ser acomedidos que sus necesidades que es prudente aliviar, pero que sería una locura satisfacer. La única cosa que puede hacer laborioso al hombre de esfuerzo, es un salario moderado. Según su temperamento un salario demasiado bajo lo desalienta o lo desespera, un salario demasiado elevado lo hace insolente o perezoso… De lo que precede resulta que, en una sociedad libre en dónde el esclavismo está prohibido, la riqueza más segura consiste en la multitud de pobres laboriosos… Para que la sociedad (que evidentemente se compone de no-trabajadores) sea feliz y el pueblo esté contento incluso de su penosa suerte, es necesario que la gran mayoría permanezca tan ignorante como pobre. Los conocimientos desarrollan y multiplican nuestros deseos, y mientras menos desea un hombre, más fáciles de satisfacer son sus deseos.” (Bernard de Mandeville. “The Fable of the Bees.” 5ª Ed. 1728. Citado por Karl Marx. Op. cit.).

 

Cualquier parecido con los objetivos perseguidos por el movimiento estudiantil chileno con relación a la Educación, a su financiamiento, a su calidad, y al papel que debe jugar en ella el Estado en cuanto portador de la voluntad y del interés general, no es pura coincidencia.

 

Quienes aguerridamente se oponen a una Educación pública, laica y gratuita, y quienes lucran desvergonzadamente con la educación privatizada (¿no son los mismos?), están claramente inspirados por esa deliciosa frase de Bernard de Mandeville:

 

“Para que la sociedad (que evidentemente se compone de no-trabajadores) sea feliz y el pueblo esté contento incluso de su penosa suerte, es necesario que la gran mayoría permanezca tan ignorante como pobre.”

 

¿Cómo hacemos entrar en estos razonamientos la tan mentada ley de la oferta y la demanda?

 

¿De qué manera integramos los patéticos discursos acerca de la productividad o de la competitividad? O aún, para no dar la impresión que es un tema menor, ¿las manipulaciones estadísticas?

 

Toda la elaboración teórica de la economía estándar tiene sus raíces en una reflexión en la que las relaciones de dominación predeterminan el resultado final. In fine, como vemos, todo se resume a una relación de fuerzas entre capitalistas y trabajadores.

 

De Más a Tierra al neoliberalismo y al pensamiento único

 

Jean-Baptiste Say, economista francés (1767–1832), uno de los principales exponentes y defensores del Laissez-faire, es decir de la dominación del mercado como único mecanismo de regulación de los precios y por ende de los salarios, llegó a escribir:

 

“Los ahorros de los ricos se hacen a costa de los pobres” (Citado por Karl Marx. Op. cit. Séptima sección, Capítulo XXIV).

 

Jean de Sismondi, historiador, ensayista político y economista suizo (1773–1842), fue aún más lejos cuando declaró:

 

“Se podría decir que la sociedad moderna vive a costas del proletario, de la parte que extrae de la recompensa de su trabajo.” (Jean de Sismondi. Estudios… t. 1. Citado por Karl Marx. Op. cit.).

 

La sociedad moderna vive pues a costas del proletario, ese que, en el interés de la “sociedad”, conviene hambrear porque el hambre es el estímulo más eficiente para su laboriosidad, para su productividad.

 

La lección que entregaran Joseph Towsend y sus contemporáneos fue muy bien aprendida. Ella ha sido enseñada a lo largo de siglos, y hasta el día de hoy, en las escuelas de economía, de administración pública y de negocios del mundo entero.

 

Generaciones de responsables políticos y empresarios han vivido y viven convencidos de que no pueden existir derechos para los trabajadores. Mejor aún, si son pobres – ¿cómo podrían no serlo? – el ayudarles no solo no sirve sino que empeora su situación y contribuye a aumentar la pobreza.

 

Como queda dicho, los salarios altos y los precios bajos solo traen miseria.

 

Esta visión pasa por ser parte esencial de la “modernidad” y constituye el motivo esencial de las reformas que buscan aumentar la “flexibilidad del mercado del trabajo”, propósito que en Chile han promovido Alejandro Foxley, Harald Beyer y Ricardo Solari, para nombrar solo a sus más destacados defensores.

 

Hace unos años (2002), el conocido economista neoliberal francés Michel Godet escribió un artículo en el diario parisino "Libération" en el que afirma que la ley de la oferta y la demanda también se aplica al mercado laboral. Por eso, dijo:

 

"Mientras más barato es el costo global del trabajo, más empleo ofrecen los patrones, mientras más caro es el trabajo, más se automatiza, se subcontrata, o se deslocaliza".

 

Michel Godet no explica cómo, a pesar de los salarios miserables que se pagan en el Tercer Mundo, no se elimina el desempleo en los países subdesarrollados ni crece exponencialmente en los países de más altos salarios como Alemania, Francia o los EEUU.

 

En la actualidad, en plena crisis financiera de ámbito planetario y particularmente europea, España, que tiene uno de los salarios mínimos más bajos de la Zona Euro, aporta el 50% del desempleo de toda Europa. ¿Dónde queda el razonamiento de Monsieur Godet? Sin duda encontrará buenas explicaciones ex post: a posteriori los economistas siempre tienen una.

 

Siempre según el eminente Monsieur Godet:

 

"La competitividad internacional impone remunerar los factores de producción a su valor internacional".

 

Desde ese punto de vista los salarios chilenos, incluyendo el salario mínimo, están demasiado altos: eso es lo que crea el desempleo y la miseria.

 

Si el “valor internacional” del trabajo –factor de producción sin el cual no hay creación de riqueza posible– es el de los trabajadores del sector manufacturero chino, o sea unos 80 centavos de dólar la hora (470 pesos chilenos al cambio actual), el Fondo Monetario Internacional tiene toda la razón del mundo: el salario mínimo y los costes de despido en Chile están muy altos.

 

Más adelante volveré sobre esta curiosa afirmación.

 

Para los incompetentes burócratas del FMI (o rufianes pagados a precio de oro, como los ex Directores-gerentes Rodrigo Rato y Dominique Strauss-Kahn), es necesario y urgente mejorar la competitividad de Grecia, España, Portugal, Irlanda y otros países europeos, mediante el sencillo expediente que consiste en comprimir los salarios, y en un sentido general, todos los costes salariales, para no hablar de la eliminación de los servicios públicos, la privatización del patrimonio público, la reducción de las prestaciones sociales y de todo lo que se parezca a un elemento desestimulante para la laboriosidad de los ociosos, cuya principal utilidad consiste en no hacer nada.

 

Si el Estado no debe ayudar a los ociosos, y aún menos intervenir para crear empleo – ya vimos que según Daniel Defoe, Joseph Towsend, Thomas Malthus y otros eminentes economistas eso es contraproducente – lo curioso es que el trabajador tampoco puede esperar nada de la empresa privada. Porque según Monsieur Michel Godet:

 

"Las empresas no están ahí para crear empleo, sino riquezas".

 

El sueño del empresario moderno, formado en estas teorías, consiste en ganar dinero sin darle trabajo a nadie. Si Serge Tchuruk, patrón de Alcatel, soñó con llegar a disponer de un imperio industrial sin fábricas y sin empleados, el mundillo de la comunidad financiera logró crear dinero a partir del dinero – incluso a partir de la ausencia de dinero – sin producir nada, ni siquiera servicios financieros.

 

En el año 2001, el fantasioso Serge Tchuruk anunció lo que parecía completamente loco y que al final terminó en una catástrofe: el sueño de una empresa sin fábricas. Siete años más tarde, Alcatel, que había fusionado entretanto con la empresa estadounidense Lucent, no era sino la sombra del imperio que quería ser. Ya en el 2003 Alcatel anunciaba 5 mil millones de euros de pérdidas y la supresión de 30 mil empleos. En agosto del 2008 Alcatel comunicó más de mil cien millones de euros de pérdidas para el segundo trimestre del año, su sexto trimestre de pérdidas consecutivas. Serge Tchuruk, que había aumentado su propio salario de manera escandalosa mientras las acciones del grupo estaban en caída libre, recibió 6 millones de euros para dejar su cargo de Presidente ejecutivo. ¿Para estimular su laboriosidad?.

 

De ese modo – eliminando a los trabajadores – el gran capital se economiza hasta la preocupación de estimular la laboriosidad de los ociosos… Queda por determinar cómo crear riqueza sin el precioso concurso de la mano de obra cuya labor es su única fuente. Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, Friedrich Engels y hasta John Maynard Keynes confesarían su perplejidad.

 

El inenarrable Fondo Monetario Internacional pone su granito de arena

 

Del Fondo Monetario Internacional se pueden decir muchas cosas, pero ciertamente no se le puede acusar de falta de perseverancia – hay quién utilizaría la palabra pertinacia – como queda en evidencia cuando se examinan algunos sabrosos episodios de nuestra propia historia reciente.

 

En diciembre del 2003, como cada año, el FMI le hizo llegar sus consejos al gobierno de Chile. El Fondo Monetario Internacional elogiaba las políticas en curso pero exigió hacer aun más flexible el mercado del trabajo y llamó a las autoridades chilenas:

 

“A explorar el tema de los costes de despido que aparecen muy altos vistos desde una perspectiva internacional, así como a limitar los aumentos del salario mínimo, en particular para los trabajadores jóvenes.”

 

Si menciono los consejos del FMI del año 2003 es porque al mismo tiempo Dick Grasso – presidente de la Bolsa de New York que contribuyó poderosamente a su hundimiento – recibió en premio un bono equivalente a setenta y siete mil años de salario mínimo chileno (770 siglos), y 48 millones de dólares más como indemnización de despido.

 

El FMI tenía razón: los costes de despido estaban muy altos. Y siguen altos: cuando debieron dejar sus cargos, los facinerosos que hundieron la banca española (y europea) se auto adjudicaron decenas de millones de euros cada uno, a título de indemnizaciones de despido.

 

Los Tribunales españoles tienen ante sí décadas de procesos por incuria, malversación y corrupción que incluyen a un connotado ex Director-gerente del FMI, el inenarrable Rodrigo Rato, cuyo talento contribuyó poderosamente al hundimiento de Bankia, banco rescatado luego con decenas de miles de millones de euros de dinero público. Lo mismo ocurre – sigue ocurriendo – con JP Morgan en los EEUU, y con Barclays en Gran Bretaña, para no hablar de HBSC, involucrado en el lavado de miles de millones de dólares del narcotráfico mexicano. La laboriosidad de los banqueros es infinita y no necesita ser estimulada.

 

Por otra parte, refiriéndose a los salarios, el informe de 2003 del FMI (en plena presidencia de Ricardo Lagos) decía:

 

“Las autoridades (chilenas) indicaron que están examinando formas de reducir los costes de despido... También anotaron que un estudio patrocinado por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) mostró que el aumento del desempleo en los últimos años es mayormente cíclico, pero fue agravado por... el nivel del salario mínimo, que ha sido fuertemente aumentado durante los años 1998-2000”. (Informe de consultas sobre el Capítulo IV - 2003. Fuente: FMI).

 

Según las autoridades chilenas – encabezadas por Ricardo Lagos – respaldadas por un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, el culpable del desempleo era el fuerte aumento del salario mínimo al que había accedido el gobierno precedente, o sea el de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

 

Al asumir su cargo, el ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre ya le había echado la culpa a Frei Ruiz-Tagle cuando aseguró que:

 

“Hubo un cierto exceso de gasto fiscal durante los últimos tres años" lo que "debilitó los fundamentos de la economía" (Louis Casado: Intervención en la Asamblea General de la Confederación Minera de Chile. Bahía Inglesa. 6-8 de abril de 2010).

En el siglo XVII como ahora, en pleno siglo XXI, los culpables de la pobreza y del desempleo son los altos salarios y las ayudas que reciben los pobres. Alain Minc, neoliberal francés asesor de las grandes multinacionales y consejero de gobiernos obedientes, dice en efecto que:

 

“El exceso de remuneración de unos crea el desempleo de otros” (Louis Casado. Op. cit.)

 

A quienes piensen que las teorías de Joseph Towsend y sus seguidores cayeron en el olvido o son cosa del pasado, es necesario recordarles las palabras de Nina Easton – periodista estadounidense y Jefe del Bureau de Fortune Magazine en Washington – en la columna que publicó en enero de 2010 en el conocido semanario estadounidense TIME Magazine.

 

El título de su nota lo dice todo:

 

“Un Límite a la Compasión. El Congreso sigue extendiendo los beneficios para los desempleados. ¿Y si eso solo prolongase el desempleo?” (Nina Easton. TIME Magazine del 25/01/2010. “A Limit to Compassion. - U.S. Congress keeps extending jobless benefits. But what if that only prolongs unemployment?”).

 

Con motivo de la gigantesca crisis financiera de los créditos subprime que estalló el año 2008 y que tuvo entre otras consecuencias la de echar a la calle a millones de familias norteamericanas que perdieron su hogar, TIME Magazine publicó en marzo de 2010 una nota de Justin Fox, conocido columnista del semanario yanqui, que condena la ayuda que el Estado Federal le otorga a las familias pobres que desean conservar o comprar su vivienda:

 

“Porque si tienen casa propia pierden movilidad para ir a buscar trabajo a cualquier parte”(sic).

 

Otro argumento utilizado contra los subsidios que facilitan el acceso a una casa propia por parte de los miserables en los EEUU tiene que ver con que “eso genera una demanda excesiva de vivienda y por consiguiente un aumento de su precio”, lo que naturalmente es pernicioso para los hogares modestos (Justin Fox. TIME Magazine).

 

Donde vemos que los trabajadores son ociosos y haraganes, y que darles trabajo contribuye a la inestabilidad de la economía

 

Como puede verse, los ricos, los extremadamente ricos y sus sirvientes, se inquietan de la simple posibilidad de que se ayude o se les otorguen derechos a los trabajadores… porque eso es malo para los trabajadores.

 

Si al menos a cambio de tanto desvelo y tanta generosidad los trabajadores fuesen empeñosos, laboriosos, productivos, no haraganeasen y justificasen el salario que se les paga...

 

Lamentablemente no es el caso.

 

Según las teorías que enseñan en Harvard, en la Universidad de Columbia o en la Escuela de Negocios Adolfo Ibáñez, el trabajador es haragán por excelencia. Un ocioso.

 

Joseph Stiglitz –pseudo premio Nobel de economía 200–  publicó en 1984 una teoría del desempleo en la American Economic Review, y tituló su artículo muy precisamente:

 

“El desempleo de equilibrio como una herramienta disciplinaria para los trabajadores” (J. Stiglitz y Carl Shapiro. American Economic Review. “Equilibrium unemployment as a worker discipline device.” 1984).

 

En su nota, después de hacer algunas consideraciones sobre los salarios, Stiglitz y Shapiro dicen:

 

“Con el desempleo, aun si todas las firmas pagan los mismos salarios, un trabajador tiene una incitación para no sacar la vuelta. Puesto que si es despedido, un individuo no encontrará inmediatamente otro empleo. La tasa de desempleo debe ser suficientemente elevada para que sea benéfico para los trabajadores trabajar en vez de correr el riego de ser sorprendidos sacando la vuelta”.

 

Repitamos en coro el mantra de Joseph Stiglitz, economista “progresista” donde los haya:

 

“La tasa de desempleo debe ser suficientemente elevada para que sea benéfico para los asalariados trabajar en vez de correr el riego de ser sorprendidos sacando la vuelta”.

 

¿Basta con lo que precede? No.

 

Aun cuando no haraganeen, aunque sean muy esforzados y laboriosos, muy productivos, darle trabajo a todos los asalariados lleva consigo un pequeño problema, un simple detallito: el pleno empleo tiene efectos inflacionarios. Por eso pretender al pleno empleo – es decir darle trabajo a todos los que desean trabajar y que por consiguiente buscan trabajo – es un atentado contra los equilibrios económicos, y en particular contra la estabilidad de los precios.

 

Al respecto, permítaseme una pequeña alforza al tema central de esta nota, cual es el de la laboriosidad, o productividad de los trabajadores.

 

La inflación… ¿Es mala? Eso pretenden algunos economistas. Entre ellos quién firma como Doctor en Economía, el progresista Gonzalo Martner, que en su opus magnus “Turbulencias económicas”, difundido en julio de 2008, sostiene:

 

“La inflación es regresiva –afecta más a los que viven de un salario o de ingresos esporádicos”.

 

Esa visión de Martner debiese llevarnos a concluir en que el único mandato del Banco Central (y de todos los Bancos Centrales del mundo, casi sin excepción), que se refiere precisamente a la inflación, se debe a que quienes definieron sus estatutos no tenían in mente sino “a los que viven de un salario o de ingresos esporádicos”. Lo que está muy lejos de la verdad y dista mucho de haber sido demostrado.

 

La realidad es que quienes son más afectados por la inflación son los poderosos, los rentistas, los agiotistas, los usureros. La inflación, en el mediano y largo plazo tiende a hacer desaparecer las deudas, las contractadas por los consumidores desde luego, pero también las referidas al endeudamiento público, las deudas del Estado.

 

Esa es la razón por la cual los mandatos de casi todos los Bancos Centrales del mundo, con la notable excepción de la FED – el Banco Central de los EEUU, cuyo mandato se extiende al empleo – se limitan a la lucha contra la inflación.

 

Para premunirse de la desvalorización de los créditos otorgados al consumidor, y de los precios expresados en moneda nacional, los artistas de la dictadura inventaron en Chile la UF (unidad de fomento), moneda paralela y engendro inflacionista que los gobiernos de la Concertación, incluyendo el gobierno de Lagos en el cual Martner ejerció responsabilidades no despreciables, se cuidaron muy bien de no hacer desaparecer.

 

La degradación del poder adquisitivo de los salarios que provoca la inflación encontró una respuesta en la Europa conservadora: el reajuste automático de salarios, mecanismo que hicieron desaparecer los gobiernos social demócratas en la década de los 80 con el pretexto de… luchar contra inflación.

 

Gracias a lo cual, en los últimos 20-30 años, con la inflación controlada, los asalariados franceses y alemanes no constataron ninguna progresión real de sus salarios, mientras que la parte de la remuneración del capital aumentó en casi 10 puntos porcentuales del PIB (sustraídos a la remuneración del trabajo), lo que para Francia da la impresionante cifra de 200 mil millones de Euros cada año.

 

Como he mencionado en otros trabajos, hasta la OCDE terminó por darse cuenta, o por abrir los ojos, y declaró en un estudio reciente:

 

“Estos tres últimos decenios, la parte del ingreso nacional constituida por los salarios y elementos accesorios del salario – la parte del trabajo – ha disminuido en la casi totalidad de los países de la OCDE.” (Perspectives de l’Emploi de l’OCDE 2012. Louis Casado: “La economía chamánica”. 12 de julio de 2012).

 

En nuestros días, en los que la crisis del euro llena las primeras páginas de la prensa y los noticieros televisados – crisis que ha acelerado la pauperización de decenas de millones de trabajadores europeos¬ – hay quién osa, ¡por fin!, poner en duda el dogma de la “inflación mala”, ese dogma que Gonzalo Martner aprendió de memoria, sin buscar razonar un poco.

 

Jacques Sapir, entre otros, pone en duda la sabiduría de quienes sostienen que la mejor inflación es la que tiende a cero. En todos los países. Con un argumento de una sencillez bíblica, que expone consecuencias dramáticas de cara a la estabilidad de la economía Europea y mundial: ¿Cómo es posible pretender que economías tan disímiles como la española y la alemana, la griega y la francesa, la chilena y la de los EEUU, puedan sostener tasas de inflación similares? (Jacques Sapir. “Faut-il sortir de l’euro?”. Ed. Seuil. Paris, janvier 2012).

 

Me propongo encontrar el tiempo y el modo de profundizar este tema, pero volvamos entretanto a lo que nos ocupa presentemente.

 

Allá por el año 1940 se consideraba que una baja tasa de desempleo se situaba en torno al 2%. En el año 2010, según la Federal Reserve (FED), el Banco Central de los EEUU, esa cifra se sitúa en el 6,2%.

 

La FED inventó un índice: la Tasa de Desempleo Necesaria para Limitar la Inflación. Nótese que esa tasa de desempleo es de un 6,2% y es “necesaria” (NAIRU o “Non Accelerating Inflation Rate of Unemployment”).

 

De modo que para mantener el desempleo en un nivel considerado catastrófico hace algunas décadas, disponemos ahora de dos buenos argumentos: el de Joseph Stiglitz, y el de la Reserva Federal.

 

Con el evidente propósito de evitar, en su propio beneficio desde luego, que los ociosos haraganeen, y de reducir la inflación en beneficio de los trabajadores – ¡faltaba más! – Martner dixit.

 

Estos son los razonamientos de quienes tienen en sus manos los destinos de la Humanidad…

 

Desafortunadamente, según las estadísticas con las que nos convencen en Chile de que todo va bien, nos estamos acercando peligrosamente al límite del NAIRU.

¡Puedan los cielos impedir que la pujante economía chilena no llegue al pleno empleo!

 

Donde se muestra que se puede ganar dinero sin producir nada

 

En todo caso en los EEUU hacen todo lo posible por mantener una alta tasa de cesantía. La edición del 15 de julio de 2012 de Nation of Change publica una nota en la que Dave Johnson, miembro del Institute for the Renewal of the California Dream, sostiene lo que sigue:

 

“Aunque tenemos actualmente millones de empleos disponibles y nadie contrata a nadie para ocuparlos, hay quién pretende que los desempleados son de alguna manera responsables de su propio desempleo, o alegan que hay razones “estructurales” para ello. Dicen que tendremos que acostumbrarnos a un alto desempleo, que es una “nueva normalidad”, y que no debiésemos hacer ningún esfuerzo para resolver esta cuestión porque no podemos” (Dave Johnson. “Jobs Emergency Hollowing out the Middle Class”. Nation of Change, 15/07/2012-http://www.nationofchange.org/jobs-emergency-hollowing-out-middle-class-1342360648)

 

Dave Johnson estima que sólo los trabajos necesarios para modernizar las obsoletas y envejecidas infraestructuras estadounidenses podrían crear cientos de miles de empleos, pero… ¿a quién le importan las infraestructuras públicas en un país dominado por las ansias de ganancias rápidas obtenidas sin producir ni un cacahuete?

 

El sector financiero no ha cesado de aumentar la parte que obtiene de la masa global de beneficios industriales, parte que no guarda ninguna relación con los servicios que la “comunidad financiera” le presta a la economía.

 

En marzo de 2011, Kathleen Madigan escribía en el blog que mantiene en el Wall Street Journal:

 

“Después de alzarse como el ave Fénix, la industria financiera obtiene alrededor de 30% de la masa global de beneficios industriales. Esta es una cifra sorprendente, habida cuenta que el sector cuenta por menos del 10% del valor agregado en la economía”.

 

Si Kathleen Madigan habla de “ave Fénix”, es porque el sector financiero había sufrido una caída estrepitosa con las crisis que se sucedieron de manera ininterrumpida de 2001 en adelante, y hasta septiembre de 2008 (la caída).

 

Si en diciembre de 1947 el sector financiero obtenía el 8% del total de beneficios corporativos, en diciembre de 2001 había alcanzado una parte inimaginablemente alta: ¡un 45,80%! (James Bianco. The Big Picture. Macro Perspective on the Capital Markets, Economy, Technology & Digital Media. March 29, 2011).

 

A partir de septiembre del 2008 – en plena crisis financiera estadounidense y europea – gracias a los Bancos Centrales, la “comunidad financiera” ha visto aumentar sus beneficios, y la parte que obtiene de la masa global de beneficios industriales, de manera exponencial.

 

En la citada nota James Bianco afirma que:

 

“El gran conductor de la curva de rentabilidad es la manipulación por parte del gobierno (estadounidense) de las políticas monetarias de la Reserva Federal.”

 

¿Hay que sorprenderse si un conocido consultor financiero de New York – Shah Gilani – les trata de “rufianes” y de “sinvergüenzas?” (Shah Gilani. “Central banks are the problem”. Capital Waves Strategist, Money Morning. July 10, 2012).

 

En estas condiciones, ¿a quién le importa producir nada en los EEUU? ¿O crear empleo?

 

El cacareo de los Senadores y Representantes de Capitol Hill porque Ralph Lauren hizo fabricar los uniformes olímpicos de los deportistas estadounidenses en China es una lamentable y patética demostración de hipocresía. Efectivamente, la empresa estadounidense Ralph Lauren recibió el encargo de diseñar y fabricar los uniformes olímpicos de los atletas yanquis para los Juegos que debutaron el 27 de julio de 2012 en Londres.

 

Ralph Lauren hizo hacer todo el trabajo en China causando la ira de Senadores y Representantes estadounidenses, que lanzaron una patriótica protesta descrita por el Cotidiano del Pueblo, órgano oficial del partido Comunista chino (Beijing. 14 de julio 2012) en una nota titulada “¿Pagarán los EEUU el precio de ser patrióticos?”

 

“Esta acción de la parte del Comité Olímpico simboliza la desastrosa política comercial que nos ha costado millones de empleos pagados decentemente, y debe ser cambiada”, declaró el Senador Bernie Sanders.

 

“Esto no es sólo un ultraje, es simplemente estúpido”, dijo el representante Steve Israel.

 

“Estoy tan disgustado. Pienso que el Comité Olímpico debiese tomar todos esos uniformes, apilarlos y quemarlos, y comenzar todo de nuevo”, dijo Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado.

 

Reid agregó que el Comité Olímpico (USOC) debiese estar avergonzado de que los uniformes fuesen fabricados en China, cuando los trabajadores de la industria textil de los EEUU andan buscando trabajo. Accesoriamente, Reid, Israel y Sanders son miembros del Partido Demócrata, y se les olvida mencionar que no son algunos cientos de uniformes los que podrían restituirle a los EEUU la masa de empleos eliminados en virtud del principio del lucro máximo, así como omiten recordar que las políticas libremercadistas que atacan son las mismas que han puesto en práctica con no disimulado entusiasmo los presidentes demócratas que ellos han apoyado: Bill Clinton y Barack Obama.

 

En la hipocresía… ¿Quién le copia a quién? ¿La Concertación chilena a los demócratas americanos, o los demócratas americanos a la Concertación chilena?

 

Una muy lamentable conclusión

 

La verdad es que en Europa o los EEUU, en Chile como en China o Japón, el empleo y los trabajadores son una variable de ajuste. El objetivo principal de las políticas financieras y económicas consiste en mantener las condiciones que generen el máximo de lucro, incluso si ello implica reducir y hasta eliminar las garantías que los trabajadores lograron al precio de incontables sacrificios y siglos de luchas sociales.

 

Ese objetivo ha llevado a la privatización de los servicios públicos, y muy particularmente la de la Salud y la Educación. En estos días los gobiernos “rufianes y sinvergüenzas” (Shah Gilani dixit) prosiguen la tarea de demolición del llamado “Estado de bienestar” aumentando la edad de la jubilación, alargando la jornada de trabajo, reduciendo los salarios, y disminuyendo las prestaciones sociales y las indemnizaciones de desempleo.

 

Seguramente porque, como enseñaban Joseph Towsend, Daniel Defoe, Thomas Malthus y otros economistas, ayudar a los trabajadores es pernicioso. Y porque no hay que olvidar jamás que:

 

“…el hambre no es solo un medio de presión pacífico, silencioso y constante, sino que como es el móvil más natural para la laboriosidad y el trabajo, suscita el esfuerzo más potente”.

 

¿Existe alguna consciencia del daño que se le provoca a millones y millones de familias, a hombres, mujeres y niños, empujados lenta pero seguramente a la pobreza y a la miseria?

 

Andrea Fabra, parlamentaria del Partido Popular español (derecha) entregó una respuesta para el bronce el día miércoles 11 de julio de 2012 en Las Cortes de Madrid.

 

Inspirada, seguramente, por las enseñanzas de sus eminentes predecesores de los siglos XVII y XVIII, en medio del discurso del Presidente de Gobierno español Mariano Rajoy, que le anunciaba al Parlamento la reducción de la indemnización que reciben los trabajadores en el paro, Andrea Fabra gritó en pleno hemiciclo:

 

“¡Que se jodan!”

 

Louis Casado. París, enero de 2013

 

 

 

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RAJOY ES TONTO Y ANALFABETO


Artículo por Lucía Etxebarría
Este titular tiene por objeto llamar la atención.

Hace un año escribí un artículo que tenía por título “ La infanta Cristina es tonta y analfabeta”. La versión suavizada del artículo no se pudo publicar en ninguna parte. Así que escribí una versión hardcore del artículo y lo colgué en mi perfil de Facebook. El perfil de Facebook fue desactivado. Más tarde colgué el artículo en una web. Y la web fue hackeada. Pero eso no frenó el avance del texto… el caso es que el artículo corrió de un lado a otro, vía mail, vía redes sociales, y muchísima gente lo ha leído.

Ojalá pasase lo mismo con este artículo.

Señor Rajoy:

Usted es tonto.

Si le birlan 22 millones ( suponemos que bastante más porque esto es la punta del iceberg) y usted ni se entera, es tonto.

Si en su partido corren los sobres de dinero negro como la cocaína en un afterauers y usted ni se entera, usted es tonto.

Si usted ve normal que el marido de Andrea Fabra, elegido A DEDO, eligiera para gestionar los análisis clínicos de la Comunidad a la empresa de la que es consejero, y que cuando, ocupando aún el cargo en la Comunidad, decidiera privatizar esos análisis ; si usted ve normal lo del ático en Marbella del señor González, usted es tonto.

Y si usted es tonto, me pregunto cómo va a sacarnos de la crisis.

Ah… que no nos ha sacado.

Ah… que estamos peor que antes.

Ah, que están ustedes cerrando urgencias, privatizando sanidad, denegando becas escolares y echando a gente de su casa.

Ah, que en comparación con usted, Zapatero empieza a caernos hasta bien.

Señor Rajoy, los del partido partido rival de usted tampoco son muy listos que digamos. Que en Andalucía también van perdiendo dinero como locos. Que sí, que lo sabemos.

Lo que yo no puedo entender es que una señora que hasta ahora ha estado casada con un ministro al que ha elegido usted, una señora que trabaja para una televisión controlada por usted, una señora, pues, afín a su partido (a Edurne Iriarte me refiero), me venga poco menos que a soltar ayer que lo que pasa en su partido no es para tanto porque al fin y al cabo el PSOE ha hecho lo mismo con los ERES. 

Y que, a su lado, otro tertuliano también afín a su partido tuviera la desfachatez de venir a decir que aquí en España quien más quien menos casi todo el mundo es corrupto y que eso es una cosa de la idiosincrasia del país.

Idioticracia, más bien.

Señor Rajoy: cada vez que alguien de su partido me viene a hablar de los ERES de Andalucía para justificar lo que pasa en su partido lo que me viene a decir es que aquí en España la corrupción es la norma, no la excepción, y que entonces nos tenemos que apoquinar con lo que hay. Que no podemos tener sanidad, becas escolares de comedor, urgencias rurales etc… porque aquí robar dinero es lo normal.

Señor Rajoy: 

A mí no me vale que la señora Cospedal me diga que en el PP “ quien la hace la paga” .
No me lo creo.

Repito: No me lo creo.

Mentira podrida.

Le recuerdo que en el PP se indulta a los corruptos.
  • Han indultado ustedes a Tomas Gomez Arrabal, exalcalde de la localidad malagueta de Valle de Abdalajis, condenado por corrupción, y con él a tres concejales condenados por delitos continuados de prevaricacion. Los cuatro eran militantes del Partido Popular. 
  • Salvaron de la cárcel a: Josep Maria Servitje (ex secretario general del Departamento de Trabajo de la Generalitat) y a Víctor Manuel Lorenzo Acuña (empresario) que desviaron fondos mediante el encargo de informes inútiles. Eso lo hicieron cuando aún eran socios de los convergentes. 
  • Indultaron a Constancio Alvarado, ex secretario de la subdelegación del Gobierno en Cáceres, a José Manuel Sánchez Donoso y a Luis Calle Fernández, que habían sido condenados en 2010 por vender permisos falsos a inmigrantes. 
  • Indultaron a Miguel Escudero Arias-Dávila, tras ser condenado por la Audiencia Provincial de Madrid como autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con un delito de estafa. 
  • Han indultado ustedes a políticos, banqueros y empresarios… 
  • Y a cuatro mossos de escuadra condenados por torturas, en una decisión que ha soliviantado de tal forma a los jueces que casi 200 han firmado un documento en el que acusan al Ejecutivo de dinamitar la división de poderes (ahí es ná) con una decisión “abusiva” y “éticamente inasumible”.
En el PP el que la hace no la paga.

Cobra.

Y en negro.

Por si esto no fuera prueba de que en el PP el que la hace no es que la pague, sino que cobre le recuerdo a usted el escandaloso nombramiento de un hombre de La Caixa para la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo. Sí, a la misma sala que acabará juzgando las preferentes, las cláusulas suelo y otros abusos bancarios.

Un autoblindaje del establishment

Señor Rajoy: 

De nada sirve legislar si los mismos que legislan garantizan la impunidad de los corruptos.

Pero para rizar el rizo, pretende usted llevar adelante una reforma penal según la cual…
Despojarían al Juez Instructor de toda competencia, dejando en manos de Fiscalía toda las diligencias de los sumarios.

¿Qué significa esto?

Pues que el sumario pasa de controlarlo un señor que, en teoría, es independiente, a uno que está regido por el principio de Obediencia Jerárquica, y cuyo jefe supremo es, ¡oh, sorpresa!, el Ministro de Justicia.

- Sustituirían el Principio de Legalidad, que preside nuestro Derecho, por el de Oportunidad.

¿Qué significa esto?

La diferencia radica en que el primero, de manera sencilla, obliga a perseguir de oficio todo hecho que revista indicios de criminalidad, mientras que el segundo se basa en la economía de medios, o sea:

Se persigue… si compensa, o si interesa.

Viene a decir que, dependiendo de quien sea el posible imputado y posteriormente procesado y condenado, se investiga, o se deja pasar. Ya se sabe: me debes un favor de los grandes… y ya te lo cobraré.

Todo esto es lo que tiene en mente el Gallardón, pero no por iniciativa propia, no…

Porque estas medidas cuentan con el entusiasta apoyo de la clase política.

Y es que suponen el fin definitivo a sus problemas judiciales.

Es decir, esta reforma penal les viene bien a todos los corruptos: a los del PSOE, a los suyos, a los de CiU y a los que vayan por libre.

Señor Rajoy:

Si usted no se ha enterado de que su partido está corrupto hasta la médula, usted es tonto y analfabeto.

Y sí, me creo lo que dicen ustedes de que en el PSOE tampoco están mucho mejor. Y sí, de verdad, me creo que Pujol tenga cuentas en Suiza, porque si no no se explica de dónde saca pá tanto como destaca su hijo, y porque Oriol y sus hermanos (una nueva versión de Rocco y sus hermanos) son miembros de al menos 73 empresas, y porque todas ellas están relacionadas de una forma u otra con encargos de la Generalitat…

Me lo creo, de verdad que me lo creo.

Eso es lo peor: que me lo creo.

Pero que el partido de al lado también sea corrupto no hace que el suyo deje de serlo.

Y lo que a mí me queda claro es que usted no está haciendo nada, pero nada, para luchar contra la corrupción, y sí mucho por afianzarla.

Por lo tanto señor Rajoy, usted miente.

Usted no tiene ninguna intención de luchar contra la corrupción.

Le recuerdo a usted que la organización no gubernamental Access Info Europe, que lucha por la transparencia informativa, le preguntó a usted, sí, a usted , señor Rajoy, cuales eran las medidas que ha adoptado España para luchar contra la corrupción. En realidad se lo pregunto a su antecesor, pero resulta que la pelota le rebotó a usted. Usted la rebotó a su vez al Ministerio de Justicia. Allí, el Supremo sostuvo que los datos solicitados son una forma de pedir explicaciones al Ejecutivo y no una petición de información en sí. Y Access Info fue condenada por el Tribunal Supremo a pagar 3.000 euros de costas por querer conocer las medidas que ha adoptado España para luchar contra la corrupción.

Señor Rajoy: 

España es, precisamente, el único país europeo de más de un millón de habitantes que no tiene una legislación que ponga coto al secretismo de la Administración y abra los archivos de todas las instituciones que reciben fondos públicos.

Y ahora ya no me dirijo al señor Rajoy sino a vosotros que me estáis leyendo.

Esto se puede y se debe acabar.

La crisis en España no es una crisis financiera, es una crisis moral.

Y hemos llegado a un punto en el que esto se debe parar.

Y se puede parar.

Se puede exigir al gobierno del Señor Rajoy o al que venga después que tome medidas para que esto pare.

Medidas simples como:

- Que el indulto, tal y como está concebido, desaparezca. Que el gobierno tenga que dar explicaciones claras sobre a quien indulta y por qué. Para que deje de ser la puerta por la que se escapan los corruptos

- Que no se lleve a puerto la Reforma Penal proyectada por Gallardón.

- Que se imponga la transparencia informativa: se deberían facilitar datos de toda las obras públicas que cada ayuntamiento acomete.

- Que se imponga la conservación de documentos.

- Que se imponga la prohibición de aceptar regalos.

- Que se imponga la que cualquier compra que realicen las Administraciones pública debería estar ejecutada a precios de mercado e incluir, necesariamente, al menos tres ofertas de proveedores diferentes, para poder elegir la más adecuada.

- Que se imponga la transparencia total de las Administraciones públicas: que cualquier decisión tomada por un funcionario dentro del cumplimiento de su profesión pueda ser conocida por el resto de ciudadanos, excepto por cuestiones relacionadas con la seguridad. Y así, ingún miembro de la administración podría negarse a satisfacer las necesidades de información no sólo de los periodistas, sino de los votantes.

- Que se imponga la ausencia de cargos de designación política: actualmente en todo el territorio nacional existe un elevado número de cargos cuya designación ha sido realizada sin ningún criterio de méritos. La hermana de Esperanza, el marido de la Fabra ( sí, ese que siendo consejero de sanidad nombrado a dedo privatiza los análisis clínicos y luego consigue que sea su empresa la que se lleve la millonaria concesión de esos análisis) , etc, etc. La guinda del pastel la pone una alcaldesa que no ha sido votada.

- Para cubrir el lugar de los altos cargos de las Administraciones públicas deberían realizarse pruebas objetivas, en lugar de ser por designación partitocrática. Estos cargos deberían designarse por méritos propios, nunca por “ soy pariente de, novia de , amante de, prima de la hermana de …” .

- La remuneración de los sueldos públicos debería ser homogénea. No es lógico que un concejal en Alcalá de Henares pueda cobrar diez veces más que uno en Pontevedra, por ejemplo. Y debería ligarse a factores económicos medibles con el índice de precios de consumo (IPC).

- Los políticos no deberían jamás poder decidir sus propios sueldos.

- Que se imponga la incompatibilidad del cargo público con el ejercicio de actividades privadas relacionadas directamente con los asuntos en que tenga que intervenir por razón de su cargo.

Es decir,

Un político no debería, por ley:

- pertenecer a consejos de administración u órganos rectores de empresas cuya actividad esté relacionada con las que gestione el ayuntamiento;

- desempeñar cargo representativo o ejecutivo en sociedades concesionarias,contratistas de obras, servicios o suministros, arrendatarias o administradoras de monopolios o con participación o aval del sector público local;

- tener participación superior al 10 por ciento en el capital de dichas empresas.

- Y ya de paso, acabe usted con la amnistía fiscal. Si esa amnistía consiguió recaudar 85 millones de euros y diez eran de Bárcenas, es como para creer que hizo usted la ley a medida de su tesorero.

- Y por supuesto. Que los delitos de corrupción NO PRESCRIBAN, para que su ( ex) amigo Bárcenas no pueda irse de rositas.

Tan simple como esto.

Se puede y se debe exigir.

¿ Y cómo puede exigirse?

Acabando con la ignorancia.

«No es una crisis, es una estafa», oímos decir desde hace meses.

Es una historia de robo, de complicidad, de sumisión, de ignorancia generalizada y de maniobras de distracción.

Cuando los valores morales en una sociedad son la codicia desaforada, el consumismo, la frivolidad, el sensacionalismo, el culto a la apariencia, el culto al cuerpo, el yo-mí-me-conmigo, el hedonismo, el solipsismo, el egoísmo, el ni-lo-sé-ni-me importa, el no-leo-periódicos-porque-me-aburro-y-yo-sólo-leo-el-cuore, porque la frivolidad-es muy-moderna; cuando cada uno barre para casa y únicamente mira por lo suyo y le interesa menos que cero el bien común; cuando a los corruptos no sólo no se les condena sino que se les premia y se les admira, y se les vuelve a votar; cuando las palabras ética y moral se pasan de moda, antes o después el sistema cae, como ha quedado demostrado. 

Y se polariza: los ricos se hacen mucho más ricos; y los pobres, más pobres.

Pero hemos llegado a un punto en el que la única manera de salir adelante es desde la información, y la exigencia.

Información es conocimiento, conocimiento es sabiduría, sabiduría es poder.

Todos podemos salir a la calle a exigir una Ley de Tranparencia y una Ley Anticorrupción serias. Y ha llegado el momento de hacerlo

Si estás de acuerdo, haz correr este texto como hiciste correr el de la Infanta.

TOP MODELS EN EL FMI

Escribe Luis Casado

Cada día el Fondo Monetario Internacional (FMI) anuncia sus previsiones de crecimiento y le distribuye buenas o malas notas a quienes siguen sus valiosos consejos. Este profesor Ciruela vive escudriñando el futuro, pero da mala espina que nunca vea venir nada: la crisis de los créditos basura pilló al FMI con los calzones abajo. Ahora  descubre con pavor que los cálculos con los que le impuso la austeridad a Europa… ¡estaban errados!

El 3 de enero, Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, publicó una nota en la que confiesa que los planes de austeridad estaban “mal calibrados”. El FMI recetó una fuerte y brusca reducción de la inversión y el gasto públicos, estimando –erradamente – que la incidencia en el crecimiento no sería significativa: la reducción de un punto de dé-ficit público provocaría una reducción de medio punto en el crecimiento.

La realidad ha sido muy distinta, y los “mal calibrados” planes del FMI han costado millones de puestos de trabajo y sacrificios insoportables para los pueblos europeos. “Simple error de cálculo”, se justifica el FMI, ¡pero sus cálculos estaban errados en una proporción superior al 300%! Lo que no le impide seguir dando cátedra y controlar gobiernos que uno suponía soberanos.

El semanario francés Marianne da cuenta de la increíble metedura de pata en un artículo del 18 de enero:  “En su ‘Panorama de la economía mundial’ publicado en octubre pasado, el FMI reconoció, en una página detectada sólo por los especialistas, que los multiplicadores actuales podían estar comprendidos ‘entre 0,9 y 1,7’.

Las consecuencias son abisales: obligando a los gobiernos de Europa del sur a reducir drásticamente los salarios de los funcionarios y las pensiones de los jubilados, el FMI hundió la demanda interna dos o tres veces más rápido de lo previsto”.

Coincidencia o mala leche, ese mismo día Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI y profesor de economía y de ciencia política en la Universidad de Harvard, publicó un artículo titulado: “Reducir el gasto público, un desafío para todos los Estados”. Allí Rogoff afirma que “Hay que mejorar la performance de la administración mediante la innovación y la competición con el sector privado”. Los ejemplos que cita dan la medida del cretinismo que se ha apoderado de estos “expertos”:  “Cualquier industria intensiva en servicios enfrenta los mismos desafíos. En los años 1960, los economistas  William Baumol y William Bowen escribieron sobre la “enfermedad de los costos” que asola esas industrias.

El ejemplo célebre que utilizaron era el de un quatuor de cuerdas de Mozart, que necesita tantos músicos e instrumentos en los tiempos modernos como en el siglo XIX. Como le hace falta aproximadamente la misma cantidad de tiempo que hace cien años a un profesor actual para evaluar una disertación. Un buen plomero cuesta una pequeña fortuna porque allí también la tecnología ha evolucionado muy lentamente (sic)”.

Según Rogoff la música y la educación forman parte de la industria al mismo título que la plomería, y la competencia del sector público con el sector privado hará que un quatuor de Mozart pueda ser ejecutado por un solo músico dotado de un solo instrumento, que un profesor lea simultáneamente diez o más disertaciones, y que el plomero desaparezca definitivamente junto a las instalaciones sanitarias que cuestan una “pequeña fortuna”.

De ahí a lograr que una madre pueda dar a luz al cabo de tres meses en vez de nueve… Sería una hazaña que alegraría infinitamente a Gary Becker, premio Nobel de economía 1992, que sostiene que el amor, los matrimonios y la procreación, dependen de un cálculo económico.

Henos precisamente ahí, en el cálculo económico. El FMI ha probado que los suyos no se caracterizan por una precisión milimétrica, aún cuando utiliza modelos macroeconómicos cuya elaboración ocupa un ejército de expertos dedicados a la econometría.

Tales herramientas, conocidas como “modelos dinámicos estocásticos del equilibrio general”, suelen ser las mismas o tener las mismas características en el FMI, el Banco Mundial, la OCDE y los bancos centrales. Si Ud., estimado lector, no ha comprendido nada, no se inquiete: todo hace pensar que los tipos del FMI tampoco: la única diferencia es que a ellos les pagan. 

Cualquier hijo de vecino que terminó la enseñanza secundaria sabe que un proceso estocástico es un concepto matemático que sirve para calcular una sucesión de variables aleatorias (estocásticas) que evolucionan en función de otra variable.

Si nuestro colegial asistió a sus clases de matemáticas, conoce la noción de ‘función’ que designa la correlación que hay entre dos variables, una de las cuales depende de la otra.

En el caso de un vehículo que se mueve a una velocidad determinada ‘v’, es posible determinar la variable distancia ‘d’ en función del tiempo ‘t’. Otro ejemplo conocido, en física, es la función que reúne las variables P, V y T, o sea la presión, el volumen y la temperatura de un gas. Hasta ahí no hace falta ni siquiera haber pasado la PSU. 

Gracias a la Estadística, nuestro colegial conoce nociones como la media aritmética, la mediana, los cuartiles, deciles y quintiles, las distribuciones y varianzas, que son las herramientas con las que los economistas nos cuentan lo que surge de su fértil imaginación y su desmedida ignorancia.

El estudio de Probabilidades divierte a quién  calcula las veces que una moneda cae en cara o en sello al cabo de un cierto número

de ensayos, o la probabilidad de ver aparecer “el chancho seis” con los dados. Mis hijos, que cursaron la secundaria en Francia, estudiaron el cálculo diferencial e integral, con un poquillo de ecuaciones diferenciales. Simplificando un pelín, este es el nivel y estas son las herramientas que permiten construir los “modelos dinámicos estocásticos” que el FMI le aplica al “equilibrio general de la economía”.

De esta última noción debo señalar que, sin corresponder a nada que sea demostrable, le sirve de zócalo a toda la teoría económica que enseñan en la universidades, como si en pleno siglo XXI fuese posible enseñar que la Tierra es el centro del universo.

Un modelo matemático describe teóricamente un sistema que existe fuera del campo de las matemáticas. Las previsiones del tiempo están basadas en tales modelos. El grado de exactitud depende de la precisión con la que se construye la representación numérica, y de la fidelidad con la que se expresan hechos y situaciones naturales en forma de variables relacionadas entre sí. En otras palabras, se construyen algoritmos (fórmulas matemáticas) para calcular la evolución de ciertas variables en función de otras variables.

El modelo debe reflejar adecuadamente la realidad, usar variables pertinentes y definir las correlaciones entre ellas. Un mal ejemplo es el ya comentado más arriba: el FMI subestimó el efecto que provoca la reducción de la variable “gasto e inversión públicas” en la evolución de la variable “crecimiento”. Para construir los modelos en vigor los “expertos” olvidaron mirar el mundo real que pusieron en ecuaciones. Esos modelos contienen un reducido número de agentes económicos representativos como los hogares, las empresas no financieras y el gobierno. 

Los bancos no figuran, en razón de una visión macroeconómica dogmática. Para el FMI, los bancos como empresas que buscan obtener el mayor lucro posible (y de paso hunden la economía planetaria) no existen.

Otro detallito no menor, los modelos describen una economía estable (en “equilibrio general”) que sólo puede ser perturbada desde el “exterior”.

En tales economías virtuales, en las cuales la “comunidad financiera” no figura, todo ocurre apaciblemente: no hay “apalancamientos” excesivos ni créditos basura, no hay  burbujas inmobiliarias o bursátiles, las crisis no existen.

Si se tratase de un modelo destinado a apostar en las carreras de caballos, o de inventar una martingala (Merton y Scholes, premios Nobel de economía, lo intentaron), mientras las apuestas permanezcan en el estrecho círculo de quienes arriesgan su propio dinero las consecuencias son despreciables.

Pero los cálculos del FMI sirvieron para imponerle políticas públicas a una región que alberga más de 500 millones de habitantes y constituye la primera economía mundial, provocando una recesión que agrava los efectos de las recesiones precedentes. Gracias a la globalización, esta enésima recesión afecta al mundo entero agregando incertidumbre en la falta de visibilidad.

Los “expertos” del FMI no sólo han mostrado ser incompetentes en matemáticas, sino que buscan aplicarlas allí donde no tienen ninguna pertinencia. Irresponsablemente, el FMI utiliza herramientas matemáticas para calcular lo incalculable: el comportamiento humano.

A partir de modelos definidos por aprendices de brujo que introducen en las variables elegidas, y en sus correlaciones, sus propias opiniones, certidumbres, dudas y debilidades.

El modelo es necesariamente subjetivo. John Maynard Keynes, fundador del FMI, gran matemático y probablemente el más grande economista del siglo XX, escribió una tesis sobre el tema (1906-1909) y demostró que la vida no es reductible a un cálculo probabilístico.

Por eso, dijo, “De mañana no sabemos nada, y en el medio plazo estaremos todos muertos”. Tal parece que el FMI aún no se entera. La revista financiera The Economist sí lo sabe, y en su edición del 19 de enero declara:  “La crisis mostró que los modelos macroeconómicos que usan los bancos centrales y otros organismos no representan adecuadamente el sistema financiero, ni admiten las bonanzas y crisis que se observan en el mundo real. Los académicos están intentando reparar esos errores”. 

Mientras tanto perdone la muerte del niño y… ¡buena suerte! 

POLITIKA Año IIII - Edición Digital Nº 44 (01.02.2013)

En las presidenciales 2013 Politika estará en primera línea

#todosalamoneda



LO QUE COMEN LOS CONGRESISTAS ESPAÑOLES

LO QUE COMEN LOS CONGRESISTAS ESPAÑOLES

 

Menú del congreso de los diputados. Dos platos, postre, bebida y café, todo 3’55 €.

Un par de fotos que debería ver todo el mundo para entender la crisis.

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Nuestros niños, sólo por utilizar este comedor para sus "tuppers", 3,80 €. al día.

En un programa de radio

Hace unos días, el periodista de ABC Punto Radio, Melchor Miralles, en una entrevista telefónica al presidente de la Patronal Madrileña, Arturo Fernández, que a su vez es el concesionario de los servicios de restaurante del Senado, el Congreso de los Diputados y de la Asamblea de Madrid, le preguntaba cómo es posible poder dar menús a sus señorías por la ridícula cantidad de 3,55 euros.

 


El señor Fernández comenzó por negar la mayor, diciendo que no era cierto, que esa cantidad no era correcta, y que como cualquiera podía comprender, era imposible poder servir un menú por ese precio, con los gastos que ello conlleva de personal, etc., y poder obtener unos beneficios como cualquier otra empresa o negocio.

Lo que no sabía este señor es que el periodista tenía en la mano un tiket en el que figuraba dicho importe, cosa que corroborraron el resto de tertulianos que le acompañaban.

La respuesta del Sr. Fernández fue ceder, pero sólo a medias, diciendo. "Puede ser ese el precio, pero sólo de un plato, o medio menú. El menú completo cuesta más, como el de un restaurante normal y corriente". 

De nuevo el periodista volvió a insistir: "En el tiket que yo tengo pone: Dos platos, postre, bebida y café".

Ante esta aseveración, el presidente de la patronal, sin querer dar su brazo a torcer, respondió que no estaba al corriente del precio, que a pesar de ser él mismo el concesionario, no conocía el importe de los menús que se servían a sus señorías en los restaurantes de estas tres instituciones.

Ante la perplejidad de los periodistas por esta respuesta, vino a decir que:

"De otra manera, su negocio sería una ruina, y por eso, esos servicios ESTÁN SUBVENCIONADOS CON FONDOS PÚBLICOS.

Nos hemos enterado, pues, que sus señorías, a pesar de cobrar suculentas dietas, que justifican en tener que vivir en una ciudad que no es la suya de residencia habitual, sólo pagan por sus comidas una tercera parte de lo que cuesta el menú más barato a cualquier otro trabajador que tiene que mantenerse de su bolsillo.

Nos enteramos también de que le cuesta menos la comida a un senador o diputado de lo que paga cualquier escolar en Madrid por llevar su comida de casa en una fiambrera, que paga 3,80 € por el uso del comedor y del horno microondas en que se la calienta.

Nos hemos enterado, de paso, que a costa del dinero de todos, cuando una empresa es ruinosa, que vendiendo a precios por debajo del costo se podría ir a pique, es rescatada con los dineros de todos, incluidos de los que están en el paro, de los que no llegan a fin de mes, de los que tienen que hacer ingeniería financiera para repartir el sueldo de miseria que cobran al llegar el primero de cada mes.

Ya conocemos el motivo por qué el anterior Presidente del gobierno, Sr. Zapatero, cuando le preguntaron en TV el precio de un café en un bar cualquiera, no supiera el importe. Si tenemos en cuenta que dos platos, postre, bebida y café valen 3,55 € el café sólo debe andar bastante por debajo de los 80 céntimos que este señor aseguró que costaba.

Basta ya de casta de privilegiados que sólo conocen la crisis porque han oído hablar de ella.

Basta ya de vividores del cuento que se reservan para ellos unos derechos que están quitando al pueblo.

Basta ya de gentes sin escrúpulos, sin cultura muchos de ellos y sin vergüenza todos, que están viviendo a costa de robar y quitar derechos a los demás, para crearse para sí mismos los que les viene en gana.

 PÁSALO... Que se entere cuanta más gente mejor...